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Varios pueblos de Guadalajara se quedan sin teléfono casi dos semanas

Poste de comunicaciones caído en el término municipal de La Yunta (Guadalajara)

Raquel Gamo

Sin teléfono, conexión a Internet ni servicio de teleasistencia para las personas mayores. Así han vivido durante cerca de dos semanas los vecinos de las localidades de La Yunta, Cubillejo del Sitio, Cubillejo de la Sierra y Campillo de Dueñas, situadas en la comarca de Molina, en la provincia de Guadalajara. Una avería en la línea de telefonía fija que une las poblaciones de Molina de Aragón con La Yunta y Campillo de Dueñas, a lo largo de 23 kilómetros, originada el pasado 3 de enero, resultó ser el detonante del corte que ha mantenido incomunicados a los habitantes de estos pueblos.

Ángel Luis López Sanz, vecino y agricultor de La Yunta afirma a eldiarioclm.es que “la desidia en el mantenimiento que sufre la infraestructura, después de más de 35 años desde su instalación” es la razón fundamental por la que se suspende “constantemente” la cobertura de telefonía fija en este área de la comarca molinesa. Según relata este vecino “postes tirados, partidos, caídos y cables cortados o cubiertos con bolsas de plástico es la imagen de ”dejadez“ que se repite en este tramo desde hace años.

Para Francisco García, alcalde de Campillo de Dueñas, otro de los municipios perjudicados en el que viven 50 vecinos, “es una broma, porque llevamos dos años con averías frecuentes por la antigüedad de las líneas, protestamos y no nos hacen ni caso. Nos piden que implantemos la gestión electrónica en los Ayuntamientos, cuando nos tenemos lo básico, ni internet ni teléfono en condiciones”.

A pesar de que, según confirman algunos vecinos y alcaldes, la incidencia fue resuelta finalmente este lunes, después de casi quince días sin ofrecer el servicio, varios consistorios y particulares presentaron reclamaciones contra la compañía en las que solicitan la mejora de las instalaciones. Además exigen que se les detraiga de la factura el importe por los días que no pudieron comunicarse ni conectarse a la web.

Telefónica atribuye el problema al pájaro carpintero

Para Telefónica, sin embargo, el responsable de que se caigan las comunicaciones en esta zona es el pájaro 'pico picapinos’. Se trata de un ave común en estas tierras, que taladra la madera de los las torres con su afilado pico y que estaría causando graves daños a los postes y cableado de la infraestructura.

La compañía aseguró a SER Guadalajara que “estaban trabajando para encontrar una solución definitiva lo más rápidamente posible” y, que, “aunque el cable se sustituye y refuerza una parte, hay continuos ataques y muy virulentos”.

La explicación ofrecida por la empresa para justificar la última avería, ha despertado la incredulidad entre los lugareños: “No me lo creo sinceramente, porque en esta época del año no vuelan por aquí los pájaros carpinteros por el frío y, en todo caso abrirán la madera, pero no el cableado. Es una tomadura de pelo y lo que recomiendo a Telefónica es que soterre los cables y se acabó con el problema”, admite López. Este molinés, que también regenta un alojamiento rural en La Yunta, reconoce a este digital haber perdido clientes por el corte al no haber podido contactar con los viajeros para confirmar las reservas, a través de la web.

El enfado de este vecino se acentuó aún más, cuando recibió una carta de la empresa de telefonía en la que se le informaba de que, a partir del 8 de febrero, su factura se incrementaría de 60 a 75 euros al mes: “No solo nos han privado del servicio, sino que nos hacen pagar el coste de las reparaciones que realizan para mejorar la red”, puntualiza Sanz.

El servicio de Teleasistencia quedó suspendido

Otro de los perjuicios derivados de la falta de teléfono fijo se relaciona con el cuidado de los ancianos. En La Yunta, un municipio de 90 habitantes, donde más de 60 personas superan los 85 años de edad, el servicio de teleasistencia quedó suspendido y muchos ancianos, que carecen de móvil, no pudieron comunicarse con sus familias ni con la asistencia médica durante esos días. Esta prestación sanitaria, que funciona solo con telefonía fija y ayuda a salvar vidas, en caso de emergencia, resulta básica en una comarca como Molina, despoblada, con una demografía envejecida y sin acceso a la tecnología. “Es una zona desfavorecida y deberían compensar lo que ganan en otros sitios y garantizar, sobre todo, el cuidado de los mayores que utilizan la tele asistencia”, puntualiza García.

En opinión de los lugareños, ésta ha sido una de las averías que más se ha extendido en el tiempo, de las que recuerdan en los últimos años. “Es vergonzoso que en pleno siglo XXI vivamos esta situación caótica y peligrosa, sobre todo para los ancianos. Tenemos derecho como cualquier ciudadano a disfrutar de un servicio de telefonía que estamos pagando”, explica indignado el agricultor. De momento, la normalidad tecnológica vuelve a estas poblaciones de Molina. Pero, vecinos y alcaldes desconfían y se preguntan ¿hasta cuándo?

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