Las bicicletas también son para Bilbao
Sea por la afición, por el considerable ahorro económico, porque ayuda a mantenerse en forma o porque no contamina, la bicicleta se está consolidando como uno de los medios de transporte más apreciados en nuestras ciudades. Incluso Bilbao, con sus empinadas cuestas, calles estrechas y ausencia casi total de carriles específicos ve como día a día el número de ciclistas aumenta. La semana europea de la movilidad, cuya celebración concluyó el pasado domingo en la capital vizcaína, ha sido un buen termómetro para calibrarlo.
El jueves el Ente Vasco de la Energía(EVE) organizó un curso de conducción urbana de bicicleta y su éxito fue abrumador: más de 150 solicitudes para las 40 plazas disponibles. Y eso que la previsión meteorológica no era buena y la lluvia acompañó durante toda la sesión de la mañana. Sus organizadores ya han decidido reeditar el taller en octubre para atender a parte de las personas interesadas que se quedaron sin plaza y se plantean hacer nuevas ediciones si la demanda sigue siendo alta.
Esteban García, uno de los monitores del curso, explica que enseña a sus alumnos a conducir entre el tráfico urbano mientras controlan su propia seguridad. “Ven cuál es la diferencia entre andar en bici y conducirla”, comenta. García cree que muchos ciclistas han olvidado que la bicicleta es también un vehículo y que con la densidad circulatoria habitual de las ciudades deben respetar las normas “tanto o más” que los demás. “Por un lado, los ciclistas sienten una gran indefensión, pero al mismo tiempo también tienen la sensación de que las reglas no van con ellos”, detalla.
En los cursos del EVE se enseña a circular por cualquier calle, por estrecha, empinada o transitada que sea, salvo por autovías urbanas. De hecho, Esteban García insiste en que los carriles específicos para ciclistas “no son necesarios” salvo en casos muy excepcionales. “Lo más práctico es aprender a convivir con el resto de vehículos”, apunta. Y precisamente ése es uno de los enfoques del curso. La edición de la semana pasada estuvo dirigida a cualquier persona a partir de los 16 años de edad. De las 150 solicitudes recibidas, aproximadamente la mitad correspondían a personas abonadas al programa de préstamos de bicicletas del Ayuntamiento de Bilbao.
‘Calles 30’
‘Calles 30’Esteban García cree que Bilbao es tan apropiada para los ciclistas como cualquier otra urbe. Sin embargo, opina que en cualquier ciudad se pueden dar pasos para facilitar la vida a los ciclistas. “Con pensar correctamente el sentido en el que se circula por cada una de las calles se pueden evitar la mayor parte de las pendientes más inclinadas”, asegura.
Marta Abiega, de la asociación de ciclistas urbanos, por el contrario, opina que en la capital vizcaína todavía se pueden hacer mejoras para ayudar al tránsito de bicicletas. Una de ellas pasaría por construir carriles específicos en aquellos lugares donde las pendientes sean más fuertes. “Por ejemplo, lo hemos solicitado para la carretera que sube desde el Ayuntamiento hacia Begoña porque los ciclistas vamos muy lentos ahí y podemos obstaculizar al resto de vehículos”, explica Abiega.
Actualmente, Biziz Bizi se encuentra embarcada en la campaña ‘Calles 30’. Se trata de un programa que busca reducir la velocidad máxima en el centro urbano a 30 Km/h y que ellos quieren ver implantado en Bilbao. “Ya sea ha probado en varias ciudades con muy buenos resultados”, detalla Abiega. “Creemos que es uno de los factores que más podría ayudar a tranquilizar el tráfico y facilitarnos la vida a los ciclistas”, añade.