‘O.J.: Made in America’: la caída de un héroe, el desvanecimiento de un sueño

Orenthal James Simpson o más conocido por “O.J.” es, sin duda, parte de la historia de la televisión moderna de los Estados Unidos. Un precedente que sentó a millones de personas delante de la pequeña pantalla que vivieron, prácticamente en directo, la caída de un gran héroe y, con él, las miserias e imperfecciones del ‘American Dream’ (Sueño Americano). Un relato epopéyico con final trágico que se recoge en ‘O.J.: Made in America’, una excelente serie documental compuesta por cinco capítulos de una hora y media de duración cada uno, escritos y dirigidos por Ezra Edelman (‘30 for 30’, ‘Brooklyn Dodgers: The Ghosts of Flatbush’) para el canal ESPN.

Es difícil que a estas alturas nadie haya escuchado algo, por muy pequeño que sea, de la historia de O.J. Simpson; de hecho, a los lectores del blog, les tiene que sonar porque hace unos meses escribí sobre ‘American Crime Story: The People v. O.J. Simpson’, serie de Ryan Murphy que relata todos los prolegómenos de su juicio. Ficción que se complementa y se disfruta, aún más, tras el visionado del extraordinario documental. Sin embargo, y como apunta Aloña en su artículo, ‘'O.J.: Made In America', el desesperado intento de fuga más famoso de la historia’, el evento ha dado miles y miles de líneas a los guionistas en parodias, series, películas y programas televisivos -diurnos y nocturnos- a lo largo de estos años. Aun sabiendo todo o casi todo, esta serie documental es una obra periodística extraordinaria e hipnótica que explora y descubre gran cantidad de información al espectador que le ayudará a contextualizar mucho mejor lo que supuso esta historia para los Estados Unidos de América.

Este extraordinario documento no solo es un recorrido por la vida de O.J. sino también una exploración sociocultural -muy esclarecedora-, de los Estados Unidos desde finales de los sesenta y, cómo influyó en el posterior desarrollo y resolución del juicio; siendo una de las épocas más convulsas del periodo moderno del país. Un pedazo de historia que rezuma complejidad ya que el texto está tratado desde muchos e interesantes puntos de vista con protagonistas de la época. Además, el documental logra navegar grácil y hábilmente, sin perder un ápice de profundidad, por los acontecimientos más importantes dando una visión poliédrica de la realidad social, cultural, policial y judicial que aún, a día de hoy, sigue siendo un gran estigma para EE.UU.

La historia de O.J. está ligada, irremediablemente, al sueño americano. Un niño nacido y criado en un barrio muy humilde que lograr ascender en un mundo cruel y amenazante dominado por los blancos, y que con su esfuerzo, consigue ser una persona rica y famosa; aunque, al final, como dice el dicho, no es oro todo lo que reluce, y poco a poco, el personaje va fagocitando a la persona y, a la vez, se van descubriendo detalles que manchan y rompen el idealismo del sueño; para la posterior caída del mito. Un hombre que nunca quiso asociarse con los problemas de su raza, ya que el solo quería ser él mismo y, no tenía problemas para reconocerlo. Se convirtió en un auténtico fenómeno televisivo y un héroe y símbolo para blancos y negros, algo que nunca había ocurrido.

La mecha se encendió cuando Simpson se convirtió en uno de los mejores futbolistas del deporte universitario, en la universidad del sur de los Ángeles (‘USC’), eminentemente blanca. Allí, su enorme carisma y proyección le hizo mezclarse a la perfección esa gente mientras era ajeno con nocturnidad y alevosía de los grandes conflictos raciales que estaban sufriendo los de su etnia. Basado en sus éxitos futbolísticos se forjó una personalidad magnética que encandiló a todos, sin distinción del color de la piel. Su legado se extendió a la televisión convirtiéndose primero en un hombre anuncio, donde las marcas supieron usar su popularidad para llegar a ambos públicos; y, después, dar el salto a la gran pantalla. En esos momentos, O.J. se encontraba en la cúspide mediática, mientras, la corrupción y xenofobia de la policía angelina seguía echando echando más leña al fuego, en una población negra desesperada por justicia e igualdad.

Sin embargo, hay dos puntos en el documental que se explican fabulosamente: primero, el lado oscuro de O.J. y la permisividad de la policía para que al final se permitiera el asesinato de Nicole; y, segundo, el contexto que sentó las bases para explicar todo el revuelo -social y mediático- y posterior resolución del juicio a Simpson.

El juicio fue un verdadero hito televisivo, de hecho, fue la primera vez que se introducían cámaras para emitir su desarrollo en absoluto directo. Un auténtico acontecimiento mediático a nivel social, cultural y judicial. Se rellenaron horas y horas de entrevistas, análisis, tertulias y debates. El fenómeno traspasó la pantalla y se coló la vida de la gente, sobre todo, del pueblo negro que veía este proceso judicial como una manera de obtener venganza por todos esos años de maltrato e injusticia del corrupto sistema policial de los Ángeles. Todo lo que lo rodeó fue un verdadero circo y, al final, la verdad, era lo que menos importaba; de hecho, a muchos, les daba igual si O.J. era culpable o no de asesinar a Nicole.

La última etapa fue la más decadente para el héroe americano -actualmente, en la cárcel- donde fue “víctima” de una persecución mediática; y, aunque, él seguía teniendo esa chispa de carisma, poco a poco, se hundió en un tren de vida verdaderamente dantesco y vergonzoso. Como consecuencia, el sistema judicial encontró una manera de hacer justicia al asesinato de Nicole. Así, se fraguó la caída trágica del mito y la completa ruptura del sueño americano.

Un documental adictivo, muy cuidado y fantásticamente desarrollado que es cien por cien recomendable. Una epopeya de un gran héroe estadounidense con final trágico. Que goza de una narración tratada a través de diferentes aristas con un eminente tono reflexivo y un gran trasfondo, para entender no solo la caída del mito y las imperfecciones del sueño americano sino, también, para comprender la sociedad y cultura de la época y como sus consecuencias llegan hasta la más eminente actualidad de los Estados Unidos.

O.J. Simpson: ‘Por favor, recordadme como “Juice”. Por favor, recordadme como un buen tio… por favor…’

Una obra imprescindible que en España se puede ver a través de Movistar+. Apta para quien conozca la historia como para los que no. ¡Echadla un vistazo, no os arrepentiréis!