Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Zóñar: el único lago natural de Andalucía

Laguna de Zóñar.

Carmen Reina

En plena campiña cordobesa, a poco menos de cinco kilómetros de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, emerge el único lago natural de Andalucía. La más conocida como Laguna de Zóñar, que se abastece de acuíferos subterráneos naturales, alcanza una profundidad de 16 metros que le imprimen ese carácter único en toda la comunidad autónoma y le otorgan unas condiciones de temperatura y de oxigenación capaces de desarrollar los nutrientes necesarios para convertirla en un paraíso para más de 30 especies de aves.

Su ubicación, en tierras arcillosas poco permeables, provoca que las aportaciones hídricas subterráneas que recibe, junto al agua de lluvia, permanezcan en este espacio a lo largo de todo el año con apenas un metro menos de profundidad en época estival. A diferencia de otras lagunas de Andalucía y de la propia provincia cordobesa, esa profundidad de Zóñar le vale la riqueza y la biodiversidad que se producen sólo en esas especiales cotas.

Conocer su peculiaridad es posible ya que se encuentra abierta a visitas al público y con un Centro de Recepción de Visitantes para organizar el itinerario, de manera que quien acude hasta este lago puede conocer de cerca por qué Zóñar se convierte en un paraíso para las aves, donde habitan muy distintas especies en época de cría y en la invernada. De hecho, unas 15.000 personas acuden hasta allí a lo largo del año, entre escolares, grupos organizados, turistas y amantes de las aves, que inician la visita en el Centro de Recepción con un recorrido entre paneles explicativos, fotografías y textos, que dibujan un primera toma de contacto con el espacio natural que pueden recorrer después.

Para ello, tres senderos marcados parten desde el centro para aproximarse a la laguna: el que va hasta el Observatorio –una pequeña cabaña desde donde observar a las aves-, el que va hacia Las Fuentes de donde mana el agua subterránea que llega hasta la laguna, y el sendero de la Carrizosa, un recorrido circular por el entorno de Zóñar.

Con paciencia y unos prismáticos, el visitante de Zóñar – que se localiza bajo la ruta migratoria que siguen muchas especies de aves entre Europa y África-, comprobará cómo la laguna se constituye en un lugar de descanso para ellas y también en refugio en el verano, donde el agua se convierte en un bien escaso. Y allí, conocerá de primera mano al emblema de la laguna, el pato malvasía de cabeza blanca, especie acuática que se encuentra en peligro de extinción y que ha tenido en este lago un lugar privilegiado para su supervivencia desde hace décadas.

Precisamente la singularidad de Zóñar, su diversidad y las funciones ecológicas que cumple, hicieron que la laguna esté protegida desde 1984 como paraíso para infinidad de aves e incluida en la Lista de Humedales Internacionales.

Así, catalogada también desde 1987 como Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA), Zóñar acoge en sus aguas a decenas de distintas aves cuyos cantos conforman el hilo musical de este tesoro natural: la focha, la gallineta, el cormorán, la gaviota sombría, la cigüeñuela, el aguilucho lagunero o el zampullín cuellinegro componen parte de un largo listado de aves. Y, a su alrededor y como parte imprescindible de este ecosistema, la vegetación propia de las grandes concentraciones de agua, como los cañaverales, sauces, juncos y tarajales, que comparten protagonismo con los olivos y viñedos que se cultivan en el horizonte de la campiña cordobesa.

Etiquetas
stats