Las altas temperaturas y la sequía están afectando a la producción y al estado del olivar
Las perspectivas de cosecha de aceituna en la inminente campaña, tras el análisis de los datos aportados por cooperativas almazaras de las principales comarcas productoras –Montes Norte, Campo de Montiel, Campo de Calatrava, Montes de Toledo, Mancha, La Jara, Alcarria, Sierra de Alcaraz, etc.-, “no son nada halagüeñas, hablan de una producción de aceite de 80.000 toneladas ”.
Estas previsiones provisionales de cosecha de aceituna con destino a molturación supondrían una disminución en Castilla-La Mancha del 36% respecto a la campaña pasada, sin embargo, Juan Martínez, responsable sectorial de Cooperativas Agroalimentarias no descarta que está cifra empeore si, como se apunta en las previsiones, no llueve de forma inmediata.
A nivel nacional las estimaciones 2017-18 también acusan reducción, con una cifra de producción de aceite estimada en el mejor de los casos de 1.150.000 toneladas, por debajo de las 1.284.000 toneladas de la campaña 2016-17.
Según este balance, “los olivares, en prácticamente todas las zonas de Castilla-La Mancha, están afectados por las altas temperaturas registradas en los últimos meses y la ausencia de lluvias, cuestión que a pesar de las escasas precipitaciones registradas hace unas semanas, no tiene visos de solucionarse, y con total probabilidad afectará a la cosecha, que se verá mermada, y con rendimientos de aceite previsiblemente muy bajos”, ha señalado Juan Martínez.
Calidad prevista para esta campaña
Aunque aún es pronto para hablar de la calidad, la reducción de cosecha y rendimientos, “no tiene por qué afectar a la calidad de la producción”. Según el responsable sectorial de Cooperativas Agroalimentarias, la incidencia de la plaga de la mosca del olivo, factor que sí influye en la calidad, hasta el mes de septiembre ha sido baja. Con posterioridad a esa fecha se ha observado en diferentes zonas y con distinta intensidad, aumento en la captura de adultos y de picada en frutos.
También, la sequía generalizada ha provocado la presencia en los olivares de frutos pequeños y/o arrugados, poco apetecibles para la picada de la mosca, frente a parcelas de regadío con frutos más desarrollados y más atractivos al ataque.
Respecto a la incidencia de la falta de lluvias y sequía generalizada en el estado de los olivos de cara a próximas campañas., Juan Martínez considera que “podría ser relevante que hubiera precipitaciones en las próximas semanas, ya que beneficiarían al olivar, no obstante, las previsiones meteorológicas no parecen ser optimistas en este sentido”.
Señala, además, que existe una gran preocupación en el sector no solo por lo que acontecerá en esta campaña sino por los efectos que puede ocasionar la sequía en campañas futuras dado el nivel en el que se encuentran los pantanos y acuíferos de prácticamente todo el territorio.