Roberto Perea: “Los artesanos hemos recuperado nuestros derechos”
Para Roberto Perea, presidente de la Federación de Artesanos de Castilla-La Mancha, la situación de este sector ha dado un vuelco, en positivo. Y es que, según relata, a partir de 2011 los artesanos castellano-manchegos no recibieron “ningún tipo de ayudas”, pero tampoco se otorgaron títulos de maestro artesano ni tampoco se convocó la Comisión Regional de Artesanía. Paso a paso, esto ha ido cambiando.
“Durante 2013 y 2014 el sector no pudo organizar la Feria (FARCAMA), ni tampoco hablar en los discursos. No se trata de eso, pero ahora los artesanos hemos recuperado nuestros derechos”, señala el profesional. La importancia del sector recae, explica Perea, en que es parte de la cultura castellano-manchega, lo que se muestra en que muchas ciudades y pueblos de la región son “referentes” y conocidas a nivel mundial.
Entre otros, se refiere a casos como el de Talavera de la Reina y su cerámica, los encajes que se producen en la ciudad de Almagro, el famoso damasquinado de Toledo o el mimbre de Cuenca. “Aparte del empleo que genera de manera directa e indirectamente, hay que tener en cuenta que 5 mil familias viven en torno a la artesanía en la región”, recuerda. Por eso, desde la Federación siguen abogando porque la instituciones públicas se encarguen de proteger este tipo de patrimonio.
Ayudas a la comercialización y mejoras de talleres
Sin embargo, recuerda, no todo es suficiente. “Todo es bueno, pero también es susceptible de mejorar”, afirma. Sin embargo, concede que este año se han concedido unos 200.000 en ayudas, que se destinarán a las empresas artesanas para que mejoren su competitividad a la hora de comercializar sus productos. La próxima convocatoria, señala, irá dirigida a la mejora de los talleres: “esperamos que esto lo atiendan y que dentro de la línea de ayudas se contemple”.
Perea también celebra que este año se haya cuadriplicado el número de títulos de maestro artesanos, además de dos medallas y tres placas. “Estos reconocimientos ayudan a poner en valor al sector artesano, al ser la mayor distinción que se puede dar a un colectivo”, asegura.
En cuanto a la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha, Perea ha querido especificar que no se valora en cifras, sino la calidad del producto y de los visitantes que acuden. “El año pasado la feria estuvo muy bien en cuanto a volumen de negocio y a nivel de visitantes. Este año ha crecido, hay más gente en la zona gourmet y más artesanos y es que el boca a boca de los artesanos es que ha funcionado y por eso hemos tenido más solicitudes”, señala.
Finalmente, Perea ha destacado que este año la Feria se puede calificar de “internacional”, debido a la presencia de artesanos de otros países como Francia o México. “Esto le aporta calidad e imagen frente a otras que se celebran”. Y es que para el sector castellano-manchego, esto supone una oportunidad para ver cual es la competencia de fuera: “no sólo debemos quedarnos con lo que 'nos dejan hacer', sino para perfeccionar en tu oficio”, concluye.