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Once 'road movies' que no son 'Thelma y Louise' para desmelenarse en verano

Los jóvenes Carl y Ellie en la entrañable 'Up'

Laura García Higueras

“Solo los exploradores entran aquí. No cualquier niñito que usa un casco y un par de gafas. ¿Reúnes los requisitos?”. Así desafía la pequeña aventurera Ellie al tímido Carl en el entrañable prólogo de la película Up con la que Pixar terminó de conquistar nuestros corazones en 2009. En los apenas diez minutos en los que se enamoran y tristemente se separan, nos emocionaron y convencieron de que los viajes que emprendemos podrán cambiarnos la vida. Y que merecerá la pena.

Dentro de las posibilidades de travesías a realizar, los road trips tienen un encanto especial. Nada como echarse a la carretera para disfrutar no sólo del destino, sino de sacarle el máximo partido al trayecto, con la radio encendida, entablando conversaciones dispares y coleccionando anécdotas. Para aquellos que sepáis de lo que hablamos, hemos seleccionado once películas que mejor llevan a la pantalla estas peripecias: las road movies.

Instauradas como género cinematográfico, son la opción idónea para la cinefilia veraniega. ¿Por qué? Porque consiguen proyectar las aventuras en las que nos encantaría embarcarnos y aspiramos a hacerlo algún día. Hasta entonces, proponemos viajes por Francia, Estados Unidos, España o Italia, con mujeres recién escapadas de una institución psiquiátrica o del yate de un padre rico, familias que huyen del hambre y la pobreza, dos jóvenes amigas que deciden alejarse de sus hogares para disfrutar de su independencia o personajes que en sus trayectos encuentran o refirman su amor. Los hay de carne y hueso, animados, en color y en blanco y negro.

Sucedió una noche (Frank Capra, 1934)

Sucedió una noche

Empezamos por un clásico. El filme de Frank Capra es una de las principales comedias de los años 30 y fue el primero en conseguir los cinco principales premios de la Academia de Hollywood: película, director, actor, actriz y guion. Más allá de los reconocimientos, relata la historia de amor entre los personajes interpretados por Clark Gable y Claudette Colbert.

Ella es hija de un millonario que no aprueba la relación que mantiene con un piloto y cazador de fortunas. Aun así, decide escaparse para encontrarse con él en Nueva York. En el autobús de camino coincide con un periodista interpretado por el galán Gable que, ansioso de encontrar una historia, le pide acompañarle para escribir su camino. Del desdén y distanciamiento inicial, la pareja irá poco a poco entendiéndose y, como podría esperarse de una comedia del Hollywood dorado, también enamorándose.

El largometraje contiene escenas de lo más disparatadas y, en algunos casos, con una alta carga erótica comparado con lo que se veía en los filmes de la época. Algo que, de haberse rodado unos meses más tarde, no habría sido posible por la instauración del Código Hays, que determinaba mediante unas reglas restrictivas lo que se podía o no ver en una pantalla. Esta norma condicionó la producción cinematográfica hasta 1967.

Viaje a Darjeeling (Wes Anderson, 2007)

Viaje a Darjeeling

Ya explicamos las siete razones por las que te encanta Wes Anderson, entre las que se incluimos sus inicios, su obsesión por la simetría a partir de un eje vertical, sus colecciones de objetos vintage o sus características paletas cromáticas. Por supuesto, todas ellas se repiten en la emotiva, accesible y agridulce Viaje a Darjeeling.

Tres hermanos, interpretados por Owen Wilson, Adrien Brody y Jason Schwartzman, llevan sin hablarse un año y deciden embarcarse un viaje en tren por la India a bordo Darjeeling Limited: la línea ferroviaria que recorre el país de un extremo al otro. Quieren encontrarse a sí mismos y estrechar de nuevo lazos pero su intento de búsqueda espiritual se ve truncado por sus disputas y comportamientos extremos que les obligan a apearse del tren. Aquí comienzan un nuevo trayecto solos en medio del desierto con once maletas, una impresora y una máquina de laminación.

La película se rodó en un tren de verdad en movimiento, de acuerdo con la preferencia del director de rodar de la manera más realista posible. Anderson escribió el guion junto con Roman Coppola y Jason Schwartzman. Viajaron a la India asumiendo cada uno el papel de los tres protagonistas, imaginándose sus acciones y reacciones. Otro de sus puntos fuertes es la música: con temas de The Rolling Stones o The Kinks.

Up (Pete Docter, Bob Peterson, 2009)

Up

Sabemos que no es una road movie al uso pero no hemos podido resistirnos a incluirla en nuestra lista. La conmovedora historia del viudo Carl se alzó con dos Oscar y fue la segunda cinta de animación en estar nominada en la categoría de Mejor Película, algo que hasta entonces sólo había conseguido La Bella y la Bestia en 1991. El prólogo en el que se narra la historia de amor entre Carl y Ellie es uno de los momentos más brillantes de los estudios y una presentación de personajes ejemplar.

