Reconquistando la gestión pública del agua: del suministro mínimo vital al gran turismo
Algo está cambiando en los modelos locales de gestión del agua. El suministro y gestión de este recurso, considerado de acceso universal por los movimientos sociales que defienden su carácter público, se está abriendo paso en las experiencias de remunicipalización de algunas localidades españolas. Y lo está haciendo en contextos muy diferentes que atienden a necesidades de diversa índole, gracias a la actividad emprendedora de sociedades y empresas públicas que han conseguido 'rescatar' este servicio para los ciudadanos.
Así se ha puesto de manifiesto en las jornadas sobre gestión pública del agua organizadas por la Federación de Asociaciones Vecinales de Toledo ‘El Ciudadano’. En la misma ha participado Santiago Gutiérrez, consejero delegado de Medina Global S.L., sociedad pública que gestiona el ciclo integral del agua en el municipio gaditano de Medina Sidonia. Ha conseguido no solo remunicipalizar este recurso sino casi la totalidad de los servicios básicos del Ayuntamiento como la recogida de basuras, la limpieza viaria, las obras públicas o las actividades deportivas.
Gutiérrez ha explicado que toda la gestión es cien por cien pública, y que con ello han demostrado que este modelo es una “alternativa viable” a la privatización del agua. No solo por la transparencia sino porque se ha hecho con una “visión social” que en el caso de Medina Sidonia ha trascendido en todo el país por haber aprobado el denominado ‘suministro mínimo vital’: la empresa no utiliza el corte de suministro como mecanismo para favorecer el pago de las tasas y se coordina con los servicios sociales del Ayuntamiento para que los vecinos en riesgo de exclusión social tengan garantizados 100 litros de agua por habitante y día de manera gratuita.
“Se trata de un modelo que no tiene ningún problema en las cuentas anuales y que está funcionando tanto a nivel de derechos sociales como de gestión, incluso con dinero disponible cada año para llevar a cabo obras hidráulicas”, afirma su consejero delegado. Además, cuenta con el apoyo ciudadano y con la presencia de personas independientes en el Consejo de Administración.
Misma filosofía pero diferentes objetivos presenta la experiencia presentada por Josep Lluís Henarejos, gerente de AMJASA, Empresa Municipal de Jávea (Alicante). Este modelo es una ‘rara avis’ en todo el territorio nacional puesto que la gestión del agua en esta localidad es pública desde 1977. La empresa gestora se creó para dar respuesta a las condiciones especiales de la zona y de su urbanismo, y al tratarse de un pueblo que pasa de 30.000 habitantes de base a 110.000 en verano, con la llegada de los turistas.
“Nuestra experiencia ha sido un poco al revés, ya que hemos ido adquiriendo pequeñas empresas privadas de urbanizaciones negociando poco a poco con ellos, de forma que casi todo el municipio se gestiona desde la empresa pública”, precisa Henarejos. El municipio también tiene características especiales debido a la sequía y siempre ha sido AMJASA “la que ha dado soluciones”, primero con la adquisición de pozos durante los años 70 y 80, y después con la construcción de una planta propia de desalación.
El modelo de Jávea, que es la única gestión cien por cien pública del agua en la Comunidad Valenciana, se ha adaptado a “consumos muy cambiantes” siempre gestionados desde lo público y dando garantías, lo que ha hecho que el pueblo “aprecie a la que ya consideran su empresa”.
La experiencia castellano-manchega ha sido la detallada por Fernando Ruiz de Osma, portavoz de la Plataforma contra la Privatización de Aguas de Alcázar. En este caso, lo destacable ha sido la importancia de los movimientos ciudadanos y sociales para impedir que sigan extendiéndose los modelos de privatización avalados por empresas mixtas de gestión, con los que suben los costes en detrimento de los vecinos, como ha sido el caso de esta localidad ciudadrealeña y de su lucha por revertir este sistema en la localidad ciudadrealeña.
