El Govern responde a Iceta que la continuidad de la legislatura depende de reformar la sedición
Con la reforma del delito de sedición, el Gobierno “se juega la continuidad de la legislatura”. Con esta contundencia respondían desde el departamento de la Presidència del Govern a las palabras del ministro de Cultura, Miquel Iceta, quien este fin de semana en una entrevista en El Periódico aseguraba que alcanzar un acuerdo sobre este delito no sería fácil. “Es una cuestión de voluntad política”, replican desde la conselleria de Laura Vilagrà, “ya han visto que cuando juegan a hacer de PP, la derecha les adelanta por todos lados”.
Las palabras del líder del PSC no han sentado bien en las filas republicanas, que entienden que los socialistas están alejando un acuerdo que para ellos es clave. En la entrevista aludida, Iceta aseguraba que en ningún caso podría hablarse de eliminación del delito de sedición, sino de una reforma. El ministro además consideraba que “ir contra de la Constitución y la integridad territorial de España ha de ser delito”, una cosa que entendía que para los independentistas no sería “sencillo de aceptar”.
El Govern ha salido al paso de las palabras de Iceta para recordar que el president ya lanzó una advertencia en la última rueda de prensa del curso, cuando afirmó que la “desjudicialización” debía concretarse antes de acabar el año 2022, es decir, durante el cuatrimestre que queda por delante a la vuelta de las vacaciones. Estas mismas fuentes añaden que un acuerdo para reformar el delito de sedición es posible siempre que se trabaje para lograrlo, algo que hasta el momento creen que el Gobierno no ha hecho.
“En cualquier caso”, remachan desde el departamento de la Presidència, “acordar cualquier cosa con el Miquel Iceta de 2022 siempre es difícil, ha olvidado los principios que tenía de 2007 cuando defendía la autodeterminación”.
El PSC, cuyo representante en la mesa es Iceta, se había mostrado favorable a la reforma del delito de sedición antes de la última sesión de la mesa de diálogo, hace dos semanas. Pero fue precisamente en esta cita donde se constataron las diferencias de planteamiento entre la parte socialista del Gobierno y el Govern, que proponen reformas del tipo penal en direcciones diferentes. Mientras que para ERC o los comuns, la sedición sin violencia debe desaparecer del código penal, el planteamiento del PSOE va más encaminado a introducir un tipo penal que contemple con más claridad hechos como los que se vivieron en octubre de 2017 en Catalunya.
Estas diferencias han llevado al Gobierno a descartar, por ahora, la reforma de la sedición, aunque se muestran dispuestos a examinar otras alternativas. En los últimos meses, tanto ERC como los comuns han señalado la posibilidad de tocar varios delitos, uno de los más importantes la sedición, pero también otros como la desobediencia o incluso la malversación no lucrativa. Los cambios en el código penal en cualquiera de estos tipos podría ayudar tanto a los independentistas ya condenados como a los que esperan juicio.
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