Jorge Tamayo, delegado de Aemet en Valencia: “Con un aviso rojo es absurdo decir que van a caer 180 litros, eso es un mínimo”
Con más de cuatro décadas de experiencia, el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunitat Valenciana, Jorge Tamayo, es a buen seguro una de las voces más autorizadas para arrojar luz sobre la manera de proceder de la entidad ante los diferentes episodios de lluvias que ha vivido la Comunitat Valenciana.
Tamayo atiende a elDiario.es en un momento en el que desde el Gobierno valenciano que preside Carlos Mazón y desde todo el PP valenciano se ha intensificado la campaña de desacreditación emprendida desde la dana del pasado 29 de octubre para tratar de tapar su deficiente gestión de una catástrofe que dejó 229 fallecidos.
¿Cree que están siendo víctimas de una campaña del PP para desacreditarles y tratar de tapar sus propios errores el día de la dana?
Bueno, por parte del PP no sé. Lo que sí estamos viendo es que hay una serie de comentarios por parte de responsables de aquí de la Comunitat Valenciana o en general, que creemos que no responden a la realidad de lo que ocurrió tanto el día de la dana como en posteriores episodios.
¿Les sorprende que un año después de la dana, con todas las pruebas y autos judiciales que han reflejado claramente que las previsiones de la Aemet se cumplieron, sigan diciendo que no informaron bien?
Bueno, quizás se está interpretando mal la información que transmitió la Aemet, cómo la transmitió y cuándo la transmitió. Nosotros creemos que la previsión que se hizo fue la mejor que se podía hacer y que respondió bastante bien, por no decir que muy bien a lo que luego realmente ocurrió. A las 7.30 horas de la mañana se activó el primer aviso rojo, el más extremo, en una zona y luego entre las 9.00 y las 10.00 horas de la mañana ya estaban puestos todos los avisos rojos, manteniéndose prácticamente todo el día, evidentemente con vigilancia para ver hasta qué punto se cumplía, no se cumplía y si había que modificar en algún sentido los avisos.
Mazón insiste en su discurso de que dijeron que iban a caer 180 litros por metro cuadrado y luego se llegó a 700 y que el episodio finalizaba a las 18.00 horas, además de calificar de “patraña” el sistema de avisos basado en umbrales, ¿qué le parece?
Bueno, por una parte el sistema por umbrales es el sistema Meteoalerta que ha sido consensuado con Protección Civil del Estado y de las autonomías. Eso fue un consenso, un trabajo común que se hizo para ver qué umbrales meteorológicos son los que hacían que una situación fuera problemática (amarillo), muy problemática (naranja) o extraordinariamente problemática (rojo). Ya digo, eso fue un acuerdo alcanzado hace muchos años en España y en el resto de Europa con el sistema Meteoalarm. Ya la calificación de cada uno, pues bueno, pero ya digo que es un sistema y que ha estado funcionando desde hace muchos años, no es un sistema nuevo. Eso es lo que siempre hemos puesto para calificar y para, digamos, tener una serie de referencias. El problema que veo es que a lo mejor no se ha sabido interpretar bien, puede ser un problema de falta de comunicación nuestra o un problema de falta de entender lo que se está diciendo, de entender qué es lo que quiere decir el aviso rojo.
¿Por qué es tan extraordinario el aviso rojo?
El aviso rojo es una situación de riesgo muy elevada que puede dar problemas muy graves. En nuestra zona en cuanto a las lluvias supone que se espera que se superen los 180 litros por metro cuadrado en 12 horas. Los otros niveles de alerta son intervalos, pero ya el rojo como no hay nada por encima de rojo se establece un umbral y de ahí hacia arriba quiere decir que las lluvias van a ser por encima de esa cantidad. Sería absurdo decir que las lluvias son a partir de 180 y que 180 es lo que va a caer; quiere decir a partir de esa cantidad. En cuanto a que el aviso iba a finalizar a las 18.00 horas, los avisos son de ocho horas y el último se puso casi a las 10.00 horas, es decir, son 8 horas cuanto menos de riesgo extraordinario de precipitación. Luego también como es normal una predicción es una predicción, es decir, tiene un grado de incertidumbre como toda predicción de cualquier tema, médica, económica, meteorológica, tiene siempre un grado de incertidumbre que hay que estar muy encima de ellas. En este caso se vio que había que prolongar algo más el aviso rojo.
¿Tienen protocolizado la duración de los avisos y los momentos en que se decide si se modifican o se prolongan?
Hay dos formas de hacer esto. Por una parte hay unas horas establecidas para renovarlos. Eso es sistemático, si todo se cumple tal y como está establecido no hay que modificar nada. Pero si se observa que hay algo que haya que modificar en el aviso, subirlo, bajarlo, lo que sea, pues eso se puede hacer en cualquier momento, en el momento en que se estima que sea necesario. También a lo mejor por eso ha habido algún que otro error de interpretación, cuando se dice que no se dijo nada más desde las 10.00 horas de la mañana, claro es que no había nada más que decir, ya estaba puesto el aviso máximo y no se modificaba ese aviso, hasta que hubo que prolongarlo más allá de las 18.00 horas.
¿Por qué, como también se ha comentado, unas veces sí que se avisa con horas de antelación de un aviso rojo, por ejemplo, en el episodio de lluvias del pasado mes de septiembre y en otras ocasiones se activa al momento?
