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Este blog se ocupará de las series más influyentes del momento, recomendará otras que pasan más desapercibidas y rastreará esas curiosidades que solo ocurren detrás de las cámaras.

'Ballers' temporada 4: expandirse o morir para ganar dinero con el deporte

Póster promocional de la temporada 4 de 'Ballers'

Belén Gómez

Que The Rock era algo más que una masa de músculo de 120 kilos ya lo sabíamos. O al menos hemos tenido suficientes pruebas de talento para convencer a quien se esforzase en valorarlo.

El reputado wrestler de lucha libre profesional demostró que el drama y la conexión humanista con el espectador no le era algo ajeno en películas como la olvidada El Mensajero (Snitch). También, que se le daba genial la comedia en la que probablemente sea la mejor película de Michael Bay, Dolor y dinero, así como reírse de los tópicos que acompañan a actores procedentes del ring. E incluso, que era capaz de hacerse con el corazón de los más pequeños poniendo voz a Maui, el simpático y egocéntrico semidiós de la Polinesia de Vaiana.

Con todo, no ha sido en la gran pantalla dónde hemos explorado a fondo su faceta interpretativa, ni tampoco dónde nos hemos encontrado con mayores hallazgos en torno a su personalidad: eso es mérito de Ballers, la serie creada por Stephen Levinson cuya cuarta temporada estrena ahora Movistar+ en nuestro país. En ella, Dwayne Johnson da vida a Spencer Strasmore, un jugador retirado de la NFL –la liga de futbol americano– reconvertido en gerente financiero en busca del éxito a toda costa.

Ganar dinero con el deporte y no morir en el intento

Spencer Strasmore fue una superestrella del fútbol americano en su momento, pero nadie le había preparado para lo que viene después del éxito. Su prematuro retiro del campo le dejó en la estacada vital, sin saber qué hacer con su vida ni con su dinero. Así que intentó reubicarse representando a otros jugadores… con más o menos éxito en un Miami voraz y ultracapitalista.

Por suerte, contaba con la ayuda de Joe, interpretado por Rob Corddry, fiel escudero que en esta nueva temporada le convence para viajar hasta Los Ángeles con la firme intención de expandir horizontes financieros en el mundillo de los deportes de acción como el skate y el surf.

En un ambiente cada vez más cambiante y competitivo, Spencer deberá aprender que lo que sabía de fútbol americano no se puede aplicar a todos los aspectos del negocio del deporte. Como tampoco se pueden extrapolar al hecho de ganar dinero, las lecciones con las que la vida le ha ido golpeando para que aprendiese a la fuerza.

En esta cuarta temporada, Ballers cambia el foco y dobla la apuesta: se aleja conscientemente del mundo de la NFL justo en el momento en el que su protagonista, sabedor de haber tocado fondo en más de una ocasión, necesita un cambio vital urgente. Expandirse o morir.

Equilibrio con ingredientes adecuados

Tras cuatro temporadas, Ballers ha demostrado saberse segura tanto en el drama deportivo como en el terreno de la comedia más ácida. También mantener siempre la tensión sobre un bagaje socioeconómico que exploraba la cara oscura de uno los deportes más vistos del mundo.

Pero con el tiempo, sin alejarse del delicado equilibrio conseguido, Ballers se ha significado como una rareza en el prestigioso catálogo de HBO que en nuestro país se puede ver en Movistar+, por su capacidad para renovarse manteniendo intacto su espíritu: historias de perdedores con dinero y acusado sentido de la camaradería, que no cesan en su esfuerzo por cumplir su sueño.

Los principales responsables: Stephen Levinson en lo creativo y Danny García y Karyn McCarthy en lo mundano, encargadas de la producción de los 40 episodios de los que consta la serie. Los tres, junto a Mark Walhberg y Peter Berg (productores de cinco capítulos cada uno), han concebido a una serie redonda en la que brillan Dwayne Johnson, uno de los actores más taquilleros del cine de acción actual en un papel cada vez más complejo, y Rob Corddry, genial partenaire cómico a quien hemos visto en Workaholics o en Children’s Hospital.

Mucho menos un plantel de secundarios que van desde Omar Benson Miller – el Sol George de 8 millas-, y Jazmyn Simon –Parks and Recreation–, hasta exjugadores de fútbol Donovan Carter y John David Washington, el hijo de Denzel Washington a quien muy pronto veremos en Infiltrado en el KKKlan de Spike Lee.

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