Un catedrático advierte de que la erosión deja en situación crítica las playas de Tavernes, Piles, Guardamar y Sagunt

“Las playas son uno de los elementos naturales más valiosos de nuestro territorio por su valor ecológico, de defensa de la costa y, evidentemente, de ellas depende la industria turística valenciana y española en general. La erosión de las playas está poniendo en riesgo esos valores y por tanto nuestra riqueza, por lo que resulta esencial monitorizar su evolución mediante técnicas de teledetección como un trabajo preliminar para conocer dónde actuar, cómo actuar y para que todos los actores o agentes puedan participar”.

El catedrático de la Universidad Politécnica de València se pronunció así el pasado 5 de abril en una conferencia impartida en el salón de actos de la complejo administrativo 9 de Octubre y que contó con la colaboración de la Conselleria de Política Territorial. De hecho, la secretaria autonómica de Política Territorial, Imma Orozco, presentó la charla a la que asistieron especialistas y técnicos interesados en la cuestión.

Según Pardo, es fundamental que la Generalitat monitorice la costa valenciana, puesto que si bien no tiene competencia directa en las playas, sí que la ostenta en la gestión del territorio: “La costa está en pleno retroceso por un menor aporte de sedimentos causado por la ejecución de infraestructuras por un lado, ya sea espigones o presas que los retienen, y por el cambio climático que eleva el nivel del mar y hace más frecuentes y más violentos los temporales”.

De esta forma, se podría sistematizar el análisis la evolución de todas las playas apoyado en datos sistemáticos y homogéneos desde el 1984 hasta la actualidad (y actualizándose progresivamente con el paso del tiempo).

Los análisis se pueden sostener tanto en los cambios en la posición de la línea de costa (normalmente cuando analizamos fenómenos detallados a corto plazo) o en los cambios de anchura de playa sobre segmentos predeterminados que marcan el límite interior de las playas (sobre zonas más amplías y series temporales más largas).

De esta forma, entre las playas en una situación más crítica como consecuencia de la erosión ha destacado las de Tavernes de la Valldigna, Piles, las playas del Norte de Sagunt, Guardamar del Seguro y Almenara. En este último caso, por ejemplo, explica a elDiario.es que “los vecinos se quejan porque perdieron la playa que tenían hace 30 años; ahora se han puesto espigones y el problema se traslada al sur, a la Almardà y al norte de Sagunt, porque llegan menos sedimentos aún”, por lo que propone la creación de “un observatorio en el que estén las administraciones, expertos y los vecinos afectados”.

“Hace años con la construcción de la escollera en la desembocadura del río Júcar el efecto erosivo que empezó afectando a la playa de la Goleta de Tavernes se ha ido trasladando al sur y se ha agravado porque el agua ha llegado a causar problemas incuso en los edificios”, explica.

En el caso de la costa de València, existe un problema al sur del Puerto de València que llega hasta Cullera: “Además del efecto sombra de interrupción de transporte natural de sedimentos que hay en nuestras playas provocado por el Puerto que empieza a afectar a las del sur desde antes la segunda mitad del siglo pasado, agravado por la ampliación sur, y de la falta de aportes del Turia, las danas desde el año 2017 y sobre todo el temporal Gloria, el más fuerte registrado hasta ahora, ha ampliado los efectos erosivos hasta Cullera, porque la arena que se ha perdido no se ha recuperado”.