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La música, en palabras de grandes figuras del rock español

Portada del libro 'Mamá, quiero ser artista' de Amado Storni

Alicia Avilés Pozo

Dentro de las diversas aristas que componen el complicado debate cultural en España se encuentra el de la industria musical. La piratería, la política desligada del talento en la que se han sumido grandes compañías discográficas y la subida del IVA han hecho que se trate de una cuestión que necesita ser matizada y reflexionada. Y quién mejor para sacar conclusiones que los propios artistas.

Este fue el resorte que empujó al periodista, escritor y músico Amado Storni a poner su bloc de notas y su grabadora al servicio de grandes figuras de la música española. El resultado ha sido “Mamá, quiero ser artista”, una antología de entrevistas donde el autor deja que sean los propios artistas, compositores y periodistas musicales los que se expresen con libertad sobre el mundo con el que lidian cuando bajan del escenario, sueltan la púa y luchan por hacerse hueco en una faceta del arte cada vez más difícil.

De promoción en Toledo, y tras cinco años entregado a la redacción del libro, este escritor alcarreño de adopción nos cuenta en una entrevista que fue su fanatismo musical la principal causa de adentrarse en esta obra, consciente del “vacío existente sobre la situación de la música, pero desde el punto de vista del artista”.

Figuras del rock español de la categoría musical de Johnny (Burning), Armando y Carlos de Castro (Barón Rojo), Charly Domínguez (Los Suaves), Julio Castejón (Asfalto), Juancar (Boikot), Bode (Porretas) o “El Drogas” (Barricada), entre otros muchos, ofrecen a través de sus páginas su visión particular sobre esta industria, en ocasiones arrojando luz sobre sus oscuros mecanismos y a veces denunciando sus contratos “leoninos”, la imposición de los “managers” o la compra de discos de platino.

En realidad “Mamá, quiero ser artista” es un multirreportaje donde son las palabras de estos artistas los que dejan que el lector, como afirma Storni, saque “sus propias conclusiones”. Es decir, no sienta cátedra, no encamina al lector hacia una solución final, pero sí le ayuda a ampliar su visión a través de todos aquellos que lo viven de primera mano, realizando en ocasiones preguntas complicadas o comprometedoras, a las que, apunta, “todos estuvieron dispuestos a contestar”.

Uno de los tesoros del libro es también la recopilación de instantáneas de fotógrafos de renombre, que buscan contribuir a crear en el lector cierta cercanía con los artistas, considerándolos humanos además de ídolos. De hecho, las puertas que Storni ha abierto con esta obra han provocado que su investigación se haya quedado corta para el propósito. Por eso está preparando una segunda entrega del libro en el que cambiará el rock por otros géneros “más convencionales o comerciales” para ampliar el espectro.

Storni, como fan, músico y autor, defiende que un artista debe “estar siempre de promoción” y al mismo tiempo “mantener los pies en el suelo”. Asegura que no siempre es así, pero pese a todo denuncia que buena parte del problema de la industria musical la han tenido las compañías, que no han sabido encontrar soluciones a problemas como la piratería, y que tampoco han sabido adaptarse a las nuevas tecnologías o a Internet, “un cuchillo, bueno o malo dependiendo de su utilidad”.

Defiende así algunas soluciones viables como serían que la industria cobrara a las compañías telefónicas que suministran Internet por cada descarga realizada, en un beneficio que revertiera en los autores; una mejor gestión de la Sociedad General de Autores (SGAE) e incluso que otras empresas pudieran desmonopolizar la administración de los derechos de autor; o empresarios al frente de las discográficas que “simplemente supieran de música” y “no fueran comerciales que venden algo en lo que no creen”.

Storni conoce de primera mano los defectos de muchos artistas, pero ante todo agradece la colaboración de todos aquellos cuyas impresiones y experiencias han quedado reflejadas en libro, como parte de la historia de la música en España.

Amado Storni es el pseudónimo, en reconocimiento a la poetisa argentina Alfonsina Storni, con el que escribe Jaime Fernández. Licenciado en Ciencias de la Información, actualmente es periodista musical y colabora en las revistas “La Heavy” y “Los + mejores”, en periódicos como El Heraldo del Henares y Madrid Out, y en blogs dedicados a la música y a la cultura. Como escritor ha publicado seis libros de poesía, y de su faceta musical destacan sus dos discos editados hasta la fecha, “Mi asignatura pendiente” y “Primera persona del singular”.

Ganador y finalista de premios de relevancia literaria, sus poemas han sido incluidos en XXI y en 2012 de la poesía en español de , así como en la página de “11M Afectados de Terrorismo”. “La Libertad de elegir ser esclavo” es el blog donde se recoge gran parte de su obra poética, literaria, musical y periodística. Su libro “Mamá, quiero ser artista” puede adquirirse en el enlace:

http://www.libreriacirculorojo.com/lafabricadellibro/3136476/mama-quiero-ser-artista.html

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