Ciudad Real clama de nuevo contra una tauromaquia que “educa en la violencia” por estar de “capa caída”

Por tercer año consecutivo, la Plataforma Antitaurina de Ciudad Real ha vuelvo a sacar a las calles a decenas de vecinos y vecinos de la ciudad y la provincia para manifestarse contra el maltrato animal y contra la tauromaquia, bajo el mensaje “queremos toros, vivos y libres”. Han aprovechado la celebración de la feria para realizar su protesta frente a la plaza de toros de la ciudad, donde han pedido el fin de estos festejos, que ya se encuentran “de capa caída”. Es el motivo por el que sus promotores, afirman, regalan entradas a menores, promoviendo la “educación en violencia”.

Del mismo modo, han rechazado que haya “caballeros socialistas en palcos”: “Nos avergüenzan los concejales, representantes de una minoría, alzando pañuelos blancos con sus entradas regaladas”.

Según la presidenta de la asociación, Estefania Navas, en 2018 se utilizaron más de 650 vacas y toros en la provincia de Ciudad Real, de los cuales más del 90% fueron sacrificados en público o privado. Se celebraron alrededor de 166 festejos taurinos repartidos en el 60% de los municipios, en su mayoría sueltas de vacas y algunos encierros, en detrimento de las corridas de toros.

Reseña los datos del I Informe Provincial sobre Festejos Populares, Tauromaquia y Participacíón en 2018, donde se apunta que las principales plazas de toros no llegaron a la mitad del aforo. “Para hacer frente a la falta de asistencia, este año las estrategias para formar un trampantojo visual superan las expectativas: el empresario regala 3.000 entradas a niños y niñas menores de 14 años para todos los días de la feria capital. Mostrando una vez más cómo intentan atraer al público de capa caída apostando por la educación en la violencia hacia los animales desde la cuna”, añade.

La asociación afirma además que la plaza de toros de Ciudad Real no cumple los requisitos mínimos de seguridad, accesibilidad y evacuación para un aforo que supera las 8.000 personas, “suponiendo un riesgo para los espectadores y trabajadores”.

En el manifiesto de la protesta llevada a cabo frente a esta plaza de toros apuntan a esa falta de afluencia en todos los pueblos de la provincia y también al “dinero manchado de sangre” recaudado en estos festejos y que se da a las entidades sociales, cuando “se gasta más dinero en el festejo que lo que destina” a estos colectivos.

“Llevamos tres años ante estas puertas pidiendo respeto, empatía, paz, corazón, evolución. Hoy, además, pedimos al nuevo equipo de Gobierno municipal que mantenga su pacto, que siga sin subvencionar estos festejos anacrónicos y no se derrame sangre animal con el dinero de todos los vecinos y vecinas. De lo contrario, nos tendrán en la puerta del Ayuntamiento invocando a la razón”, concluyen.