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Francisco Igea: “Aquí se acaban 32 años de políticas opacas, no vengo a ser el escudero del PP”

Francisco Igea.

Laura Cornejo

Los últimos meses no han sido fáciles para Francisco Igea (Ciudadanos). Hasta el punto de querer dejarlo todo. A finales de febrero se enfrentó a la dirección nacional de su partido presentándose a unas primarias para las que ya había candidata. Igea, diputado en el Congreso, se salió del guión marcado y acabó desbancando a la expresidenta de las Cortes de Castilla y León, Silva Clemente. Descubrió un pucherazo.

La credibilidad que ganó, hablando de regeneración, del fin de una era, se ha puesto en cuestión después de las elecciones autonómicas. El rebelde de la clase ha tenido que plegarse a los designios del partido: había que pactar con el PP y así se ha hecho. 

Pregunta: “La gente ha dicho basta a 32 años de gobierno del PP”. Esta frase la ha repetido varias veces tras los resultados electorales ¿Cómo explica usted a “la gente” que los 32 años se prolongan y van a ser 36?

Respuesta: Han sido 32 años del PP y a partir de ahora cuatro de un gobierno conjunto que no es un gobierno del PP, es del PP y Ciudadanos. Se va a ver en el programa, se va a ver en las medidas. Han sido 32 años de aforamientos, de políticas opacas, 32 años sin transparencia y ahora van a llegar cuatro años en los que eso se acaba.

“¿Cómo le contamos a la gente que después de 32 años lo que ofrecemos es Silvia Clemente?”. Eso dijo usted y esa fue una de las razones por las que se presenta a unas controvertidas primarias en las que no faltó ni el pucherazo. ¿Cómo le cuenta usted a la gente que lo que le ofrece Ciudadanos es a Alfonso Fernández Mañueco, del que también dijo en su momento que le faltaba ser consejero de Marina?

Lo que ofrecemos nosotros ahora no es a Silvia Clemente, ofrecemos, insisto, un gobierno con cuatro consejerías de Ciudadanos, con 100 medidas que cualquiera que coja el programa verá que el 70 u 80 % del acuerdo es nuestro programa, y ofrecemos una cosa que no es el PP, es una cosa diferente. Una cosa es un gobierno monocolor, con su programa y otra cosa es un gobierno de coalición con prácticamente nuestro programa.

“No vamos a negociar por paquetes”, dijo usted cuando arrancaban las conversaciones con el PP. Hace unos días el único diputado por Soria reconoció que había cambiado su voto para dar la presidencia al PP después de una llamada de Valladolid que transmitía órdenes de Madrid. Poco después, la diputación de Zamora era presidida por el único diputado de Cs, el Ayuntamiento de Palencia caía en manos de Ciudadanos con sólo tres concejales y además claudicaban ustedes y dejaban que el PP mantuviese a César Rico en la de Burgos a pesar de la limitación de mandatos que usted exigía. ¿Eso no es negociar por paquetes?

En la negociación todo esto se firma mucho antes de que nosotros lleguemos a un acuerdo. En las primeras tres semanas nos dedicamos solamente a hablar de programa, de nuestro programa en Castilla y León, y a la vez hay una estrategia de pactos nacional que está aprobada por la Ejecutiva y en la cual el socio preferente es el Partido Popular y se actúa de acuerdo a esa estrategia.

Pero es imposible no relacionar la estrategia nacional con lo que ha ocurrido en Ayuntamientos y Diputaciones.

Hay una estrategia nacional de pactos, nadie lo ha negado, yo lo he comentado públicamente. Hay Comunidades y ayuntamientos en los que se ha pactado con el Partido Socialista y las alcaldías que tenemos son mitad y mitad.

Pero con el Partido Socialista se pactó en autonomías donde no se negociaba el gobierno de la comunidad.

Hay una estrategia nacional que marca.

¿Entonces podemos deducir que se ha negociado por paquetes?

Es una estrategia nacional que nunca hemos negado.

