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Los trabajadores de ALN Telemark en Tánger denuncian que sus jefes españoles se han dado a la fuga

Instalaciones de ALN Telemark en Tetuán

Tomeu Ferrer

ALN Telemark es una empresa española de marketing telefónico que desde Tánger realizaba gestiones para grandes compañías como Jazztel. Desde hace dos semanas los trabajadores de la plataforma marroquí están encerrados en las instalaciones porque llevan dos meses sin cobrar. Los empleados han denunciado que los directivos de la compañía se han dado a la fuga y que sus llamadas a la central del grupo en León no obtienen respuesta.

Este diario ha intentado hablar también con ALN Telemarketing en León sin que los teléfonos que figuran en las páginas web oficiales establezcan conexión. De hecho, el pasado julio ALN hizo un ERE en León que supuso el despido de todos los empleados fijos de la compañia, según los medios locales.

Detrás de ALN Telemark se halla José Ángel Crego, un empresario que cuando aspiraba a ser candidato de Ciudadanos a la alcaldía de León pronunció una frase que causó estupor a la opinión pública. Afirmaba que los trabajadores deberían indemnizar a sus empresarios si decidían dejar la empresa. La polvareda que suscitaron sus palabras le costó que el partido de Rivera no lo pusiese en sus listas y también tuvo que dimitir como directivo de la patronal leonesa.

Contra sus propias declaraciones, la empresa que dirige Crego se ha caracterizado por no pagar en varias ocasiones a sus trabajadores. En Barcelona sus empleados aún tienen cuatro meses por cobrar y dependen de las decisiones de la administración concursal para recuperar parte de lo que les deben. Lo que sí han conseguido es cobrar el subsidio de paro.

En Tetuán ALN Telemark desembarcó como un proyecto prometedor. Lo hizo, afirma un portavoz de los trabajadores actualmente encerrados, el noviembre de 2015. Este portavoz cita como directivos a Alberto Iglesias e Hipólito Iglesias. La plantilla llegó a los 90 trabajadores que se dedicaban a realizar gestiones telefónicas con clientes españoles.

Tal como pasó en Barcelona y en otros lugares de España, los trabajadores marroquíes empezaron a cobrar tarde. Hace dos meses dejaron de cobrar unos sueldos que oscilan entre los 350 y los 400 euros. La última nómina la cobraron a plazos y porque un gestor adelantó parte de la nómina, explican.

Los trabajadores marroquíes que quedan, unos 25, se han puesto en contacto con El Diari del Treball. Afirman que desde hace quince días duermen en su puesto de trabajo. Tienen miedo de que además de no cobrar desaparezcan de las oficinas los ordenadores y el mobiliario. A pesar de intentar ponerse en contacto telefónico con la central de ALN en León, nadie responde a sus llamadas. Por todo ello han denunciado a las autoridades de su país que los representantes de la empresa se han dado a la fuga. También han comunicado el caso al consulado español en Tánger.

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