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El escrutinio definitivo resta un diputado al PRC y aboca a Revilla a pactar con el PSOE en Cantabria

Revilla y Pedro Sánchez en una reunión en la sede del Gobierno de Cantabria. (Archivo)

Rubén Vivar

Y el diputado número 35 es para... el PSOE. Después de un recuento caótico, con muchísima confusión y que ha tenido en ascuas a los partidos políticos durante más de 24 horas, la Junta Electoral ha hecho oficial los resultados provisionales de las elecciones autonómicas celebradas este domingo en Cantabria, que confirman que el escaño que estaba bailando entre regionalistas y socialistas es, finalmente, para estos últimos.

De este modo, salvo que en el periodo de reclamaciones que se abre ahora surja alguna nueva incidencia -cosa poco probable-, el Parlamento de Cantabria que se constituirá el próximo 20 de junio estará formado por 14 diputados del Partido Regionalista, 9 del PP, 7 PSOE, 3 Cs y 2 Vox. La extrema derecha ha conseguido superar por la mínima la barrera del 5%, límite por debajo del cual los partidos quedan automáticamente fuera del reparto de escaños. Los de Santiago Abascal han obtenido en Cantabria un 5,06% de los votos.

Los representantes del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) solicitaron a primera hora de la tarde del miércoles que se cotejaran las actas de cada una de las 823 mesas electorales que se habían constituido en Cantabria después de que el voto de los cántabros residentes en el extranjero les privara del diputado número 15 que habían arrebatado 'in extremis' al PSOE en el escrutinio llevado a cabo en la noche del domingo. Esto ha provocado que la confirmación de los datos se haya hecho esperar hasta este jueves tras un trabajo tedioso que tuvo que ser suspendido anoche ante la imposibilidad de verificar una decena de mesas.

Aunque en estos dos días de recuento se han detectado algunas incidencias y errores en el volcado de los votos al sistema informático, el reparto no ha variado, lo cual es trascendental a la hora de establecerse las posibles alianzas entre los partidos.

Miguel Ángel Revilla fue el claro vencedor del 26-M, cuando logró un resultado histórico al conseguir el sorpasso a un PP que venía ganando en Cantabria desde el año 1995. Así, cualquier pacto ha de pasar indiscutiblemente por sus manos, ya que la única alternativa posible era un 'gobierno a la andaluza' que se ha quedado muy lejos de la mayoría.

En este sentido, el hecho de que el último diputado que estaba en el aire haya caído del lado del PSOE priva a los regionalistas de aliarse con Ciudadanos, formación que ya había mostrado su disposición a entrar a formar parte del próximo Gobierno autonómico. Ahora, la suma entre PRC y Cs se queda a uno de la mayoría (17).

El PSOE, la prioridad

Desde el minuto uno el líder regionalista ha señalado al PSOE como su socio “preferente” a la hora de armar una coalición. Durante doce años -entre 2003 y 2011 y en esta última legislatura-, PRC y PSOE han cogobernado Cantabria y también en muchos ayuntamientos. El mayor obstáculo que se presenta ahora es que no hay tanto feeling con la nueva dirección 'sanchista', con la que ha mantenido algunos roces previos a la campaña electoral.

Sin embargo, el veterano político tiene especial interés en ir 'a corriente' del futuro Gobierno de Pedro Sánchez, del que dependen algunos de los proyectos que tiene en mente, como la llegada de la alta velocidad para conectar Santander y Madrid en tres horas o el estudio de una conexión ferroviaria más rápida con Bilbao.

En el caso de que estas negociaciones no fructificasen, a Revilla le quedaría explorar un acuerdo con el PP, con el que ya gobernó durante ocho años -1995 a 2003-, o bien un gobierno en solitario, la opción inicialmente menos probable ya que el presidente cántabro siempre ha defendido la importancia de garantizar la estabilidad durante los cuatro años que dura una legislatura.

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