Bueno eso es ponerle otro nombre. En cualquier caso, en todo este proceso de negociación usted se ha sentido manifiestamente incómodo. Entiendo que en primer lugar porque no negoció, vino el secretario de Acción Institucional, José María Espejo, y en segundo porque sus imposiciones no han llegado demasiado lejos

R: La negociación no son unas vacaciones, ¿no era el día más feliz de mi vida? Desde luego que no, he tenido días mucho más felices en mi vida que ese, afortunadamente.

¿Parte de esa incomodidad es porque venía a negociar esa persona de Madrid?

La estrategia ha sido igual en toda España…

Pero eso no significa que a usted le apetezca.

Es una estrategia razonable y puedo estar más o menos cómodo, pero no tengo ningún problema en asumir las directrices del partido y yo soy uno de los votantes de esas directrices. Creo que en lo esencial del acuerdo, a pesar de lo que haya podido parecer, no ha entrado prácticamente en nada el comité nacional. Se ha negociado aquí y estoy bastante cómodo con el resultado. De hecho, cada día que pasa me encuentro más cómodo.

¿Cuántas veces pensó en dejarlo?

Bueno, no sabría decir. Uno tiene que negociar todo lo que pueda y si no negocias duro es que no te importa. No es importante cuántas veces pensó uno en dejarlo o no. He pensado en dejarlo algunas veces, pero no tanto por el asunto nacional sino porque también este oficio es durito. El grado de exposición pública y de acoso en las redes es alto. En la política tienes que acostumbrarte a la exposición pública, pero hay veces que es muy dura. Si nos cortan sangramos, tengo familia y tienes que tener que te respalde, pero a veces se sufre. Si te llaman perro judío todos los días, alguno te pilla de bajón.

¿Pensaba en dejar el partido o la política?

La política no se puede hacer sin un partido, esto es una cosa evidente. Creo que la política es una cosa útil para cambiar la vida de la gente y estoy en esto porque pienso que vamos a poder cambiar cosas en Castilla y León y es lo que importa, es lo que te hace quedarte. Si no estás en la política, no estás. Nunca me he planteado ser un opinador, me he planteado hacer cosas útiles. Resistir es vencer, como decía Shackleton y lo importante no es que tú seas el chico más guapo y más querido de la fiesta. Creo que nosotros podemos cambiar muchas cosas y por eso decido quedarme pero eso no quiere decir que no sea difícil. Claro que me plantee dejarlo en este último mes.

Llega el momento de nombrar consejeros y usted no va a poder vetar a los del PP.

No lo hemos firmado en el acuerdo pero voy a intentar, y así lo he hablado con el presidente, que haya cierto grado de consenso: yo le diré mis propuestas y él dirá las suyas. Entiendo cuál es la situación de su partido y cuál la del mío pero vamos, él sabe bastante bien que para nosotros es importante que el partido dé sensación de renovación.

P: Pero usted puso la cruz sobre dos personas relacionadas con la Operación Enredadera: el que fue alcalde de León, Antonio Silván, y el que es consejero de Fomento en funciones, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que aparecen en los pinchazos hablando con el presunto cerebro de la trama José Luis Ulibarri. Y Suárez-Quiñones está ya en el Grupo Parlamentario Popular.

Yo no he hecho las listas del Partido Popular.

Pero, ¿qué pasará si se les incluye en el Gobierno?

Cruzaremos ese río cuando llegue.

No queda mucho para eso.

Lo veremos.

Va a ser el portavoz de la Junta, el vicepresidente y el consejero de Regeneración. Eso es caminar por el filo de la navaja porque cada vez que haya una novedad en casos de corrupción, y hay varios que se están instruyendo en los juzgados, como Enredadera, Trama Eólica o Perla Negra, le vamos a tener que preguntar a usted, ¿cómo se hace eso de dar explicaciones sobre su socio?

Cuando haya malas noticias tendré que explicarlas y cuando sean buenas también, para eso está el portavoz. Esto tiene la parte buena y la mala. Para nosotros era importante que el Gobierno tuviese una sola voz, creo que eso le da más cohesión. Lo dije durante el Debate de Investidura: esto es un compromiso y hay que funcionar lo más cohesionadamente posible y esta es una manera.

