Los estudiantes de Albacete, en marcha para recibir a la Marea Verde
Los estudiantes no se están quietos en Albacete. Es la única ciudad de Castilla-La Mancha donde el movimiento estudiantil se divide en dos asambleas sectorizadas: la universitaria y la 'de medias' que, sin embargo, no trabajan por separado, sino que coordinan sus acciones para dar más impulso a las demandas que suelen coincidir. Así lo relata Daniel Molina, de Estudiantes en Movimiento y coordinador de la asamblea local albaceteña.
Daniel explica que actualmente salen de una etapa con “mucho parón”, pero que la organización se ha ido restableciendo y las asambleas de estudiantes reciben a cada vez más gente. El interés, asegura, se nota también gracias a la acción a través de las redes sociales. Así, pretenden volver al nivel que tenía la movilización que se vivía hace ya años, que se perdió debido al “descontento y la desorganización”. Entre las últimas acciones que realizaron fue el referéndum para tomar parte en la pasada huelga de abril, donde votaron más de 800 personas y se llevó a cabo una concentración “exitosa” frente a la Consejería de Educación.
Actualmente trabajan en la asamblea universitaria albaceteña poco más de veinte personas, que se reúnen siempre en un tono de dialogo, y se incluye a quienes sí tienen responsabilidades de organización, comunicación y enlace externo que se encarga de llevar el diálogo con movimientos como las Marchas de la Dignidad. Las decisiones se toman “completamente a consenso” siempre en sitios con “mucha visibilidad”. Además, los universitarios están también en contracto con la asamblea de medias, con la que también se reúnen si las estrategias son parecidas.
Entre las reivindicaciones particulares de los estudiantes de Albacete se encuentra el precio del transporte, ya que el campus está alejado de la ciudad y obliga a muchos a tener un abono de transporte. “De todos modos, esto afecta a los estudiantes por igual, en todos lados”, afirma Molina. El referéndum celebrado, señala, fue una manera de demostrar la “falta de democracia” que observan en la Universidad, recordando la situación de las elecciones a rector de este año en la que “muchos estudiantes votaron al candidato que finalmente no salió. Fue por la tasa de representación de los estudiantes”.
Albacete también acogerá en julio el encuentro estatal de la Marea Verde, en cuya preparación colaboran también la asamblea de medias y la de docentes. “Queremos dotar de organización al movimiento y llevar así propuestas concretas”, afirma Molina, y es que el debate acerca del modelo de educación que se busca está siempre abierto y, por tanto, inconcluso. La importancia del movimiento estudiantil, explica Daniel, se puede ver en aquellas ciudades donde es especialmente fuerte, como Sevilla o Alicante. “Cada vez que pasa algo, la respuesta es importante. Siempre”, recalca.
Los estudiantes de Albacete también han reconocido medidas positivas en la gestión que ha llevado hasta ahora Emiliano García-Page, valorando como positivo el anuncio de las rebajas de máster. Eso sí, advierten, García-Page ha “tardado mucho” y ha prometido también “muchas cosas que necesitamos que se cumplan”. Ante esto, aseguran, el movimiento estudiantil se mantendrá apartidista y va a estar reclamando los derechos “estando el Gobierno que esté”.
La tarea de la 'asamblea de medias'
La asamblea de medias, es decir, estudiantes de la ESO, Bachillerato y los ciclos formativos de grado medio, engloba en la ciudad a unos treinta estudiantes y espera que una veintena se una definitivamente al movimiento, interesados que se han manifestado tras la última movilización de abril. “Es un lujo contar con tanta gente, así podremos sacar mucho mejor el trabajo y llevar también mejor las movilizaciones”, afirma Jorge Nieves. Las reivindicaciones se plantean como medidas 'preventivas' antes de la entrada a la Universidad.
Así, la asamblea se ha unido a la lucha contra la LOMCE y el decreto 3+2. Además, colaboran con el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza para contar así con el punta de vista de los docentes y no sólo el de los estudiantes. “Así se trabaja mucho mejor”, incluso cuando son en pequeñas cosas “puntuales”, según relata Nieves. Los problemas de los institutos que han señalado desde la asamblea se deben a los cuatro años de recortes, ya que hay materiales como los informáticos que están ya “un poco anticuados”, además de que las ratios de alumnos son muy altas.
Eso sí, Jorge advierte de que hace falta más participación del mismo estudiantado.“Uno de los problemas es que la gente no es consciente de la problemática actual y, por eso, no se involucran mucho”, relata. Es por esto que también trabajan en piquetes informativos e informan directamente a los estudiantes las razones de por qué, por ejemplo, se celebra una huelga. “Es que nos afecta a todos. Con esto queremos llevar a cabo un trabajo de base que pueda llegar a todos los alumnos”, concluye.