La plantilla de Thyssenkrupp Galmed convoca nuevas huelgas en abril ante la “vía muerta” de las negociaciones
La plantilla de Thyssenkrupp Galmed, en asambleas celebradas el martes, ha acordado continuar con jornadas de huelga durante el mes de abril contra el cierre de la fábrica de Sagunt (Valencia), anunciado el pasado noviembre, y para “reclamar que Administraciones públicas y empresa retomen las negociaciones para garantizar la continuidad de la actividad productiva”, en palabras del presidente del Comité de Empresa, Antonio Monferrer (CCOO).
La dirección de la compañía ha trasladado a los trabajadores que, aunque la multinacional sigue abierta al diálogo con las administraciones, en estos momentos las negociaciones están “en vía muerta”, según ha explicado CCOO PV en un comunicado. En decir, Thyssenkrupp se mantiene en su postura inicial de cerrar las instalaciones y deslocalizar la producción, “con la consiguiente pérdida de tejido industrial y de empleo directo e indirecto en la comarca del Camp de Morvedre”.
La plantilla ha lamentado de este modo que “a pesar de las fotos y las buenas palabras de políticos y empresa, no se estaban produciendo avances sustanciales que garantizasen el futuro de las instalaciones saguntinas”, que cuentan con 120 trabajadores.
El secretario general de CCOO en Camp de Morvedre i Alt Palància, Sergio Villalba, ha señalado que al sindicato le consta que las administraciones han hecho propuestas a la multinacional y, aunque también es cierto que no se han agotado todas las opciones, Thyssenkrupp debería plantear un proyecto sostenible más allá de las ayudas públicas.
Para CCOO, “resulta vergonzante que siete años después de la reapertura de Thyssenkrupp Galmed, tras su traumático cierre en 2013, la factoría saguntina vuelva a ser la víctima a sacrificar por el grupo Thyssenkrupp en su visión miope de obtener los máximos beneficios a corto plazo”.
El sindicato ha advertido que esta situación “supone una pérdida de capacidad productiva y tejido industrial que va en la línea del proceso de deslocalización que la siderurgia europea está sufriendo, al tiempo que se incrementan las importaciones de acero en un 20% en Europa del Sur, lo que contradice el argumento esgrimido por Thyssenkrupp de cerrar Galmed ante la disminución en la demanda de acero”.
Con todo, para CCOO, lo que ocurre con Thyssenkrupp Galmed pone de manifiesto la necesidad de un pacto de Estado que “reoriente la política industrial española, pues de seguir así va a faltar gigafactoría para tanta deslocalización en el sector auto”.
En esta línea, la organización sindical ha reivindicado que la solución a futuro pasa por una Ley de Industria que proteja a la industria y a los empleos de calidad frente a “estrategias empresariales que, más que mejorar la competitividad y la productividad de sus grupos, parecen estar orientadas a eliminar competidores, sin importar el daño social que se produzca”.
“Una legislación que obligase a mantener las industrias en las zonas donde están implantadas y, si no, que obligara a su venta o a incluir un control por parte del Gobierno español a través de la SEPI. Así se evitarían chantajes y se daría futuro y estabilidad a la industria de nuestro país”, ha defendido.
La plantilla de Thyssenkrupp Galmed y CCOO ha pedido tanto a la dirección del grupo como a las administraciones implicadas que “den la cara, muestren sus intereses y den respuesta a todas las personas que han contribuido con su dedicación y su profesionalidad al proyecto empresarial de Thyssenkrupp en Sagunt, porque de otra forma serán cómplices y responsables si Galmed vuelve a cerrarse”.
Reuniones con el Consell
Por su parte, desde la Generalitat han explicado que la administración autonómica ha mantenido tres reuniones con la empresa, la última el 3 se marzo, y que “estaban a la espera de ver si había respuesta desde el Gobierno central para replantearse el cierre”.
En dicha reunión, el Consell ofreció dos opciones de actuación desde la Generalitat, basadas tanto en el apoyo financiero como en la descarbonización, y que “han sido favorablemente acogidas por la compañía”, según fuentes del Ejecutivo autonómico.
Por un lado, el Consell puso sobre la mesa la línea del Institut Valencià de Finances (IVF) para el sector industrial con “condiciones especialmente beneficiosas” dado que se puso en marcha con motivo de la guerra de Ucrania. Se trata de un tipo fijo al 3,03%, un tramo no reembolsable de 10% de 2.250.000 y financia hasta el 80% de proyectos de inversión, con un periodo de carencia de dos años, el crédito puede ser a 10 años y un mínimo de 4.
Por otro lado, se ofreció apoyo a la descarbonización dentro de una convocatoria de 10 millones de euros para financiar grandes proyectos estratégicos. La inversión mínima es de un millón y no hay inversión máxima. En esa línea hay un eje de inversión para la descarbonización y la intensidad es de hasta un 60% para los proyectos de I+D y de un 40% para los de innovación. La empresa tendría ese porcentaje de la inversión a fondo perdido.
0