Los colectivos ecologistas se retiran de la planificación del Júcar: “Es planificar la muerte de una tierra”

Ecologistas en Acción Albacete, ACEM Ecologistas La Manchuela y la Sociedad Albacetense de Ornitología, han decidido abandonar el proceso de Planificación del Júcar en el que vienen participando desde años atrás. El motivo es que nunca antes se han tenido en cuenta sus aportaciones y que la situación, hoy por hoy, de los ecosistemas del Júcar es “desastrosa”.

Ahora, a raíz de la convocatoria para comenzar a trabajar el proceso participativo del nuevo Plan Hidrológico de Cuenca correspondiente a los años 2021-2027 señalan directamente a que la situación empeorará en el sistema Júcar porque “no hay freno a las demandas de agua”.

El problema, tal y como ha explicado Gregorio López Sanz, miembro de ACEM, es que, en el actual contexto de cambio climático, “los recursos de agua son cada vez menores y tanto las aguas subterráneas como las superficiales están en situación precaria”. Una situación que, advierte, lejos de mejorar está empeorando. “Hemos decidido que no vamos a participar en este proceso porque más que administrar el agua para un bien social, lo que se hace es convertir esta tierra en un desierto sin poner freno a las demandas de agua”, añade López Sanz.

Las peticiones que estos colectivos han hecho años atrás, sin que se hayan tenido en cuenta, han ido en la línea “de conservar nuestras masas de agua subterráneas de las que beben los pueblos de la región”, remarca el miembro de ACEM. Los tres colectivos hablan de una tendencia a convertir los tradicionales cultivos de secano en regadío (viña, almendro, olivo, pistacho), “aumentando la presión sobre nuestros más frágiles ecosistemas”.

A eso que hay que añadir la proliferación de proyectos de macrogranjas “que contaminan las escasas masas de agua que aún se encontraban en buen estado ecológico”. Una realidad que, según cuentan, viene incentivada por la administración pública del agua y las administraciones agrarias y ganaderas de las comunidades autónomas, con independencia del color político del gobierno. “Planificar la muerte de una tierra, como se está haciendo en los últimos años, no tiene sentido y no pueden contar con nosotros”, asegura López Sanz.

Su decisión llegaba este martes, 26 de febrero, justo cuando se ha celebrado una reunión de presentación del proceso de planificación en la ciudad de Albacete a la que han asistido colectivos de regantes, organizaciones agrarias y representantes públicos, entre otros.

Equilibrio entre el uso del agua y la sostenibilidad ambiental

Conjugar la capacidad para poder seguir usando el agua, como hasta ahora, para regadío con la sostenibilidad ambiental es el difícil equilibrio y la tarea a la que se enfrenta el proceso de planificación que acaba de comenzar y que ya tiene en contra a los colectivos ecologistas y prevenidos a los regantes.

“Venimos con preocupación porque el cambio climático es una realidad pero debe dejar una ventana abierta a que los usuarios podamos mantener los usos y el desarrollo que hemos alcanzado”, aseguraba Herminio Molina, presidente de la Junta Central de Regantes de La Mancha Oriental minutos antes de entrar a la reunión. Ven en estos primeros documentos que el proceso de planificación tiende al ecologismo y el miedo es que haya reducción en los usos del agua.

Además, tal y como ha recordado Molina, en Castilla-La Mancha hay pendientes infraestructuras para poder realizar la sustitución de bombeos desde finales del siglo pasado y con este “enfoque ecológico” otro de los temores que aflora es que esas obras no lleguen a producirse.

Por su parte el responsable de la planificación hidrológica del Júcar, Teodoro Estela, ha apuntado que los objetivos de la planificación son dos: atender esas demandas de agua pero a la vez proteger las masas, algo que “no siempre es fácil de conseguir” y que requiere de consenso. Y todo ello teniendo en cuenta que todos los estudios que se han hecho sobre el impacto del cambio climático en la demarcación del Júcar “nos dicen que vamos a tener menos agua y va a estar más concentrada en el tiempo y hay que adaptarse a los recursos.

La de este martes en Albacete es la primera mesa de participación dentro del nuevo ciclo de planificación hidrológica con la presentación de los documentos iniciales para que en julio del año próximo, en 2020, se presente un proyecto de revisión del plan hidrológico.