Orden de confinamiento en dos pueblos por el incendio de la Ribera d'Ebre, que ya ha quemado más de 5.000 hectáreas
El incendio que quema sin control desde este miércoles en la comarca de la Ribera d'Ebre (Tarragona) se mantiene en una situación de “riesgo extremo”, según los Bomberos de la Generalitat, y puede convertirse en el más devastador en dos décadas en Catalunya. La superficie quemada se ha elevado a 5.100 hectáreas, aunque en un balance por la tarde se llegó a hablar de 6.500, y 53 personas que viven en masías de la zona han sido evacuadas.
La única buena noticia es que no hace tanto viento como este miércoles y los bomberos van “por el buen camino” para contener las llamas en su flanco derecho, por donde avanza con más rapidez, según ha informado el conseller de Interior, Miquel Buch. El resto de elementos son negativos: las temperaturas han alcanzado los 39 grados y van en aumento –el viernes será el día más caluroso, según las previsiones–, y la humedad seguirá por debajo del 30%. Además, la orografía complica las tareas de extinción por las características del terreno, en que se mezclan bosques, eriales y cultivos abandonados.
A primera hora de la tarde los servicios de emergencias han ordenado el confinamiento –encerrarse en casa– de todos los vecinos del municipio de Bovera y de los ancianos, mujeres embarazadas, niños y personas con problemas respiratorios del pueblo de Maials.
De esta forma, la situación en general, han expuesto los Bomberos, volverá a ser de mucho riesgo con lo que se mantiene la previsión que el potencial del incendio sea de 20.000 hectáreas. Desde primera hora de la mañana se han desplegado las unidades aéreas que intentarán apagar las llamas en el flanco derecho del incendio, el que más preocupa a las autoridades, después de que durante toda la noche los Bomberos intentaran contener el incendio sin éxito debido a la complejidad del terreno.
En una atención a la prensa a media tarde, el president de la Generalitat, Quim Torra, ha anunciado la prohibición de la siega durante las próximas 48 horas para reducir riesgos de incendio. Un nuevo foco en otra parte del territorio –ha habido uno en La Fatarella pero ya está controlado– podría condicionar el despliegue de los Bomberos, que por ahora mantienen 90 dotaciones terrestres en la Ribera d'Ebre.
Torra ha informado también que se cierran los accesos a las zonas montañosas de las Gavarres, Montserrat y Cadiretes, que se suman a las ya anunciadas de Montsant, Montsec y Port de Tortosa.
Buch ha explicado que las tareas de extinción se centran en el flanco derecho, ya que el izquierdo está acotado por la carretera C-12, y que están cumpliendo con los objetivos fijados. “Nos produce la garantía de que se están cumpliendo las expectativas sobre este fuego”, ha valorado.
El conseller ha confirmado la causa de origen del incendio: la acumulación de estiércol en una granja de gallinas, que autocombustionó. En este sentido, los Agentes Rurales de la Generalitat han denunciado ante el juez al granjero propietario del estercolero. Según los agentes rurales, la granja cumplía con la normativa, pero “todo apunta” a que el granjero acumuló demasiado estiércol que, sumado a la ola de calor, el viento y la baja humedad, originaron el incendio. Será el juez quien determine si la gestión deficiente del estiércol supone una negligencia penal.
El jefe de los Bomberos de la Generalitat, David Borrell, ha afirmado que la situación del incendio todavía “es muy crítica”. Borrell se ha mostrado “muy preocupado” por la evolución de este flanco derecho: “Pensamos que con las condiciones meteorológicas actuales el flanco derecho se puede acabar abriendo y subir hacia el norte y podemos tener una afectación de muchas más hectáreas”.
El fuego se propagó con mucha velocidad en dirección noroeste, empujado por el viento. El incendio tiene un perímetro de 128 kilómetros, con 14 kilómetros de longitud, y ya había afectado a más de 5.000 hectáreas afectadas de varios municipios: la Torre de l'Espanyol, Vinebre, La Palma d'Ebre, Flix i Maials, según la última estimación del Cuerpo de Agentes Rurales.
Los medios aéreos desplegados desde primera hora de la mañana han permitido constatar las dificultades para acabar con el incendio debido a la orografía abrupta del terreno y a la dispersión de las llamas. El fuego ha hecho saltos y se ha distribuido en varios focos secundarios, dejando zonas en medio sin quemar por donde todavía podría crecer, lo que dificulta las labores de extinción.
Las llamas se propagaron a gran velocidad debido al viento que ayer soplaba a más de 60 km/h en la zona. Buch ha pedido mucha precaución a la población, ya que cualquier otro incendio en Catalunya podría crear un desajuste en el cuerpo de Bomberos, centrado ahora en las llamas de la Ribera d'Ebre.
Con la salida del sol, a las 7:00h. se han incorporado a las tareas de extinción un helicóptero de mando, un helicóptero bombardero y 2 aviones de vigilancia y ataque. A lo largo de la mañana también está previsto que intervengan el resto de medios aéreos, con 3 helicópteros bombarderos más, otro helicóptero de mando y los 3 hidroaviones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Además de los casi 400 bomberos de la Generalitat, la Unidad Militar de Emergencias ha llegado a la zona esta madrugada para colaborar en las tareas de extinción. La integran unos 120 efectivos y 9 vehículos, del batallón de intervención con base en Zaragoza. El dispositivo podría incrementarse en función de cómo evolucione el incendio a lo largo de las próximas horas.