La literatura también tiene sitio para “las aventuras extraordinarias” de los trabajadores sociales
“Todo lo que cuento es verdad, salvo lo que no, que es mentira, aunque sí es verdad que me permito novelarlas. Intento ser albacea de experiencias de otros muchos profesionales y yo las hago como mías, pero reconociendo que son de un montón de gente”, así explica el escritor y trabajador social Alejandro Robledillo las historias que presenta en los libros que ha publicado y que recogen “aventuras extraordinarias” de trabajadores sociales.
En un acto organizado en Libro Taberna El Internacional, en Toledo, con la colaboración del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Castilla-La Mancha, y amenizado por la música del toledano Kike Calzada, Robledillo ha abordado el papel de los trabajadores sociales a través de “un pequeño espectáculo teatral” con el que dio rienda suelta a las situaciones que viven estos profesionales y “que son muy desconocidas por la sociedad”.
‘De gallegos, tucanes y trabajadores sociales’, ‘El libro negro de Philomeno’, y otro más, ‘El día de Marina’, escrito por Javier Gómez, ilustrado por Pedro Rodríguez y editado por el propio Robledillo, marcaron el repertorio de historias que el autor gallego dio a conocer. “Mi idea es empezar a crear con mis libros una especie de biblioteca sobre la profesión en la que otros autores se vayan sumando”.
De esta manera, destaca que su primera novela, ‘De gallegos, tucanes y trabajadores sociales’, que va ya por su sexta edición, narra sus propias aventuras en la profesión con un carácter similar al de películas como ‘Bienvenidos al norte’ donde no falta el humor para describir las surrealistas, pero verídicas, situaciones que se encuentra en su día a día con los colectivos con los que trabaja.
Robledillo aborda temas como la maternidad o la dependencia en entornos rurales aislados, donde ha trabajado con menores con diversas problemáticas, gente sin hogar o refugiados. “Me quedaría con la universalidad del libro. Lo más bonito es el choque entre el mundo urbano y el rural”, dice el autor.
Delirantes y surrealistas historias
En este sentido, la sinopsis de ‘De gallegos, tucanes y trabajadores sociales’ destaca que el libro recoge una serie de historias en lo más profundo de la Sierra de Ancares, en un pueblo surrealista habitado por poetas, inglesas de color verde, tontos del pueblo “superdotados” y todo un reparto de personajes con los que tendrá que lidiar para conseguir poner un tejado de pizarra a Eudoisa, una mujer que sufre síndrome de Diógenes y que vive aislada en una palloza.
“Con este hilo conductor, el autor reflexiona sobre qué es el trabajo social y las características propias de la montaña lucense como ‘la retranca’ gallega en un texto que nada entre el género auto-biográfico y el surrealismo”. Un primer libro que ha tenido un destacable éxito y que le sirvió de impulso también para escribir ‘El libro negro de Philomeno’.
En este último, que asemeja a ‘El silencio de los corderos’, Robledillo abandona el genero del realismo mágico e invita a nadar en las tramas de una obra situada entre la novela negra, el impresionismo literario y en la que incluso se permite ciertos guiños al teatro, sin abandonar su característico sentido del humor.
El autor ya había presentado sus libros en Andalucía, Madrid o Valencia, pero le faltaba Castilla-La Mancha. “Vi que había una ola de calor en Toledo y pensé: seguro que alguna aventura me pasa”, guasea Robledillo, que este pasado viernes presentó también sus libros en Talavera de la Reina por la mañana.
Sus historias, que han traspasado el interés de los trabajadores sociales y ha conseguido llegar a un público más general, podrían incluso llegar a los escenarios ya que, según apunta, hay compañías interesadas en llevar al teatro sus historias.
Emcreativo, su propia escuela de escritores
Sin dejar su humor de lado, el compromiso social que caracteriza a estos profesionales llevó a Robledillo a poner en marcha ‘Emcreativo’, una escuela de escritores para personas con discapacidad que ha conseguido ya catorce galardones nacionales e internacionales.
La idea surgió en la Asociación Lucense de Esclerosis Múltiple (Alucem), donde solicitaron contar con un taller literario y que derivó en la creación de una escuela de escritores “en toda regla”. Aunque en ella se respetan las motivaciones individuales, el objetivo con el que se creó es que el grupo de escritores produjera también material literario relacionado con la enfermedad.
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