Bilbao sacrificará una zona verde de Uribarri para evitar un contencioso de 18 millones
Una pequeña zona verde en medio de una de las áreas más densamente pobladas de Bilbao, un contencioso de 18 millones de euros entre el Ayuntamiento y una constructora y los derechos de propiedad de un suelo que se remontan a los últimos años del franquismo. Estos son los ingredientes de una de las polémicas urbanísticas más largas de la historia de la capital vizcaína, que ahora parece estar a punto de llegar a su fin. En el último pleno municipal, el consistorio contando con un voto prestado del PSE, necesario por la ausencia del alcalde Azkuna, sentenció el pequeño parque del solar de Panera y arrancó los trámites para recalificar el suelo y ahorrarse así la posibilidad de perder el pleito en los juzgados.
El origen de la disputa entre los vecinos, el consistorio y la constructora heredera de los derechos de propiedad de Panera es un pequeño solar de 3.000 metros cuadrados ubicado en Uribarri, frente al parque Etxebarria. Se trata de un terreno que el Ayuntamiento tiene inventariado como propio, pero que en el registro de la propiedad figura a nombre de Panera desde los años 70.
Tras décadas de pleitos, la empresa consiguió una sentencia firme del Tribunal Supremo que reconoce derechos de construcción a su favor y usándola como base ha planteado un contencioso al municipio por el que reclama el pago de 18 millones de euros en compensación por tener calificada el área como zona verde.
El Gobierno Azkuna prefirió evitar un posible fallo de los tribunales en su contra y arrancó el trámite para recalificar la zona a urbanizable. El primer paso fue derivar el proyecto al Consejo Asesor de Planeamiento y en él se llevaron su primer rapapolvo. Con 5 votos a favor, 6 en contra y otras 6 abstenciones el Consejo Asesor emitió un dictamen desfavorable. Los vecinos de la zona, EHBildu y el colegio de arquitectos vasco-navarro fueron los grupos que votaron en contra, PSE y PP se abstuvieron.
La principal razón para la negativa es la preocupación por el gran volumen de edificios que rodea al solar. Los residente de la zona temen que la recalificación sea el primer paso para construir sobre él un nuevo edificio de 20 pisos y se muestran en contra de esta opción. Fernando Sanz, vecino de Uribarri, lleva siguiendo el caso desde hace 30 años y cree que el problema “lo ha creado el propio Ayuntamiento y deberían solucionarlo sin perjudicar a los vecinos”.
“Además, el informe que hizo el arquitecto municipal fijaba el valor del solar en 2,7 millones de euros en 2010, no 18 como se empeñan en decir”, apunta. En su opinión, el consistorio debería pelear en los juzgados por la propiedad del solar aún a riesgo de que los jueces acaben dictaminando que tiene que compensar a la constructora. “Pero prefiere actuar como colaborador necesario en toda esta chapuza”, critica.
A pesar de la oposición de los vecinos y el dictamen en contra del Consejo Asesor, el consistorio decidió llevar la el arranque de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana al pleno ordinario del jueves pasado. Y eso aunque la ausencia del alcalde Azkuna no les iba a dejar aprobar el punto contando únicamente con el respaldo de los votos del PNV.
Sin embargo, según explicó el concejal Ibon Areso, el propio regidor, por teléfono, apeló a la responsabilidad política del PSE y les convenció para que prestaran uno de sus votos y no retrasaran más los trámites. “No creemos que sea ético, ni justo, ni democrático que alguien se aproveche de la enfermedad del alcalde Azkuna para saltarse el mandato de las urnas”, justificó el portavoz socialista, Alfonso Gil. Fuentes cercanas al grupo explican que su postura oficial sigue siendo la abstención dado que en la actual situación no ven “ninguna buena solución”.
El resto de grupos de la oposición, sin embargo, vieron en el gesto un acercamiento de los socialistas hacia los jeltzales. “Debería dirigirme a usted como chef Gil por toda la cocina que ha habido para este tema”, le espetó Cristina Ruiz, portavoz popular a su homólogo del PSE. EHBildu, ausente del pleno por secundar la huelga general, convocó al día siguiente una rueda de prensa para valorarlo. “No es más que la plasmación del pacto que tan desesperadamente está buscando, no sólo en Bilbo, sino en el conjunto del tercio autonómico”, declaró Aitziber Ibaibarriaga, portavoz soberanista, en referencia a los socialistas.