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“Es perfectamente posible hacer un referéndum en Catalunya con la actual Constitución”

El diputado Joan Coscubiela acude a las elecciones catalanas como número 3 de Catalunya Sí que es Pot / SANDRA LÁZARO

Arturo Puente

Joan Coscubiela (Barcelona, 1954) no podrá acabar la legislatura en el Congreso de los Diputados por apenas unos meses. Después de marcar con dureza al Gobierno de Rajoy en la Cámara española, el histórico sindicalista de CCOO vuelve a Barcelona para entrar por primera vez en el Parlament como portavoz del grupo de Catalunya Sí que es Pot, que en la próxima legislatura reunirá a diputados de ICV, EUiA y, por primera vez, Podemos. “Yo soy de la tradición del PSUC”, asegura una vez terminada la entrevista. El diputado se muestra implacable a la hora de reclamar un referéndum sobre el estado político catalán, reclama un proceso constituyente para Catalunya que pueda “romper con los valores” del 78 y asegura que su candidatura tiene “dificultades” para hacer llegar su mensaje a la ciudadanía.

Están convencidos de que pueden hacer president a Rabell. ¿Cómo lo harán sin pactar con CDC? ¿Podrían sumar con el otro bloque, donde está Ciutadans o PP?

Esta es una pregunta que se ha de hacer a ERC y a la CUP. ERC está en una candidatura que quiere hacer a Mas president y la CUP no lo descarta. Nosotros trabajamos por tener un buen resultado y por que el día 28 de septiembre se pongan en marcha políticas de rescate ciudadano, que es la clave.

¿Ve posibilidades de que el grupo de Junts pel Sí se rompa?

No es algo que nos preocupe. En política es un error de bulto poner la carreta delante de los bueyes. Y eso es lo que me está pidiendo que haga. Nosotros vamos a ganar el mayor apoyo posible para Lluís Rabell. Quien deberá decidir entre Artur Mas o Lluís Rabell no somos nosotros.

Y en caso de que Ciutadans quede por delante de Catalunya Sí que es Pot, ¿apoyarían a Arrimadas para echar a Artur Mas?

Yo tengo un concepto de la política diferente. A mí me gusta hablar de la política de los ciudadanos, no de la política de los políticos. ¿Usted ve a Catalunya Sí que es Pot pactando con Ciutadans? Eso es una ucronía tan ucrónica que creo que… ¿sabe qué pasa? Tenemos ciertas dificultades para hacer llegar nuestro mensaje a los ciudadanos, y no quiero perder ninguna oportunidad de hablar de rescate ciudadano, de renta mínima garantizada de ciudadanía, de qué hacemos con la vivienda, con la reforma laboral, del TTIP… Y perdone que sea tan insistente pero es que quiero hablar de otras cosas porque después me encuentro con ciudadanos que dicen que no hablamos de lo que les interesa.

Pasemos de pregunta. Buena parte del independentismo asegura que no se pueden hacer políticas de izquierdas porque no se pueden financiar. ¿Cuál es su propuesta para financiarlas?

Políticas de izquierdas y de derechas se pueden hacer sea cual sea el marco del Estado. Es evidente que en Catalunya, como en toda España, está totalmente agotado el sistema de la Transición. Por eso nosotros proponemos una ruptura en clave social, democrática y nacional a la que llamamos proceso constituyente. Sabemos que no es fácil, ni rápida, y requiere de muchas confluencias. Pero en eso estamos. Esta ruptura en el terreno social quiere decir cambiar las políticas fiscales, laborales y económicas, en el terreno democrático quiere decir un cambio brutal de las formas de hacer política, como la participación directa, y en terreno nacional estamos convencidos que la comunidad autónoma está totalmente superada y hemos de ir hacia delante, y lo tiene que decidir la ciudadanía. Necesitamos ejercer el derecho a decidir con un referéndum, que es lo único que tiene viabilidad.

¿Y concretamente sobre la financiación autonómica?

Un futuro gobierno catalán debería hacer, a corto plazo, tres cosas. Primera, hacer una profunda sacudida a las partidas de gasto que son absolutamente prescindibles. Por ejemplo, programas de autobombo como Preparats, o esos informes que se encargan a consultorías como PriceWaterHouse que son las que están ayudando a eludir impuestos en todo el mundo y aquí se presentan como quien ha diseñado la Agencia Tributaria, es muy irónico.

Decía que había tres cosas, le quedan dos.

