El Puerto de València, sexto en inspecciones por contaminación de buques pese a ser líder en tráficos

El Puerto de València no está entre los que más inspecciones registra a los buques en materia de contaminación y emisiones, a pesar de que es líder en tráfico de contenedores.

Según los datos de la Marina Mercante, en 2018 se realizaron en las instalaciones valencianas 71 controles de azufre en combustible a través de la documentación de las navieras, por detrás de los realizados en los recintos portuarios de Cartagena (77), Castellón (99), Huelva (117), Bilbao (136) y Algeciras (177).

En cuanto a toma de muestras para su posterior análisis, los datos aún son más preocupantes: en el Puerto de València se tomaron 9 muestras, por detrás de las recogidas en Castellón (20), Almería (17), Algeciras (42), Ferrol (11), Gijón (13) y Bilbao (22), Pasaia (17).

Como consecuencia del global de las inspecciones realizadas en los puertos españoles se iniciaron 17 expedientes sancionadores. La cuantía de las multas por incumplir los niveles de azufre en combustible suelen oscilar entre los 3.000 y los 12.000 euros.

La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) cerró el año 2018 con récords históricos en tráficos de contenedores y de automóviles con 5,1 millones de TEU, lo que le situó como el primer puerto de España y del Mediterráneo en alcanzar esta cifra.

La contaminación tanto de estos grandes buques como de los cruceros es una de las principales preocupaciones de los vecinos del distrito Marítimo y uno de los motivos por los que se oponen a la ampliación norte del Puerto.

La asociación de vecinos de Natzaret remitió un escrito el pasado 19 de septiembre a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) en el que adjuntaba imágenes de un barco y del humo saliendo de sus chimeneas, y denunciaba la contaminación y los problemas de salud que podía implicar para los vecinos del barrio.

La APV remitió la documentación a la Capitanía Marítima el pasado 2 de octubre y, tras las pertinentes pesquisas, respondió el pasado día 15 a la asociación vecinal que se trata del barco MSC Shaula y que se le haría una inspección en su próxima escala.

Según ha informado Capitanía Marítima a elDiario.es, el servicio de inspección lo revisó el pasado día 8 de noviembre y el pasado día 17 recibió los resultados de los análisis de los combustibles del buque.

De la inspección se concluye que “el episodio de excesivo humo de escape se produjo en el arranque del motor principal, al inicio de la maniobra de salida del buque del puerto de Valencia, sin poder determinarse el tiempo de duración de dicho episodio, aunque el capitán en su informe aduce que fue en el momento del arranque”.

Además, se desprende que el buque MSC Shaula “cumple las reglas que le son aplicables del Anexo VI del Convenio MARPOL, y los análisis de porcentaje de azufre en masa realizados a los dos tipos de combustible utilizados, expresan que ambos están dentro de los límites permitidos. Por lo que no existen razones objetivas que motiven la apertura de expediente sancionador, no obstante, en el supuesto de reincidencia se tomarían las medidas oportunas”.

Sin embargo, llama la atención el apartado referido a las emisiones de dióxido de nitrógeno. Según reza, “el buque posee un certificado internacional de prevención de la contaminación atmosférica (IAPP) en vigor y emitido por la Sociedad de Clasificación DNV-GL en nombre de la bandera (Liberia); La puesta de quilla del buque data de 24-06-1992”.

El informe añade que “la regla 13 del Anexo VI del Convenio MARPOL, relativa a la emisión de óxidos de nitrógeno no es aplicable a los motores diésel instalados en el buque por haberlo sido en fecha anterior a 1 de enero de 2000”. Y es que, la normativa aplicable a estos busques con motores diésel fabricados entre 1990 y 2000, pese a ser más contaminantes, es más permisiva.

Desde Ecologistas en Acción comentan que “la actual normativa de control de emisiones contaminantes para buques anteriores al 2000 pero también antes del 2011 no responde a los criterios y exigencias de la calidad del aire del 2020”.

Por este motivo, piensan que “los puertos, como mínimo, deberían ser más restrictivos e incluso restringir la entrada de los buques más contaminantes, como ya se realiza por ejemplo en el caso de los vehículos en muchas ciudades europeas”.

El primer buque de cero emisiones en el Puerto de València

El presidente de la Autoridad Portuaria de València (APV), Aurelio Martínez, y el consejero delegado del Grupo Grimaldi en España, Mario Massarotti, recibieron este martes al Eco Valencia, el primer buque híbrido de la compañía italiana que garantiza cero emisiones en puerto.

El barco es la unidad ro-ro más grande del mundo dedicada al transporte marítimo de corta distancia y puede transportar 7.800 metros lineales de mercancías rodadas, lo que equivale a unos 500 remolques. La capacidad de carga de sus garajes es el doble que la de los barcos más grandes que actualmente opera el grupo napolitano; sin embargo, el nuevo barco consume la misma cantidad de combustible a la misma velocidad. Esto significa una eficiencia duplicada en términos de emisiones por tonelada transportada.

Los buques de la nueva clase GG5G están dotados de motores controlados electrónicamente de última generación, y utilizan combustibles fósiles en navegación y electricidad mientras están estacionados en puerto, garantizando el 'Zero Emission in Porto'.

Durante la parada en el muelle, se pueden satisfacer las necesidades energéticas de las actividades a bordo gracias a la electricidad almacenada por baterías de litio que se recargan durante la navegación gracias a los shaft generators y a 600 metros cuadrados de paneles solares. A bordo de los barcos GG5G también se instalan sistemas de purificación de gases de escape para reducir las emisiones de azufre y partículas.