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Dos sentencias pioneras avalan el uso de las cajas negras de los coches para determinar los culpables de accidentes de tráfico

Una imagen de archvivo de un accidente de coche

Oriol Solé Altimira

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El Event Data Recording (EDR) o caja negra de los coches es un dispositivo desconocido para la mayoría población, pero que está llamado a revolucionar los pleitos relacionados con los accidentes de tráfico. En España su uso no es generalizado, pero dos jueces de Zaragoza y Barcelona, en dos sentencias pioneras, han avalado el uso del EDR como prueba pericial para determinar los culpables del siniestro. El dispositivo ha resultado clave para la condena de los acusados.

En síntesis, el EDR es un dispositivo instalado en el 'airbag' de algunos coches que recibe y registra datos del vehículo relativos a la conducción como la velocidad, el freno, el porcentaje de aceleración o el régimen de vueltas del motor. Esta información técnica permite determinar automáticamente cuándo tiene que activarse el 'airbag' y, aplicada a la reconstrucción de un accidente, permite recuperar información útil para la determinación de sus causas.

Muestra de la importancia de este dispositivo es lo ocurrido en el pleito que enfrentó a un conductor con un taxista por un accidente ocurrido en Badalona (Barcelona) en 2014, que dejó cuatro heridos graves. Inicialmente, la Fiscalía pedía la absolución del automovilista, al entender que no existían suficientes indicios de que su coche provocara el accidente por rebasar la velocidad máxima permitida de 50 kilómetros por hora en núcleo urbano.

Sin embargo, a raíz de la prueba pericial de EDR que aportó una de las compañías aseguradoras personadas en el caso, la Fiscalía pasó a pedir dos años y seis meses de cárcel. Y es que el EDR, ubicado en el taxi siniestrado, reveló que el coche que lo impactó circulaba en el momento de la colisión a 138 kilómetros por hora, casi 90 más que la velocidad máxima permitida. Por contra, el taxi circulaba a 34 km/h.

En su sentencia, del pasado 22 de junio, el titular del juzgado de lo penal 27 de Barcelona condenó al conductor del coche a seis meses de cárcel y a cuatro de retirada de carné, al concluir que fue el causante de la colisión con el taxi debido al exceso de velocidad, en línea con lo argumentado por la Fiscalía. Algunos testigos habían apuntado a que el coche iba rápido, sin poder determinarlo con más precisión.

El juez destacó la “gran solidez y precisión” de las conclusiones alcanzadas por el perito que analizó el EDR. En otra sentencia de finales de 2019, un juez de Zaragoza también determinó gracias a la evolución de la velocidad del vehículo registrada en el EDR que el conductor se había dormido al volante.

La fiscal Isabel López Riera, coordinadora del área de delitos contra la seguridad vial de Barcelona, señala que el EDR supone “una revolución” en el estudio de las causas de los accidentes, ya que hasta ahora se usaban modelos matemáticos, que no dejan de ser aproximados, para reconstruir los siniestros. “Se abre un mundo a nivel jurídico”, destaca la fiscal, que remarca la fiabilidad del EDR porque los datos obtenidos por este software son “muy difíciles de manipular”.

En Catalunya, los Mossos d'Esquadra cuentan ya desde hace cinco años con dispositivos que permiten analizar las cajas negras de los vehículos, que utilizan para llevar a cabo estudios sobre las causas de los siniestros en las carreteras catalanas. Además de los cuerpos policiales, el uso de las periciales con base en el EDR se generalizará entre las compañías aseguradoras del automóvil por su capacidad de “esclarecer los hechos”, pronostica López Riera.

Además, una normativa europea obliga a que, a partir del 2022, todos los vehículos nuevos lleven incorporado un sistema que permita la extracción de datos de sus cajas negras, lo que permitirá avanzar aún más en la reconstrucción de los accidentes a través de este software. A día de hoy, algunos fabricantes como Toyota –marca del taxi siniestrado en el accidente de Badalona– o Volvo han dado acceso libre a nivel mundial al programa necesario para descargar los datos almacenados en el EDR.

El juicio del accidente de Badalona también permitió comprobar cómo van a combatir los abogados las periciales en base al EDR. Las defensas alegaron que este dispositivo no fue intervenido policialmente ni había permanecido debidamente custodiado desde la fecha del accidente hasta el día del juicio, por lo que, según argumentaron, no podía descartarse su manipulación y, en consecuencia, debía invalidarse como prueba.

El juez rechazó los argumentos de las defensas y negó que fuera necesario intervenir el EDR en el momento del accidente ya que el perito barcelonés que lo analizó corroboró que la parte del 'airbag' donde está instalado el dispositivo no había sido abierta ni manipulada (es una caja sellada por lo que cualquier manipulación dejaría rastro). Al descargar la información del EDR, el sistema también indica si los datos han sido descargados previamente, algo que no ocurría en el caso de Badalona. En cualquier caso, el perito corroboró que en cada descarga la información obtenida es la misma.

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