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Lo que marzo se llevó: la pandemia arrasa con parte del empleo y las pensiones en Castilla-La Mancha

El gasto en prestaciones por desempleo alcanza 2.355 millones en noviembre y la cobertura cae al 61,4%

Alicia Avilés Pozo

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Los nuevos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE), junto a los datos del paro registrado de marzo que se conocieron a principios de mes, comienzan a dibujar el escenario de la crisis económica y social que ya empieza a asomarse en todos los sectores tras la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus.

En Castilla-La Mancha, según las cifras del primer trimestre del año, el desempleo sube en todos los sectores, pese a que aún no se contabilizan a las personas afectadas por un los Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTE), que se consideran ocupados mientras la suspensión sea menor a tres meses. Aunque el estado de alarma solo afectó a la segunda quincena de marzo, este mes ha supuesto el “descalabro” del empleo y también de las pensiones.

Con la nueva EPA sobre la mesa, la tasa de paro sube en esta región del 16,5% al 18,11%, siendo una de las comunidades autónomas que más ha visto empeorado este dato y situándose casi cuatro puntos por encima de la media nacional. Además, el 47,6% de las personas paradas son de larga o muy larga duración y han aumentado de manera considerable en este primer trimestre de 2020. De hecho, es el colectivo que más parados tiene.

Desagregando los datos por sectores en la comparativa entre el último trimestre de 2019 y el primero de 2020, un dato significativo es que, tras los desempleados de larga duración (6.000 más) son los trabajadores del área industrial los más afectados, con una subida del paro 4.600 personas entre ambos periodos. Le sigue el sector agrícola con 3.300 parados más, mientras que el sector de los servicios (donde se han realizado multitud de ERTE) y el de la construcción (que ha permanecido activo excepto en las dos semanas en que se decretaron solo servicios esenciales) se han visto menos afectados.

Paro juvenil y pensiones

De igual forma, mientras la brecha de género se mantiene en estas cifras, los y las jóvenes han vuelto a ser de los más afectados, con una tasa de paro en Castilla-La Mancha que pasa del 36,3% al 40,2% en personas de entre 16 y 24 años. En total, son 1.200 más los y las jóvenes que se han quedado sin empleo.

También se han hecho públicos nuevos datos de las pensiones. Castilla-La Mancha registra en el mes de abril un total de 374.900 pensionistas que cobran una pensión media de 931,72 euros, y que son 77,11 euros por debajo de la media nacional. Estos datos suponen un descenso de 1.616 pensiones respecto al mes de marzo, cuando registró 376.516, pero un aumento en el número de pensionistas del 0,5% con respecto al mismo mes del año anterior.

Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, de los 374.900 pensionistas castellanomanchegos hay 44.025 que cobran 906,57 euros de media en pensión por incapacidad; 217.701 que cobran la pensión de jubilación con una media de 1.072, 45 euros; y 95.644 más cobrando viudedad, a razón de 715,18 euros de media. Así las cosas, 14.996 personas cobran en la región una pensión media de orfandad de 405,44 euros; y por favor de familiares, 2.534 castellanomanchegos cobran 532,18 euros de saldo medio.

En el Gobierno de Castilla-La Mancha, la portavoz, Blanca Fernández, explica que el primer trimestre del año tiene siempre un “comportamiento negativo” que este caso se ha visto afectado por la crisis de la COVID-19. De hecho, destaca que los datos no reflejan homogeneidad ni por provincias ni por sectores. Por ejemplo, en Ciudad Real y Guadalajara, puede estar marcado por la campaña de rebajas y el sector agrícola, respectivamente, por lo que sus cifras son distintas al de las otras tres provincias castellanomanchegas.

Sin embargo, esto ha sucedido sin que aun se contabilicen los ERTE, lo que hace que el Ejecutivo mantenga su preocupación en “activar al máximo el empleo” en la comunidad autónoma una vez que finalice el estado de alarma. “Todavía hay muchos sectores que siguen en plena actividad y es difícil ver la evolución, pero obviamente en esta región, como en el conjunto del país y de Europa, se dibuja de alguna forma el comportamiento que tenemos que tener en el ámbito público para paliar al máximo los efectos de la crisis en el mercado de trabajo”, añade.

Pero la visión es mucho más crítica en el caso de los autónomos. La organización ATA afirma que se trata de una EPA “terrible” aunque “lo peor está por llegar”. “Nos anuncia que los datos del segundo trimestre van a ser escalofriantes”, ha asegurado Lorenzo Amor, presidente de esta organización, quien alerta de una “importantísima caída del empleo, donde vamos a ver cifras de paro que ya creíamos olvidadas, y desgraciadamente se ha a acercar a la tasa de paro del 20%”.

Desde el sindicato UGT-CLM, la responsable del gabinete técnico, María Ángeles Huete, a la vista de estas cifras, ha pedido la flexibilización y agilización de los ERTE para la fase de desescalada, así como el resto de medidas económicas y de protección de la clase trabajadora y de las empresas si se quieren evitar daños mayores en el tejido productivo. “La crisis no terminará con el fin del estado de alarma”, avisa.

Una renta mínima garantizada

Considera que las medidas temporales adoptadas no son suficientes y que es necesario que a través del diálogo social regional se diseñe un plan de consenso para la reconstrucción económica y productiva. En este sentido, apunta a frenar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras de la región con empleos afectados por la COVID-19 y establecer una protección social mayor como una renta mínima garantizada.

Por su parte, el sindicato CSIF precisa que dentro de esta destrucción generalizada de empleo, el 24,5% por ciento de los asalariados del sector privado tienen un contrato temporal, pero la crisis sanitaria ha afectado también al empleo público, que ha perdido 4.600 ocupados. Por esto último, subraya que los empleados públicos son garantes del sistema de bienestar y “se merecen todo el reconocimiento”.

Finalmente, CCOO ha denunciado que en Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma donde más ha bajado la ocupación en términos interanuales (28.600 menos con respecto al año pasado) y la segunda si se comparamos con el trimestre anterior. Una “evidencia”, intepreta este sindicato, de que esta región se está recurriendo al despido más que en otras comunidades autónomas, afirma la secretario regional de Empleo y Políticas Sociales, María Ángeles Castellanos.

“Vivimos una realidad que no teníamos prevista, ahora lo importante es seguir salvando vidas. Vidas que hoy se salvan en los hospitales o confinándonos en casa, que mañana tienen que continuar y seguirán siendo igual de importantes que lo son hoy y en este punto es en el que el trabajo y el mantenimiento del empleo cobran especial importancia”. El sindicato hace hincapié en que si algo está quedando patente en esta crisis es “el valor de las personas trabajadoras y el de los servicios públicos para sacar adelante la sociedad, cuestiones que no hay que olvidar en el diseño de las bases del futuro que queremos”.

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