Los riesgos del tren turístico de Teruel, en boca de un conductor: “Me he quedado sin frenos un par de veces”
El tren turístico de Teruel volvió a protagonizar un incidente el pasado 11 de septiembre, cuando más de 60 pasajeros tuvieron que abandonar el vehículo en la calle de los Santos Mártires tras un fallo técnico. Aunque se están investigando las causas del incidente, un trabajador explica a este diario que “se debió quedar un vagón sin frenos y arrastró a los otros”.
Explica que la persona que conducía en ese momento el tren, que se niega a volver a conducirlo, conoce “perfectamente Teruel y el tren, se quedaría sin frenos algún vagón y arrastraría a los otros y por eso hizo la tijera, menos mal que no volcó porque iban los tres vagones llenos. Yo mismo me he quedado sin frenos en un par de veces”, añade este trabajador que prefiere permanecer en el anonimato.
Según explica, el tren ha sufrido averías de todo tipo, incluyendo fallos en los frenos que podrían haber provocado accidentes graves, y “carece de elementos básicos de seguridad, como anclajes para sillas de ruedas o comunicación entre conductor y vagones”. También denuncia que el tren “supera la velocidad máxima”, ya que no debería superar los 24 kilómetros por hora por construcción.
El trabajador denuncia además la rotación constante de conductores, siete en 15 meses, despidos disciplinarios cuestionables, incumplimientos del convenio colectivo y un trato deficiente al personal.
Desde el Ayuntamiento, aseguran que el tren cumple con todos los requisitos legales y se encuentra apto para su uso. Destacan que entre 2024 y 2025 se invirtieron 14.000 euros en mantenimiento y reparaciones, que se ha decidido someter al vehículo a una ITV extraordinaria y que el servicio cuenta con conductores para cubrir los turnos habituales. El Consistorio sostiene que las denuncias fueron archivadas, aunque resoluciones de Inspección de Trabajo contradicen esa versión y reflejan dos sanciones firmes contra la Institución Ferial.
En paralelo, el grupo municipal Teruel Existe recuerda que en mayo ya propuso adquirir un nuevo tren turístico ante las constantes averías del actual. Su portavoz, Enrique Marín, ha pedido al equipo de gobierno que aclare si el último accidente se debió a un error humano o a un fallo del vehículo, subrayando que los problemas reiterados generan “mala imagen y sensación de inseguridad en la ciudad”.
Denuncias laborales
El tren turístico de Teruel no solo acumula problemas mecánicos y de seguridad, sino que también arrastra un historial de conflictos laborales. Los trabajadores han presentado denuncias ante Inspección de Trabajo por incumplimientos del convenio colectivo y condiciones laborales deficientes. Entre las reclamaciones se incluyen la falta de respeto a los descansos semanales obligatorios, la imposición de jornadas excesivas sin compensación, la negativa inicial a conceder vacaciones y la ausencia de formación y protocolos claros para nuevos conductores: “Hay mucha dificultad para encontrar conductores, no pueden elegir, no te dan formación, no hay una bolsa de empleo, nadie quiere trabajar ahí”, explica el trabajador.
Señala la dificultad para contratar personal cualificado, ya que muchos profesionales rechazan trabajar bajo estas condiciones. Según él, esta situación crea un clima laboral tenso y precarizado, que se suma a los problemas de mantenimiento del tren, poniendo en evidencia la gestión de la Institución Ferial de Teruel, dependiente del Ayuntamiento.
El Consistorio asegura que las denuncias presentadas el pasado año “fueron archivadas tras aplicarse las mejoras requeridas. Se subsanó la incidencia de temperatura elevada en cabina y se corrigió el criterio de descanso semanal, que ahora cumple estrictamente con la normativa”. Mientras el Ayuntamiento insiste en que el servicio cumple la normativa y se han subsanado las incidencias, los trabajadores sostienen que los problemas de seguridad y laborales persisten.
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