Pero es que es difícil ser portavoz y consejero de Regeneración en un Gobierno que está bajo sospecha.

Bueno, el Gobierno todavía no existe. Esto es como la moción de censura en la que trabaja Pablo Fernández (Podemos), déjennos formar gobierno.

Corrijo: en el Grupo Parlamentario Popular hay un consejero que está bajo sospecha y al que usted apuntó por ese motivo, ¿no es así?

Hay un consejero, cesante, que es procurador, que hizo unas declaraciones desafortunadas, bajo mi punto de vista, no sé si bajo sospecha. Una persona que dice “yo soy la administración” no es la ideal para esto.

¿Qué estructura tendrá la Consejería de Transparencia y Regeneración?

Ahora mismo estamos haciendo el esquema de funcionamiento. Agrupará cuatro direcciones generales ya existentes pero hay que ver la reestructuración, qué parte de servicio de atención al ciudadano, de inspección de servicios… todas esas partes que son ineludibles y luego hay que ver cómo logramos la transversalidad porque son medidas que afectan a todas las consejerías. Hay una parte de páginas webs, que están en la corporativas pero dos que están fuera, una de ellas es Sacyl y es importante mantener el control sobre todo eso y tener claros los objetivos a alcanzar en estos cuatro años. Estamos pendientes de eso y hablando con gente con conocimientos en esas áreas.

¿Qué consejerías ha peleado más Ciudadanos?

En realidad, esto es poco periodístico, pero no hubo mucha pelea, fue la parte más fácil del asunto. Todo el mundo daba por sentado que nosotros íbamos a hacernos cargo de Sanidad.

Es una consejería muy difícil, casi es hacerle un favor al PP

Bueno, pero es que este oficio es muy difícil. Yo no vengo aquí a quedar de bonito, yo vengo a meterme en el charco y estar en cosas que son importantes, yo trabajo en la sanidad pública, sé que es difícil, que está lleno de problemas, con deudas, con falta de profesionales…pero yo no soy una vedette y lo que quiero es arreglar las cosas.

En su Debate de Investidura, Alfonso Fernández Mañueco dijo que se trabajaría en la reversión de la privatización del Hospital de Burgos, pero siempre que no supusiese coste para las arcas públicas. Con una concesión de 30 años eso es utópico

Ya veremos.

¿Cuál es su plan?

Tenemos dos planes, uno es el cumplimiento estricto de las condiciones de la concesión, y el otro es que si no se puede cumplir el contrato se rescinda. Pero el cumplimiento estricto es el cumplimiento estricto. Hay problemas que se ven todos los días, he ido muchas veces a los juzgados por el cumplimiento del contrato. En el hospital ha habido sobrecostes injustificados y hemos actuado de forma coherente, y no vamos a consentir otra vez lo mismo. Usted firmó un contrato y tiene que cumplir las condiciones y si no es capaz, nos sentamos y hablamos. El problema más gordo, parece, aún no tenemos los datos, es el funcionamiento ordinario, la renovación tecnológica, toda esa parte que corresponde a la concesión. Cuando uno se mete en un negocio que no conoce bien comete errores. Era un grupo de constructores de Burgos que no tenía mucha experiencia en el negocio sanitario, que es muy complejo del que conviene saber. Se apostó por un modelo PFI (Private Finance Initiative) que no ha tenido mucho éxito. Hay modelos que funcionan pero nosotros apostamos por la gestión pública y hay muchas cosas que se pueden cambiar.

Sanidad es la única consejería 'fuerte' que tiene Ciudadanos.

La Consejería de Industria y Empleo no está mal, hay mucha tarea. La Consejería de Transparencia y Regeneración, espero que dentro de cuatro años la gente vea que era la más importante. Que los ciudadanos tarden la mitad en el papeleo, que sepan donde están parados, cómo se gasta el dinero, cómo se financian los medios, esto es la libertad, una administración neutral, esto es crecimiento. Las administraciones más eficaces en Europa son las más transparentes. Y luego tenemos una consejería que para mí es un lujo y una gozada que es Cultura.

¿En qué cambios trabajan? Porque la 'joya de la corona' que es la exposición Las Edades del Hombre, puede que sean un poco repetitivas después de 31 años.