Con este arranque es inevitable no empatizar con el anciano que se niega a vender su casa y decide emprender un viaje, acompañado del pequeño explorador Russell y el perro Dog rumbo a Cataratas del Paraíso, en Venezuela. Como medio de transporte utilizan su vivienda de suspendida con globos de colores hinchados con helio, 10.286 para ser exactos. Se desplazan al ritmo de la banda sonora de Michael Giacchino.

Desde su presentación en el Festival de Cannes, el filme dirigido por Pete Docter y Bob Peterson conquistó el corazón de crítica y público. El “Libro de aventuras” se convirtió en pieza de coleccionista y símbolo de esta historia de amistad y amor, demostrando que incluso a los 78 la mejor aventura puede estar aún por llegar.

Locas de alegría (Paolo Virzi, 2016)

Locas de alegría

La película de Paolo Virzi fue la gran triunfadora de los premios del cine italiano en 2017, alzándose con cinco. En España fue recibida con el mismo entusiasmo. Se presentó en el Festival de Valladolid conquistando la Espiga de Oro, el Premio del Público y a la Mejor actriz para Valeria Bruni Tedeschi. Aquí la definimos como la Thelmna & Louise a la italiana.

El gran valor del largometraje es la forma en que revela el poder de la solidaridad femenina través de dos personajes rotos que se encuentran en una institución psiquiátrica. Valeria Bruni Tedeschi interpreta a una condesa millonaria y Micaela Ramazzotti a una joven frágil e introvertida. Entre ellas consiguen lo aparentemente imposible y es que en su “locura” se entienden, quieren, apoyan y mejoran.

La cinta transmite euforia, poniendo en evidencia el “otro” manicomio en el que vivimos los considerados “cuerdos”. Un tratamiento de las enfermedades mentales lejos de la tragedia, la condescendencia o el victimismo. Aquí son dos mujeres que generan admiración. Dos almas que unidas tratan de escapar de los esquemas sociales. Que levante la mano quien se atreva a juzgarlas.

Diarios de motocicleta (Walter Salles, 2004)

Diarios de motocicleta

El cineasta Walter Salles relata el viaje que realizaron el “Che” Guevara y su amigo Alberto Granado por América del Sur en 1952 a bordo de una motocicleta destartalada. Gael García Bernal y Rodrigo de la Serna interpretan a los dos protagonistas, estudiante de medicina de 23 años el primero y bioquímico de 29 el segundo. El guion está basado en los libros de la expedición Notas de viaje y Con el Che por América Latina que ellos mismos escribieron.

La cinta permite conocer la transformación del joven Ernesto en el carismático “Che” antes de que vistiera con fusil al hombro. Se suceden los acontecimientos y vivencias que depositaron en él el germen de la revolución. Su toma de conciencia social al salir del cascarón familiar y conocer otras formas de vidas posibles. En el viaje se hace evidente el gran contraste entre la belleza grandiosa de las localizaciones y la sordidez de la situación de las personas que las habitan.

El propio García Bernal reconoció que la película había supuesto para él un viaje fílmico, geográfico y psicológico. “Me invitó a conocerme a mí mismo, a reflexionar sobre mí y mi circunstancia como ciudadano latinoamericano”, afirmó. Jorge Drexler ganó el Oscar a la mejor canción con el famoso tema Al otro lado del río. En España, José Rivera se llevó el Goya al mejor guion adaptado.

Mi Idaho privado (Gus Van Sant, 1991)

Mi Idaho privado

Además de ser una de las últimas películas del actor River Phoenix antes de su muerte en 1993, esta road movie ha pasado a la historia por ser icono no sólo del género sino también de lo queer y del cine indie. En la retrospectiva sobre Gus Van Sant, que podrá verse en La Casa Encendida de Madrid hasta septiembre, hay archivos del rodaje y polaroids que el director tomó durante el casting del fallecido intérprete y su compañero en pantalla, un jovencísimo Keanu Reeves.

Mike (Phoenix) es un chapero que sufre narcolepsia y que quiere reencontrarse con su pasado para unir las piezas que siente que están rotas y marcando su existencia. Scott (Reeves) se dedica a la prostitución para rebelarse contra su padre, alcalde de la localidad. Juntos se marchan a conocer a la madre del primero y viven diferentes experiencias que los conectan con sus identidades.

Considerada como película de culto, terminó por catapultar la carrera de Van Sant y consagró a Phoenix con su premio al mejor actor en el Festival de Venecia. Uno de sus mejores papeles e idóneo para acercarse a la figura de esta leyenda. El punk, las drogas, la vida a la deriva y el descubrimiento de la sexualidad conforman este retrato de la juventud dotado de gran personalidad.

Hola, ¿estás sola? (Icíar Bollaín, 1995)

Hola, ¿estás sola?

Esta es otra ganadora del Premio del Público en la Seminci de Valladolid, realizada en España y ópera prima de una de las cineastas más importantes de nuestro país, Icíar Bollaín. Hola, ¿estás sola? es una road movie fresca y simpática sobre la emancipación de dos jóvenes a las que dan vida Candela Peña y Silke.

