Suspendido de empleo cuatro meses un guardia civil del Aeropuerto de Alicante por emborracharse en su turno

Armado, ausente de su puesto en horas de trabajo y con síntomas de embriaguez. Así fue localizado, el 1 de mayo del 2021, un agente de la Guardia Civil destinado en el destacamento fiscal de la sección del Aeropuerto de la Comandancia de Alicante que había abandonado su puesto de trabajo. La sección primera de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la sanción de cuatro meses de suspensión de empleo impuesta al uniformado como autor de una falta muy grave consistente en “prestar servicio en estado de embriaguez”. El alto tribunal avala así el fallo del Tribunal Militar Central del 29 de noviembre del 2022, recurrido en casación por la defensa del guardia.

El uniformado, según el apartado de hechos probados de la sentencia, prestaba servicio en el control sanitario de los pasajeros que llegaban al Aeropuerto de Alicante, en horario de 15h a 23h. Sin embrago, sobre las 20h el jefe de turno se percató de que sus subordinado se había esfumado. Tras buscarlo “por todo el terminal del aeropuerto” y llamarlo por teléfono, repasaron las imágenes de las cámaras de seguridad y confirmaron que había salido del recinto, conduciendo su vehículo particular, a las 20:13h.

Un ciudadano avisó al 112 de que, en el paseo de El Rebolledo, se hallaba un agente vestido de uniforme en el interior de su vehículo, identificado con una tarjeta de “Guardia Civil Fiscal”. Una patrulla de la Policía Local de Alicante acudió al lugar a las 21:15h para identificar al hombre y retirarle el arma reglamentaria “por seguridad”. Más tarde, acudió también una patrulla del Instituto Armado, perteneciente al Puesto de Sant Vicent del Raspeig, para hacerse cargo del agente de su arma reglamentaria.

Hasta el lugar donde fue hallado, acudió luego el cabo primero del aeropuerto y otro agente para hacerse cargo del subordinado, de su vehículo particular y del arma reglamentaria. Una vez en el aeropuerto, solicitaron la presencia de un equipo de la Guardia Civil de Tráfico, quienes realizaron las pruebas de detección alcohólica por aire respirado al beodo. El agente dio positivo (en una primera prueba, a las 22:48h, dio 0,93 miligramos por litro, y a las 23:02h, 0,92).

La defensa del agente recurrió la sentencia del Tribunal Militar Central alegando que la sanción a imponer debía ser “como máximo” de cinco días de suspensión de funciones. El Abogado del Estado, por su parte, recuerda que el uniformado se ausentó de las dependencias del aeropuerto mientras prestaba servicio y sin el permiso de su jefe.

Así, la Sala de lo Militar del TS, en una sentencia del pasado 11 de octubre, concluye que quedó probado “de manera indubitada” que el agente incurrió en una falta muy grave consistente en “prestar servicio en estado de embriaguez”.