Después de días de gestiones, preparativos, alguna incidencias y también algunos temores, Animal Rescue España pudo hacer público su último rescate: 32 perros de raza Beagle procedentes de un laboratorio criadero en Barcelona estaban ya a salvo en sus instalaciones, recibiendo las atenciones necesarias y empezando una nueva vida.
Todos ellos habían sido usados para experimentación y habían sido descartados por no ser ya válidos para ese fin y tampoco ser válidos para criar. Después de pasar toda su vida en jaulas, saliendo de ellas únicamente para servir de contenido a esos experimentos, su destino era ser “sacrificados”.
Uno de los trabajadores encargado del mantenimiento de estos perros dio el aviso y Animal Rescue España se puso en marcha para darles la oportunidad de renacer, consiguiendo la cesión voluntaria de los animales por parte de sus responsables.
La protectora se hizo cargo del traslado de los perros, nada fácil por las características que debe tener el transporte de tantos perros con seguridad y sin causarles ningún daño. También ha asumido los tratamientos veterinarios que todos ellos necesitan. Algunos tienen problemas en los ojos, otros tienen tumores mamarios, y prácticamente todos necesitan una limpieza de boca. Pocos días después de hacerse cargo de los animales, Animal Rescue España explicaba en sus redes sociales que los gastos veterinarios ascendían ya a 4.500 euros.
Tienen una edad media aproximada de seis años, vividos en jaulas. El miedo es una constante en los perros rescatados de laboratorios y criaderos, aunque lo exteriorizan de diferentes formas, y unos tienen más facilidad que otros para dejar atrás ese pasado y empezar una nueva vida. En general, todos requieren una labor de socialización para superar sus temores y aprender a disfrutar del cariño de los humanos, del aire libre, de los juegos con otros perros y con personas que pueden parecerse mucho a las que solo les sacaban de las jaulas para hacerles daño.
Animal Rescue España alerta de que experimentación con animales (primates, perros, gatos, conejos, ratones, ratas…) está mucho más extendida de lo que solemos creer, a pesar de ser muy desconocida por la población en general, en parte debido a la dificultad de los ciudadanos y de los medios de comunicación para obtener datos y acceso a las instalaciones donde se lleva a cabo.
De hecho, no es la primera vez que hablamos de perros Beagle procedentes de laboratorios y similares. Pili y Mili salieron del animalario de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid siendo ya dos ancianas, en muy malas condiciones de salud. Después salieron otros y, a raíz de la presión mediática y de algunos estudiantes y profesores, algunas de las prácticas han cambiado.
Sin embargo, facultades universitarias, hospitales, laboratorios… siguen teniendo animalarios donde se experimenta con animales en unas condiciones que siguen siendo opacas de cara a la opinión pública, como lo es el entramado que existe detrás de esa experimentación: criaderos, empresas dedicadas a fabricar y mantener jaulas y demás instalaciones e instrumental, empresas de transporte de esos animales… Todo un negocio tan lucrativo como desconocido, que explica, en parte, por qué no se apuesta de forma decidida por métodos alternativos.
Animal Rescue España lamenta que la salvación de estos perros no sea el final de la experimentación con animales en este laboratorio criadero de Barcelona, pero explica que, ante la oportunidad de salvar 32 vidas que iban a ser sacrificadas, no dudó en poner todos los medios para darles una oportunidad de ser felices. Cada uno de estos perros será también un embajador de todos los que siguen en jaulas.
Cada persona que conozca de la existencia de uno de estos perros, como ha ocurrido con cada animal rescatado de un laboratorio o con cada instalación de este tipo desvelada a la opinión pública, sabrá gracias a ellos que miles de animales viven y mueren sin salir nunca de las jaulas en las que nacieron, teniendo los pinchazos, las sedaciones, las cirugías… como única interacción con humanos. Sin caricias, sin juegos, sin paseos. La mayor parte de las veces, sin nombre.
El objetivo de Animal Rescue España es que todos estos perros venzan sus temores y disfruten de una nueva relación con los humanos, formando parte de una familia que los quiera para siempre y les ofrezca lo que hasta ahora no han conocido.
Para ello, una vez concluida su cuarentena y los tratamientos veterinarios esenciales, Animal Rescue España explica que pondrá en marcha un estricto protocolo de adopción con las familias interesadas en dar esa oportunidad de felicidad a cada uno de esos perros, sabiendo que muchos de ellos necesitan atenciones especiales para superar sus heridas, físicas y emocionales.
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