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Volvió Enrique Bunbury a su ciudad –que es la mía– y lo hizo con el show de ‘El huracán ambulante’, con la estética de un gran espectáculo de circo en el que actuó a la vez de maestro de ceremonias y de atracción estrella. Fue el equilibrista –una vez más– y fue la fiera. El animal que ruge brutal.
Volvió el aragonés errante. Y no me refiero al pobre Goya y a Antonio López disfrazado, que para todo hemos tenido esta semana…
Nunca cede Bunbury a la fácil complacencia en la que podría instalarse. La muchedumbre congregada se lo habría permitido. Pero no. “También extraño en mi tierra, / aunque la quiera de verdad”. Si bien seguramente no fue casualidad que la canción quizás más coreada, la que levantó más voces y entusiasmos, fuera ‘Apuesta por el rock and roll’. Aunque no se salió del setlist de la gira, las reacciones que generó el tema de Gabriel Sopeña y Mauricio Aznar –que conectaba con el tiempo de Héroes del Silencio– fue el modo más cierto de comprobar que Bunbury estaba en su ciudad, en la mía, en una ciudad que recordaba a otra ciudad que ya no existe. A noches, a calles, a juventudes que ya no existen, que duraron décadas y que probablemente murieron en mi generación, ahogadas en un vaso de tubo en cualquier barra de finales de los noventa.
Enrique Bunbury tampoco ha cedido a la complacencia a la hora de reinventar estilos y personajes. Es otro modo de ser errante. No solo en lo musical. En 2021 publicó con La Bella Varsovia el poemario Exilio Topanga, versión californiana de su particular odisea. Y en 2023, con Cántico, MicroDosis, un viaje alentado por las sustancias.
Todos somos errantes y siempre es interesante bucear en las piezas ocultas de las personas, no olvidar que un cantante también puede ser un poeta que escribe versos como estos: “… errante y nómada; / caminante de arenas, / especializado en asignaturas pendientes / en las que –retrasados– / debemos esforzarnos aún, / con el temario suspenso…”.
Siempre es interesante no olvidarlo: todos somos errantes. Ninguno estamos hechos de solo una pieza.
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