El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
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Hace ya muchos años que la gente de mi generación, todos los sábados por la mañana, recibíamos propaganda política y una advertencia clara de la destrucción de lo colectivo. Estos días previos a la celebración de la VI Feria del Mercado Social en Aragón, recuerdo con más intensidad a aquella doña extravagante, con pelo de colores y muy avanzada para su tiempo.
En esta feria se pretende exponer que otra manera de hacer economía es posible. Que existe una propuesta, que se complementa a la protesta, para volver a poner a las personas en centro de la vida, y no al servicio de los mercados y de los intereses de lucro de unas pocas personas a costa de la inmensa mayoría.
Vivimos en un sistema capitalista que destruye lo colectivo, que acumula riqueza para unas pocas personas a costa de mantener en la pobreza a muchas otras, que destruye empleo y el que genera, lo hace, en condiciones de esclavitud para trabajadores y trabajadoras. Que levanta vallas con concertinas para no dejar acercarse a las personas de países vecinos que huyen de la guerra, la pobreza y el horror. Un sistema que invierte más de 9.000 millones de euros en gasto militar y recorta en prevención, atención y protección de mujeres víctimas de violencia machista. Que infecta nuestra alimentación para contentar a grandes multinacionales de productos transgénicos, que desahucia a la gente de sus casas y rescata bancos, que consiente, como parte del propio sistema, la desnutrición y la pobreza infantil.
Muy cerca de todas nosotras existen empresas, entidades, proyectos y personas que construyen un instrumento que permita desarrollar una sociedad más justa y solidaria, que camine hacia el desarrollo sostenible y teniendo en cuenta la interdependencia de lo económico, lo social, lo ambiental y lo cultural.
Una forma diferente de emprender que compagina en todo momento el interés general, la actividad económica y un funcionamiento democrático, y los valores que articulan son: la primacía de la persona y del objeto social sobre el capital; adhesión voluntaria y abierta; control democrático por sus miembros; conjunción de los intereses de las personas usuarias y del interés general; defensa y aplicación de los principios de solidaridad y responsabilidad; autonomía de gestión e independencia respecto a los poderes públicos; destinando la mayor parte de los excedentes a la consecución de objetivos en favor del desarrollo sostenible, el interés de los servicios a los miembros y el interés general.
Así tenemos en nuestra comunidad a Reas Aragón, una la red aglutinadora de empresas y entidades que se rigen en su funcionamiento por los mismos principios.
Reas Aragón, hoy, está formada por 21 empresas y entidades dónde trabajan más de 300 personas. A su vez, junto con otras 13 redes territoriales y sectoriales que aglutinan a más de 322 empresas y entidades donde trabajan más de 10.000 personas.
También, recientemente se ha constituido MesCoop, una cooperativa que funciona como una red de producción, distribución y consumo de bienes y servicios con criterios éticos, democráticos, ecológicos y solidarios, constituida por empresas y entidades de la economía social y solidaria junto a consumidores y consumidoras, individuales y colectivos. Que pretende “construir un espacio de consumidoras, proveedores y distribuidoras, donde la ciudadanía podamos ejercer nuestra opción de consumo con compromiso social”
Este fin de semana del 25 al 27 de septiembre, en los espacios del Centro Social Comunitario Luis Buñuel, del barrio zaragozano de San Pablo, podéis conocer más y mejor quiénes conforman, trabajan y apuestan por una economía social y transformadora. Descubrir esa propuesta alternativa a la economía del capital y, quién sabe, quizá en no mucho tiempo, podamos invertir aquel “no se ría, no se ría, de la Bruja Avería” e invitarla a darse una vuelta por las próximas ferias del Mercado Social.