Sí. En 2016 habrá un aumento, yo diría que significativo, de los ingresos de la Generalitat, por la vía de mayores ingresos de impuestos propios y cedidos. Nosotros somos partidarios de que todo eso vaya al rescate ciudadano. Y tercero, el nuevo gobierno deberá decidir si entra o no entra en el nuevo modelo de financiación autonómica. Yo ya le adelanto que estoy convencido que sea cual sea el gobierno, entrará. Porque más allá de los futuribles de otro mundo, la vida lleva a estas cosas. Le añado un cuarto: auditoría de la deuda. Una parte importante de la deuda pública de la Generalitat, concretamente más del 50% de los 64.000 millones de deuda de la Generalitat, es deuda adquirida con el Estado, que después de haber asfixiado a la Generalitat le ha ofrecido crédito pero con un nivel de endeudamiento importante. Con esta reivindicación además compartiremos complicidades con muchas comunidades autónomas.

¿La idea, tras hacer una auditoría, es impagar una parte de esa deuda?

No puedes amenazar con algo que no puedas ejecutar. Y creo que eso es algo que hace Junts pel Sí cuando dice que puede haber una independencia unilateral, obviando que el 51% de la deuda la tiene el Estado. Eso no se puede hacer. Lo que sí se puede hacer es buscar las complicidades con otras comunidades, mientras no cambiemos de estatus político, para que esta auditoría suponga una rediscusión de los objetivos de déficit marcados por el Gobierno español, por cierto a través de una ley de estabilidad votada por CiU.

¿Da por hecho que no se pueden aumentar los ingresos por la vía de aumentar los impuestos desde la Generalitat?

En absoluto. Se pueden hacer muchas cosas, como recuperar la capacidad del impuesto de sucesiones y donaciones. Aceptando que hay menos márgenes en marco autonómico que en uno confederal, creo que hay márgenes. Y además, yo soy profundamente europeísta, el gran reto de la fiscalidad tiene que ver con la armonización fiscal europea.

Hablando de Europa, usted defendió públicamente la Constitución Europea. Con los últimos acontecimientos en la crisis del euro, ¿la defendería hoy?

Sí, lo defendí. Discrepando en aquel momento con lo que pensaba Iniciativa. Lo hice y lo expliqué en su momento. Estaba convencido que, pese a las contradicciones, eso suponía un avance. Eso no fue así, y nos hemos encontrado con que quienes ganaron la batalla de esta Constitución Europea la ganaron no precisamente superando su contenido sino empeorándolo en el Tratado de Lisboa.

¿Se arrepiente de aquella defensa?

En política hay una cosa que se llama ucronía. Una vez pasado, es más fácil analizarlo. Pero toda la gente de izquierdas, unos defendiendo la Constitución Europea y otros defendiendo que se quedaba corta, hemos de reconocer que aquel debate no lo ganamos los europeístas. Lo ganaron quienes estaban en contra de la construcción europea. Ahora es agua pasada.

Respeto a la financiación autonómica, plantean que se respete el principio de ordinalidad entre comunidades autónomas, algo que se ha intentado muchas veces desde Catalunya pero nunca se ha conseguido. ¿Por qué cree que eso es factible hoy?

Lo que creo es que no es factible con una derecha tan cavernícola como la española y una derecha catalana que pacta con ellos.

El PSOE andaluz, que es uno de los que con más vehemencia se ha opuesto a eso, ¿es derecha cavernícola?

Escuche, si yo me pusiese a hacer cada mañana la lista de las dificultades que tenemos no me levantaría de la cama.

No le pregunto por las dificultades sino por su plan para superarlas. En este caso sobre el tema de la ordinalidad en la financiación, que ustedes llevan en el programa.

Nosotros hemos hecho ya estas cosas. Yo he visto al grupo completo de Izquierda Plural votando al favor del referéndum planteado por Catalunya. Es una cosa que aquí no se ha valorado, más bien se ha despreciado, pero que un partido de ámbito español haya tomado esta decisión teniendo que soportar las descalificaciones de otros partidos tiene mucho mérito.

¿Erosionan mucho las posturas favorables al derecho a decidir de Catalunya en el resto de España?

No tengo ningún problema en reconocer que desgraciadamente la izquierda socialista está intimidada por el PP en el tema de la unidad de España. Hay un problema y es que en el momento en que determinada izquierda ha olvidado el conflicto social como eje de su política lo ha cambiado por el conflicto territorial, alrededor del que se articula. El caso más evidente es el de Ibarra, que cohesionaba Extremadura alrededor del conflicto con otras comunidades.

