El Gobierno valenciano y Volkswagen acuerdan un calendario para la instalación de la factoría de baterías en Sagunt
La Comunitat Valenciana quiere sacar todo el rendimiento posible a la factoría de baterías que Volkswagen proyecta en Sagunt. Mientras las Corts Valencianes debatían una resolución para convertir el parque logístico que albergará a la multinacional en un hub tecnológico para la movilidad sostenible, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mantenía un encuentro con el presidente del grupo Seat para fijar una hoja de ruta común.
La Generalitat valenciana confía en que la multinacional comience la instalación antes de finalizar el año. Así lo mostraba Puig tras su reunión con el presidente de la multinacional alemana, Wayne Griffiths, con quién ha coincidido en Madrid en el II Foro Económico Español Wake up Spain!. El Ejecutivo autonómico y la automovilística han acordado un calendario de encuentros que comenzará a materializarse una vez Volskwagen y las empresas con las que comparte proyecto presenten la propuesta al PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) del sector del Vehículo Eléctrico y Conectado, una convocatoria del Ministerio de Industria para canalizar los fondos europeos de recuperación. La instalación de la factoría en el País Valenciano depende de obtener el visto bueno del Gobierno central y de Bruselas en el marco del plan aprobado por la Unión Europea para hacer frente a los efectos de la pandemia y reactivar la industria con criterios de sostenibilidad.
El presidente valenciano ha subrayado la “voluntad de cooperar y trabajar” por parte del Consell para que “antes de fin de año ya esté empezado el proyecto a todos los efectos, físicamente incluso”, con las primeras obras en Parc Sagunt II, cuyos terrenos están en fase de expropiación para consolidar la segunda fase de ampliación.
Un “cambio disruptivo”
Puig ha resaltado que la gigafactoría significaría 3.000 empleos en la Comunitat y un “cambio disruptivo” en términos económicos. Asimismo, ha indicado que la Generalitat ya está trabajando en la implementación urbanística de la zona, así como en el ámbito de la formación, para hacer realidad una iniciativa que supondrá el mayor “cambio disruptivo” en la Comunitat Valenciana desde la llegada de Ford en 1976.
La decisión de la factoría alemana se considera un impulso a otra multinacional de relevancia en el terreno: la planta de Ford en Almussafes. Los mandatarios valencianos y parte del empresariado creen que la planta de baterías puede ser un aliciente para la mercantil americana, cuyos planes en Valencia están aún en el aire.
El Parlamento autonómico aprobará este jueves una resolución que insta al Gobierno valenciano a desarrollar medidas para que la factoría “produzca un nuevo ecosistema laboral y empresarial de calidad” en la comunidad autónoma, potenciar estructuras de innovación abierta y colaboración activa para “crear un ecosistema específico de innovación a través de los hub del sector automovilístico” y “”aumentar la capacidad de transferencia del sistema valenciano de innovación“, para aprovechar los conocimientos y la tecnología que se articularán en el parque industrial y capitalizarlos hacia otros sectores.
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