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Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.

La COVID-19 y el problema de la vivienda en Zaragoza

Mapa de pacientes infectados por COVID-19 o con sospecha de estarlo en Zaragoza, a fecha 25 de abril.

Paco Sanz

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Según datos del INE en Zaragoza existen 193.167 viviendas edificadas entre 1941 a 1980 que constituyen primera residencia. En los años que van desde 1981 a 2011, últimos año cuyos datos disponibles, se construyeron 162.824. Es decir, más de un 54% de viviendas se construyeron en un periodo en el que materiales, distribución y condiciones de habitabilidad no resultan los más adecuados a los cánones y necesidades actuales. Es evidente que desde 2012 a 2019 el número de edificaciones siguió su curso y este porcentaje se vería por tanto atenuado. Sin embargo, a nivel de Aragón, el dato va en idéntica dirección: “La mayoría de las viviendas principales (59,4%) son anteriores a 1981, con un envejecimiento del parque residencial superior al del agregado nacional (51%)” (Informe sobre la situación económica y social de Aragón 2018 Panorama social).

Por otra parte, las estadísticas nos dicen que en Zaragoza entre un 15 y un 25% de viviendas de menos de 90 metros cuadrados habitadas por cinco o más personas se concentran en San Pablo, Venecia, San José, Delicias y Las Fuentes. Son zonas donde precisamente la tasa de frecuentación de la COVID-19 es más alta. Los viejos barrios de la ciudad aglutinan por tanto el hacinamiento en la capital. Si cruzamos estos datos con las rentas medias anuales las cosas se entienden mejor. Según el informe 'Renta neta media de Zaragoza y su entorno', en los barrios mencionados se concentran las rentas menores de 27.500 euros anuales. Incluso con notables diferencias dentro de cada barrio, ya que existen zonas con rentas inferiores a 25.000 euros anuales.

Pero sigamos echando ingredientes. Los datos sobre envejecimiento de la población  en estos barrios añaden un regusto más amargo al potaje. En la Junta de Delicias, la tasa de envejecimiento (mayores de 64 años) es del 230% y la Tasa de Sobreenvejecimiento (mayores de 84) alcanza el 17,79%. Datos similares ofrecen San José, con tasas de Envejecimiento y Sobreenvejecimiento del 227,11% y del 18,01% respectivamente; y Las Fuentes con 218,04% y 16,25%. Sólo el Centro ofrece datos superiores y la zona de Universidad muy similares a los señalados. Sin embargo, ambos barrios disfrutan de un nivel de renta que supera los 37.500 o 42.500 euros, dependiendo de la zona.

Este es el panorama. Una población concentrada en unos barrios que han ido envejeciendo al ritmo de sus habitantes y con unas condiciones económicas que impiden mejorar su habitabilidad. En este sentido, y ya para concluir, cabe responder a la pregunta sobre la labor al respecto de las autoridades competentes.

Desde 1989 el Ayuntamiento de Zaragoza viene subvencionando distintas actuaciones para la rehabilitación de comunidades propietarios y viviendas particulares de familias en situación de vulnerabilidad. Nos detendremos en la Línea 4 que subvenciona obras en la vivienda de familias con rentas limitadas y sin condicionarlas a que la comunidad de propietarios obtenga también ayudas. En 2017 a través de esta Línea se destinaron 410.480,46 euros para 116 viviendas. El requisito era que la renta familiar no superase 2 veces el IPREM. Quizá sea éste el principal condicionante. Para ese año 2017, el IPREM anual era de 6.454,03 €, por lo que dos veces el IPREM, no sitúa en 12.908,06 euros anuales de renta familiar, por debajo del umbral de pobreza que, para un hogar con dos adultos y dos menores de 14 años, en 2017 era de 17.896 € euros. Sin duda, nadie debe quedar al margen, pero esta limitación deja fuera a muchos hogares en situación social complicada.

Por su parte, el Gobierno de Aragón contaba en 2018 con un presupuesto de 12.023.180 euros para diversos Programas de rehabilitación. Vamos a centrarnos en el dirigido a la conservación y mejora en viviendas individuales en edificios colectivos. Este Programa exige que en la vivienda habite alguna persona de 65 años o más. Pues bien, el 'Informe sobre la situación económica y social de Aragón 2018 Panorama social' antes citado, nos dice que durante en 2018 se concedieron por este concepto subvenciones 71.995,1 euros en la provincia de Zaragoza. El total en Aragón fueron de 203.995,1 euros. Cifras muy pobres. Hay una razón para ello. La normativa establece que el límite a subvencionar es de 8.000 euros y no puede superar, según las rentas familiares, el 40% o el 60% del coste subvencionable. Es decir, los residentes deben poner el resto de su bolsillo.

Con los datos vistos resulta complicado para la gran mayoría de hogares acceder a este tipo de ayudas, lo que obliga a seguir viviendo en condiciones deplorables. Por eso urge un esfuerzo específico en aquellos barrios más deteriorados, capaz de abarcar al mayor número de personas y familias con rentas limitadas. Malos tiempo sí, pero frente al vicio de no dar, la virtud de exigir.

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