En su programa también llevan medidas que se han intentado esta legislatura pero que fueron impugnadas por el Estado, como la ley de acción exterior, pobreza energética, medidas ambientales… ¿Cree que un Govern diferente podría hacer que estas leyes salieran adelante?

Estamos comprometidos con estas propuestas y estamos convencidos de que un cambio en la política española puede hacerlas avanzar.

¿Si es necesario el cambio en España para ello, no tendría más sentido llevarlas en el programa de las generales?

¡No! Hace referencia a políticas que se pueden hacer en Catalunya pero que el Estado español impide. Por tanto en otra situación de España son políticas perfectamente viables desde Catalunya. No tenemos problema en reconocer que en nuestro programa proponemos cosas que hace falta forzar desde Catalunya para que se hagan en España. Es que no está escrito que el gobierno español siempre tenga el mismo color. Defendemos cosas que pueden hacerse en Catalunya e intentaremos también cambiar la realidad de España.

Proponen abrir un “proceso constituyente catalán no subordinado”. ¿Se sentarían a redactar la Constitución catalana esta legislatura si hay mayoría para ello?

Es una hipótesis pero volvemos al tema de poner delante bueyes o carretas. Le explicaré por qué. Un proceso constituyente no es solo una nueva Constitución, ni catalana ni española. Es fundamentalmente una ruptura con los valores dominantes de los últimos 40 años. Lo que debería hacer una futura Constitución catalana es reflejar esto. Por ejemplo un cambio en la cultura de la participación democrática, pasar de una democracia delegativa a una participativa. Mire que no confronto democracia representativa con participativa, porque creo que lo que tenemos no es una democracia participativa sino delegativa. Por tanto hay que dotar a la ciudadanía de un papel más activo en la propuesta de leyes, o en la revocación de gobiernos.

Si la propuesta es hacer un proceso constituyente, ¿por qué estas elecciones no son un plebiscito, al menos sobre eso?

Porque entre hacer una nueva Constitución o un referéndum, primero va el referéndum. Un referéndum claro, donde todo el mundo pueda sentirse a gusto con las preguntas y que pueda ser reconocido en Catalunya, en España y en Europa. Eso es clave, y es lo que nos ha explicado Alex Salmond miles de veces en relación al proceso escocés.

“Exigir primero la reforma constitucional es una manera de negarse a celebrar el referéndum. La reforma constitucional, si es el caso, podría ser el resultado final de todo el Proceso; pero no puede ser la condición para iniciarlo”. La pregunta es si está de acuerdo con la cita y si se imagina de dónde sale.

¿La dije yo en el debate del 8 de abril?

Es del programa de ICV al Parlament de 2012. ¿Qué opina?

Lo que está clarísimo es que primero es el referéndum. Yo defiendo decidir en un referéndum catalán cómo queremos articularnos políticamente. Segunda cuestión: somos conscientes de que después de este referéndum la articulación requiere también la participación del Estado español. Es que no es verdad que para hacer un referéndum haga falta un cambio constitucional. Sería suficiente con la propuesta que hizo el Parlament y que se discutió en el Congreso el 8 y 9 de abril. Si en vez de votar PP y PSOE que no hubiesen votado que , ya estaría.

Pues Podemos dice que hace falta un proceso constituyente para ello.

No me líe, no me quiera liar. No soy solo yo, el Parlament catalán ha defendido que es perfectamente posible hacer un referéndum en Catalunya con la actual Constitución. Y también he dicho que el proceso constituyente no es una reforma constitucional. No me busque el titular con una trampa. Es que me hace decir cosas que no quiero decir y me estoy empezando a enfadar.

Nada más lejos de mi intención. La pregunta es…

La pregunta es si se puede hacer un referéndum con la actual Constitución. Y la respuesta es sí. Que si no se hizo fue porque el PP y el PSOE votaron en contra, pero que con otras mayorías se puede hacer. Punto. ¿Quiere eso decir que la reforma constitucional no es necesaria? No. Quiere decir que, una vez que los ciudadanos de Catalunya se pronuncien sobre este referéndum, la articulación de cómo eso se resuelve con España requiere también negociación.

¿Cree que Podemos, o los partidarios de esta reforma constitucional, pueden tener 2/3 en el Congreso?

Pues no lo sé. Eso se lo pregunta usted a un visionario.

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