Yo vi nacer Las Edades del Hombre en mi casa. Mi padre era muy amigo de José Velicia -el sacerdote que creó la muestra- y el día que tuvo la idea estaba cenando en mi casa, me acuerdo como si fuera hoy. Habían venido de una exposición Tesaurus en Barcelona y comentó que aquí podíamos hacerlo mucho mejor. Lo que queda de aquella idea, que fue muy buena, tiene poco que ver con lo que fue, pero que hay que reconocer lo que fue. Es un reto al que habrá que darle alguna vuelta porque quizás es excesivamente repetitivo, pero es una cosa que hay que hablar con sus organizadores. Hay muchas cosas que hacer en cultura. Si hay una comunidad en Europa que tiene patrimonio es Castilla y León. Si hay algo que se puede hacer por la libertad es la promoción de la cultura.

No creo en los proyectos estrella pero sí que hay que celebrar y organizar cosas, como el centenario de Delibes el año que viene, pero lo más importante es la promoción. El problema es el absentismo que hay entre los 12 y los 30 años y es en lo que hay que trabajar. Además hay que explotar el patrimonio, lo que no se explota, se cae.

¿Y la tauromaquia es cultura?

No está en nuestro programa.

Fernández Mañueco habló de un Plan de Tauromaquia en su investidura.

No está en nuestro programa.

La vicepresidencia de Castilla y León tiene un halo maldito encima: Jesús Merino está condenado a tres años y siete meses por Gürtel y Tomás Villanueva estaba imputado en dos causas cuando falleció repentinamente, ¿le gusta el papel de escudero del PP?

Mi intención no es ser escudero, ni salvavidas del PP, aquí se acaban 32 años de políticas opacas. Hemos llegado a un acuerdo con un partido que es verdad que tiene un pasado, como lo tienen otros partidos. El que la haga, pagará.

Pero el pacto es con un partido que lleva 32 años y está asediado y asolado por la corrupción, ¿qué garantías tiene de que a mitad de legislatura no se va a abrir el suelo bajo sus pies?

Se abrirá bajo los pies del que haya hecho algo. Y nosotros nos encargaremos de que las cosas se aclaren y se paguen. El Partido Popular sabe desde el primer día cual es la postura sobre los imputados en casos de corrupción.

De Alfonso Fernández Mañueco dice que no es su candidato ideal, ¿le habría gustado más Juan Vicente Herrera?

Me habría gustado más John Fitzgerald Kennedy. A Juan Vicente Herrera le tengo mucho respeto, creo que han sido excesivos, que ha habido cosas equivocadas y mantengo mi opinión sobre lo sucedido, pero eso no quiero decir que no reconozca a quienes han trabajado en el servicio público. No entiendo que el PSOE no le aplaudiese en la despedida, me pareció bastante lamentable.

¿Cuántas conversaciones informales mantuvo con Luis Tudanca desde el pasado 26 de mayo? ¿No tiene más cosas en común con él que con Fernández Mañueco?

Varias, informales y discretas. El problema no es lo que yo tenga en común con Luis Tudanca como persona, sino con su partido y su estrategia.

¿En algún momento pensó que había posibilidad de convencer a Espejo y por tanto a la dirección de su partido para pactar con el PSOE?

Es público y notorio, traslade a la Ejecutiva mi opinión, se debatió un cambio de estrategias, se votó, salió que no y por eso estamos aquí.

De esa última ejecutiva, que acaba con la dimisión de Nart y ya antes había comunicado baja de Toni Roldán ¿qué otras cosas no sabemos?

Muchas cosas, pero las deliberaciones son secretas.

Aparentemente en su partido se está llevando a cabo un extraño plan de 'desalojo' para las personas incómodas.

No, en primer lugar yo no me considero incómodo.

No he hablado de usted...

Nart tomó una decisión personal, seguirá trabajando en el Parlamento europeo, no permanece en la Ejecutiva por disconformidad de criterios, y cuando eso pasa hay que expresarlo. Yo siempre lo he hecho así.

¿Le han indicado en algún momento la salida de emergencia?

Nunca.

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