Vuelvo a insistir en el tema de la predicción, una predicción siempre tiene una incertidumbre y el pronóstico que se hace se intenta que sea con la mayor fiabilidad posible. Entonces hay situaciones en las cuales hay una cierta ambigüedad, es decir, que vemos que lo más probable es esto pero podría ocurrir esto otro. Cuando se dio el aviso rojo en la situación del 29 de octubre es cuando se vio que efectivamente la situación meteorológica conducía a la gravedad que supimos. Hay veces que eso se puede prever con más tiempo, otras veces que tenemos que ver ya finalmente dónde se va a concretar porque la meteorología sigue teniendo un grado de incertidumbre que puede ser importante en determinadas situaciones. Hay veces que se puede ver mejor, veces que cuesta algo más, pero no es algo que sea inherente a la Aemet, eso es así en todo el mundo. Aemet es de los servicios meteorológicos más importantes de Europa y del mundo, tiene sistemas muy punteros y personal muy preparado. Si en un momento concreto no se puede afinar más es porque no hay elementos que nos permitan hacerlo.
De hecho, aunque el aviso rojo se dio el mismo 29 de octubre a primera hora de la mañana, cuatro o cinco días antes ya venían advirtiendo de lo que venía, ¿no es así?
Exacto, claro, trasladamos las notas informativas que son los avisos especiales. No se dan por colores, pero sí se va avisando de que la situación es complicada o puede ser una situación importante para que los responsables de tomar medidas y la sociedad tengan una preparación para lo que puede venir. El día anterior ya se puso una serie de avisos naranja en las zonas donde se preveía que podía haber mayor intensidad y luego ya el día 29 es cuando se vio que efectivamente la situación se confirmaba y se concretaba en una determinada zona y con mucha intensidad. Por eso ya se empezaron a elevar los avisos. Evidentemente cuanto antes se mande el aviso mejor, eso lo tenemos todos muy claro y es lo que intentamos hacer siempre. Se intenta que el aviso sea lo más fiable posible, entonces por eso, digamos, se espera hasta ver que realmente la situación se concreta.
¿Es posible predecir la cantidad de agua que va a caer en un momento concreto como parece que pide Mazón cuando dice que fallaron las previsiones?
No, que se cumpla es imposible. Yo puedo decir que van a caer 500 litros por metro cuadrado y alguien me puede decir: “¿Y por qué 500 y no 700, 2000 o 200?”. Uno puede decir algo y acertar, pero no los profesionales serios de la meteorología. Lo que se tiene que saber es qué es lo que se puede decir y ni nosotros ni nadie en el mundo sabe exactamente qué cantidad va a caer. Sí sabemos lo que se puso aquel día, que es un entorno de mucha potencialidad, que es un entorno de mucho riesgo, que las precipitaciones pueden ser muy importantes, pero no sabemos exactamente en qué cantidad y ni siquiera exactamente en qué sitio van a caer. Esa predicción tan afinada se puede hacer, pues eso, 4 o 5 horas antes. 48 horas antes o 24 horas antes podemos decir que en el entorno de la provincia de Valencia esperamos que haya situaciones muy importantes de lluvia, como así se hizo. Luego ya se va viendo dónde se concreta.
La semana pasada el conseller de Emergencias, Juan Carlos Valderrama, fue muy crítico tras el paso de la dana Alice y les pidió que mejoraran sus protocolos ante lo que calificó como un baile de previsiones e imprecisiones, ¿se puede mejorar algo?
Quizás tenemos que sentarnos entre todos y ver cómo trasladar la información de una manera quizás más inteligible o cómo asegurar que la información se interpreta correctamente por quien tiene que interpretarla que puede ser desde el gestor de emergencias hasta la sociedad en general.
También les han criticado mucho desde el PP en la dana Alice porque decían que cuando los avisos bajaban era cuando más llovía, como en pilar de la Horadada, o que subían a rojo cuando ya llovía de forma torrencial, como en Gandía, ¿cuál es la explicación'?
Claro, ahí vuelve a haber, yo creo, una cierta mala interpretación y eso puede ser problema del que interpreta o del que manda la información, que no la manda de manera que sea suficientemente clara. Efectivamente, cuando más llovió en la zona de Pilar de la Horadada, por ejemplo, es cuando se bajó el aviso de rojo a naranja, pero es que llovió con los parámetros del aviso naranja. Claro, rojo quiere decir que es un riesgo extremo, pero naranja quiere decir que es un riesgo muy alto, muy importante. Hay que tener en cuenta que no por estar en situación naranja tenemos que estar tranquilos. La lluvia que cayó respondía a esos parámetros, a los parámetros de aviso naranja. No se pasó de aviso rojo a situación verde, se pasó de aviso rojo a aviso naranja. Es decir, que sigue habiendo riesgo. El otro tema que hubo fue el de Gandía, que se dijo que cuando se subió a rojo había muchas inundaciones. Esto sí que es algo que se tiene que hablar mucho con los que reciben la información, con Emergencias. Era una situación globalmente de aviso naranja, que es lo que pasó prácticamente en toda la zona, pero que localmente podía superar los umbrales de rojo, y es lo que ocurrió. Es decir, bueno, la situación era globalmente naranja y es lo que se veía. Y luego ya se concretó en una determinada zona. Pero insisto, partíamos de naranja y allí se llegó al umbral de rojo.
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