La provincia de Albacete pierde humedales a consecuencia de la sequía
La sequía que este último año ha afectado a todo el territorio nacional sigue dejando un rastro de consecuencias a su paso. Entre ellos está el del censo de aves, que, ante el descenso en los humedales de la provincia de Albacete, se concentran en los pocos que queda con agua. Así lo reflejan desde la Sociedad Albacetense de Ornitología (SAO). Un ejemplo, que describe Jose Antonio Cañizares, coordinador de estadísticas de la SAO, que asegura que en la laguna de Salobrejo, en 2017, se censaron 575 aves acuáticas mientras que este año se han censado 1047, casi el doble. En la laguna de Pétrola pasa algo similar de 303 aves en el pasado año pasa a 690 de este invierno.
No es que haya más aves sino que todas se concentran en una menor superficie debido a que muchos de los humedales no cuentan con agua. Y es que muchos de los humedales de Albacete son lagunas de carácter temporal, que este invierno están secas como consecuencia de las escasas precipitaciones. De hecho el número de humedales con agua en 2017 era de 22 frente a 14 que se contabilizan a principios de este 2018.
Hoy están secas la Laguna de Horna, la de Hoya Usillas, la de Casa Higinio, Hoya Grande y Hoya Chica, a las que se suman la laguna de El Saladar en Almansa y la laguna de Las Anades o Los Sapos. Ante este panorama son las lagunas más permanentes, como las de Pétrola, Salobralejo y Ontalafia, las que acogen a la mayor parte de las aves censadas.
Pero si hay una laguna que alberga la mayor cantidad de aves y mayor diversidad esa es la laguna de Salobralejo con 1047 aves de 19 especies diferentes. Mientra, en otras como la de Pétrola se censaron casi 200 individuos de dos especies: gaviota patiamarilla y gaviota sombría. Otra especie habitual en nuestras lagunas es la gaviota reidora, de menor tamaño que las anteriores.
500 aves acuáticas más que en 2017
Teniendo en cuenta todos los humedales de la provincia, excepto las lagunas de Ruidera, los números son parecidos aunque este invierno se han censado 500 aves más que en 2017. Este aumento se debe al incremento de especies como el ánade azulón, que cuenta con más de 2000 ejemplares, el aguilucho lagunero occidental, cormorán grande, cuchara común, gaviota patiamarilla, gaviota sombría, malvasía cabeciblanca o porrón europeo. Aunque también ha descendido el número de otras especies como el ánade friso, la cerceta común, la garcilla bueyera o el pato colorado.
La principal novedad en el censo de aves que ha realizado la SAO este año es la presencia de un ejemplar de porrón pardo, una especie muy escasa en toda la península y catalogada como especie en peligro de extinción tanto a nivel nacional como regional. También un dato muy importante ha sido la presencia de 107 malvasías, especie también en peligro de extinción, y que en encuentra en la provincia un lugar muy bueno para nidificar e invernar.
A esto se suma que se han encontrado tres especies de gaviotas, aves tradicionalmente relacionadas con el mar pero que también se pueden encontrar tierra adentro. En los últimos años su expansión se ha favorecido por el uso de los vertederos como fuente de alimentación.