Minas como base para cultivos hidropónicos: el experimento agrícola en Asturias para reaprovechar los pozos
El Gobierno de Asturias ha puesto en marcha un proyecto pionero en España al convertir una antigua bocamina del pozo Carrio, en el concejo de Laviana, en el primer invernadero subterráneo del país.
Según ha resaltado este miércoles el Gobierno del Principado, se trata de una iniciativa pionera de agricultura minera, enmarcada en el programa Agroalnext, financiado con fondos regionales y europeos Next Generation, que busca sentar las bases de “la agricultura del futuro: verde, digital y resiliente al cambio climático”.
El proyecto experimental ensaya cultivos en condiciones extremas mediante un sistema de hidroponía -un sistema de cultivo que prescinde de la tierra- en un ambiente controlado sin luz natural, sustentado con iluminación led.
El ensayo piloto se desarrolla en la galería La Raya del pozo Carrio e incluye cinco variedades vegetales: brotes de uso culinario, plantas aromáticas, hojas verdes, wasabi, guisantes, hongos y salicornia, una planta halófita que se adapta a ambientes extremos.
El objetivo es analizar qué especies pueden adaptarse a entornos subterráneos, con el fin de abrir una nueva vía de producción agroalimentaria, sostenible y energéticamente eficiente.
El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) se ha encargado de la puesta en marcha de este proyecto en el marco del polo de innovación de Carrio y con la colaboración de la empresa minera Hunosa, propietaria de la bocamina.
El desarrollo técnico corre a cargo de la compañía asturiana Cantábrica Agricultura Urbana, especializada en cultivos de interior mediante sistemas de agricultura vertical, capaces de reciclar el agua y funcionar sin exposición a la luz solar.
Los resultados de la fase experimental servirán de base para explorar futuros invernaderos en los yacimientos subterráneos, que serán sostenibles y autosuficientes, ya que podrán nutrirse del agua y energía de las antiguas explotaciones, ha destacado el Principado, que además ha resaltado que el proyecto promueve la Agricultura 4.0 como una actividad económica de futuro para las cuencas mineras asturianas.
El consejero de Ciencia, Industria y Empleo del Principado, Borja Sánchez, ha visitado este miércoles las instalaciones acompañado por la directora del Serida, Mamen Oliván; el alcalde de Laviana, Julio García; la gerente del Centro de Innovación Carrio, Susana de la Fuente; representantes de Hunosa y técnicos de la empresa Cantábrica Agricultura. Borja Sánchez ha destacado esta iniciativa como clave para dar un nuevo uso innovador y tecnológico a las antiguas minas.
El consejero ha destacado que el nuevo invernadero subterráneo “representa un paso firme hacia la agricultura del futuro”, ya que el proyecto “combina ciencia, tecnología y sostenibilidad para desestacionalizar los cultivos e impulsar formas de producción que nos ayuden a afrontar los retos del cambio climático y el desarrollo territorial”.
Nuevos usos para las minas
Esta iniciativa pionera forma parte de la estrategia del Gobierno del Principado de dar un nuevo uso a las infraestructuras mineras.
En una comunidad con más de 5.000 kilómetros de galerías subterráneas, el Ejecutivo autonómico trabaja para transformarlas en espacios de desarrollo tecnológico y científico ligados a nuevas actividades económicas como la agroalimentación avanzada, el almacenamiento de datos o la investigación sobre la habitabilidad de la Luna.
El uso de infraestructuras como minas o búnkeres para instalar invernaderos cuenta con experiencias en países como Reino Unido, Italia o Finlandia, pero es la primera vez que se utilizan antiguas galerías mineras para este fin en España.
Las instalaciones subterráneas garantizan temperaturas y humedad constantes, reducen el consumo energético y permiten ciclos de cultivos continuos.
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