- Médicos Sin Fronteras documenta en un informe el impacto de la guerra en un sistema de salud que ha colapsado.
Más de cuatro meses de conflicto dejan un país desgarrado en el que resulta casi imposible acceder a la atención médica.
Médicos Sin Fronteras documenta en un informe el impacto de la guerra en un sistema de salud que ha colapsado.
El embargo, un bloqueo de facto que complica la entrada de combustible, medicamentos y alimentos básicos, está agravando la situación de una población que ya sufría graves carencias antes del conflicto.
Un hombre espera para recibir atención médica en el Hospital Quirúrgico de MSF en Adén. El sistema sanitario local ya padecía graves problemas en el país más pobre de la región, pero la violencia y el bloqueo lo han deteriorado aún más. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
Un hombre espera para recibir atención médica en el Hospital Quirúrgico de MSF en Adén. El sistema sanitario local ya padecía graves problemas en el país más pobre de la región, pero la violencia y el bloqueo lo han deteriorado aún más. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
Un herido es trasladado al Hospital Quirúrgico de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Adén. La violencia y la falta de transporte están deteriorando el acceso a la salud y ni siquiera las ambulancias pueden cruzar las líneas de frente. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
Un herido es trasladado al Hospital Quirúrgico de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Adén. La violencia y la falta de transporte están deteriorando el acceso a la salud y ni siquiera las ambulancias pueden cruzar las líneas de frente. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
Desde que empezó el conflicto, MSF ha tratado a más de 10.500 heridos y realizado 5.000 operaciones de cirugía. Solo en el Hospital Quirúrgico de Adén de la imagen los equipos han asistido en urgencias a más de 4.700. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
Desde que empezó el conflicto, MSF ha tratado a más de 10.500 heridos y realizado 5.000 operaciones de cirugía. Solo en el Hospital Quirúrgico de Adén de la imagen los equipos han asistido en urgencias a más de 4.700. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
La atención sanitaria ha resultado especialmente castigada. Combustible, medicamentos, equipo médico y otras importaciones de material esencial para proporcionar atención médica son muy complicados de obtener. Mesa de operaciones en el Hospital Quirúrgico de Adén. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
La atención sanitaria ha resultado especialmente castigada. Combustible, medicamentos, equipo médico y otras importaciones de material esencial para proporcionar atención médica son muy complicados de obtener. Mesa de operaciones en el Hospital Quirúrgico de Adén. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
Hospitales, centros de salud y ambulancias están resultando dañados, ya sea de forma directa y premeditada o como consecuencia de daños colaterales. Estos ataques están poniendo en peligro a los pacientes y al personal médico. Muchos profesionales sanitarios han huido de Yemen y cuantiosos hospitales han cerrado porque no pueden operar en las actuales circunstancias. Heridos en la unidad de Urgencias del Hospital Quirúrgico de Adén. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
Hospitales, centros de salud y ambulancias están resultando dañados, ya sea de forma directa y premeditada o como consecuencia de daños colaterales. Estos ataques están poniendo en peligro a los pacientes y al personal médico. Muchos profesionales sanitarios han huido de Yemen y cuantiosos hospitales han cerrado porque no pueden operar en las actuales circunstancias. Heridos en la unidad de Urgencias del Hospital Quirúrgico de Adén. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP
El conflicto ha provocado ya más de 1,2 millones de desplazados que, en algunos casos, tienen que soportar temperaturas de hasta 52 grados °C. El campo de Al Manjoorah, al noroeste del país, acoge a yemeníes desplazados expulsados a causa de los intensos combates en la ciudad fronteriza de Haradh. Fotografía: Narciso Contreras/MSF
El conflicto ha provocado ya más de 1,2 millones de desplazados que, en algunos casos, tienen que soportar temperaturas de hasta 52 grados °C. El campo de Al Manjoorah, al noroeste del país, acoge a yemeníes desplazados expulsados a causa de los intensos combates en la ciudad fronteriza de Haradh. Fotografía: Narciso Contreras/MSF
En Yemen, uno de los países con menos recursos hídricos del mundo y el agua debe ser bombeada con motores eléctricos. Sin embargo, la falta de combustible, está haciendo imposible extraerla y distribuirla y su precio se ha doblado en el último mes. Un niño desplazado en el asentamiento a las afueras de Beni Hassan, coloca en fila bidones vacíos mientras espera que comience la distribución de agua. Fotografía: Narciso Contreras/MSF
En Yemen, uno de los países con menos recursos hídricos del mundo y el agua debe ser bombeada con motores eléctricos. Sin embargo, la falta de combustible, está haciendo imposible extraerla y distribuirla y su precio se ha doblado en el último mes. Un niño desplazado en el asentamiento a las afueras de Beni Hassan, coloca en fila bidones vacíos mientras espera que comience la distribución de agua. Fotografía: Narciso Contreras/MSF
Muchos de los desplazados han podido alojarse en casas de familiares y amigos. Otros han encontrado cobijo en edificios abandonados que no reúnen la infraestructura básica como letrinas y sistemas de alcantarillado para su uso. Miles, los más vulnerables, se han refugiado en campos improvisados donde se reúnen cientos de familias. Un familia en el interior de su tienda en el asentamiento temporal de Al Manjoorah. Fotografía: Narciso Contreras/MSF