Las dos veinteañeras deciden emprender juntas un viaje con el que consolidan aun más su amistad, se enamoran, divierten, fracasan y decepcionan. Su presente, en el que no tienen nada que perder pero tampoco parece que mucho que ganar, es su principal nexo de unión.

La historia es sencilla, no se producen grandes acontecimientos ni acciones trascendentes pero es ahí donde reside su valor, en retratar a dos amigas que buscan un cambio y que lo afrontan de la mano. Se cuenta de forma natural, con humor y con un ruso llamado Olaf al que también deciden compartir.

Las uvas de la ira (John Ford, 1940)

Las uvas de la ira

Basada en la novela ganadora del Pulitzer de John Steinbeck, que en 1939 describía la devastación del mundo entonces pero que en gran parte podría aplicarse a lo que ocurre hoy, Las uvas de la ira fue llevada al cine en 1940 por John Ford. En ella, una familia de granjeros se ve obligada a abandonar su casa, desahuciada por el banco, y se traslada a otro lugar en busca de una vida mejor.

Henry Fonda interpreta al padre que regresar a su hogar después de cumplir condena en prisión cargado de una ilusión que se transforma en frustración al verse obligado a abandonar sus tierras. La esperanza de lograr una vida mejor en California le impulsa, pero en su extenso viaje se suceden las penurias.

Funciona como una oda a la dignidad de los millones de desamparados que durante la Gran Depresión salieron a la carretera con un porvenir incierto como rumbo. Ford obtuvo el Oscar al mejor director y Jane Darwell la estatuilla a la Mejor actriz secundaria.

Dos en la carretera (Stanley Donen, 1967)

Dos en la carretera

Ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, la película dirigida y protagonizada por Stanley Donen junto a Audrey Hepburn plantea interrogantes sobre las parejas como cuándo se sabe si una relación se ha terminado, si todas pasan por diferentes fases o si el sexo es más o menos placentero según el grado de enamoramiento.

La cinta abarca doce años de este matrimonio que decide viajar de Londres a Francia para revivir el romántico comienzo de su idilio, sus primeros años de compromiso y su decadencia. El paso del tiempo les ha impregnado de cambios que les llevan a cuestionarse si deben separarse o continuar juntos aceptándose mutuamente.

Una comedia en la que el tratamiento del argumento no es lineal y en su montaje se suceden distintos pasajes la pareja. Sus fases ascendentes y descendentes, así como el camino de la pasión a la ruptura resueltos formalmente con sobresaliente. Les acompaña la hermosa música de Henry Mancini.

El castillo ambulante (Hayao Miyazaki, 2004)

El castillo ambulante

Esta joya de los studios Ghibli es el segundo título de animación que recogemos en esta selección y el octavo que dirigió el japonés Hayao Miyazaki. El autor de La princesa Mononoke o El viaje de Chihiro se basa aquí en la novela homónima de la escritora británica Diana Wynne Jones. Narra la historia de Sophie, una joven sobre la que pesa una horrible maldición que le confiere el aspecto de una anciana. Decide pedir ayuda a un mago que vive en un castillo ambulante.

De los temas tratados en el libro, Miyazaki se centró en el amor, la lealtad y los efectos destructivos de la guerra, sobretodo por su oposición ante la guerra de Irak desatada tiempo antes a la producción del filme. Introduce también el vuelo, como capacidad que hace libres a sus personajes, al tiempo que resalta la positiva forma con la que aborda la vejez. En el filme la importancia de la apariencia es mínima, al dejar claro que lo que nos representa son nuestros actos.

El cineasta se inspiró en la estética del subgénero de ciencia ficción steampunk en la que abundan las tecnologías anacrónicas y las invenciones futuristas, como lo son las máquinas voladoras que utilizan los personajes en algunas escenas. La película tuvo su estreno mundial en el Festival de Venecia y a España llegó en el certamen de Sitges. Cosechó otros tantos premios, aunque el Oscar a la Mejor película de animación se le escapó.

Pierrot el loco (Jean-Luc Godard, 1965)

Pierrot el loco

Fue la protagonista del cartel del último Festival de Cannes y un ejemplo de la capacidad de innovación y el audaz estilo de su director, el francés Jean-Luc Godard. La figura de este cineasta fue llevada al cine el año pasado en un biopic centrado en sus celos, actitud posesiva y en forma de fiasco de crítica y taquilla. Pero aquí hemos decidido tratar su obra con el respeto que merece y hemos ensalzado esta road movie que utiliza una historia de persecuciones para hablar de las emociones.

Jean-Paul Belmondo y Ana Karinna protagonizan el largometraje que cuenta cómo un hombre abandona su matrimonio para embarcarse en una loca aventura amorosa y criminal con una examante con la que se reencuentra. Es en sus trayectos donde comparten sus ideas sobre distintos temas como la vida, el amor o los seres humanos.

La búsqueda desesperada de Pierrot de la satisfacción, la alegría y el sentido le vuelven cada vez más demente. En el filme se repite el estilo particular de Godard a la hora de tratar el tiempo, el color y llevar a los personajes a romper la cuarta pared. Lo hace en contra de la convención y decidido a cumplir sus propósitos narrativos.

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