Endesa gana un 10% más en el primer semestre de 2022, hasta 916 millones
Endesa obtuvo un beneficio neto de 916 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un incremento del 10,1% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Según informó la compañía este incremento se debe a los extraordinarios de la venta de su negocio de movilidad eléctrica a su matriz Enel.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la energética en el periodo de enero a junio se situó en 2.188 millones de euros, un 16,5% más. Los ingresos del grupo dirigido por José Bogas alcanzaron los 14.841 millones de euros a cierre del primer semestre, con un crecimiento del 64,4% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Endesa, que vende más energía de la que produce y necesita comprar energía en el mercado, beneficiándose cuando los precios caen pero viéndose perjudicada en sus cuentas si están altos, señaló que esta primera mitad del ejercicio estuvo marcada por un contexto de mercado adverso, motivado por el estallido de la guerra en Ucrania y el repunte de precios de las materias primas energéticas, singularmente el gas, que en promedio fue un 305% más caro en el primer semestre del año respecto al mismo periodo de 2021.
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha afirmado que la energética “está pendiente” de conocer los detalles del nuevo impuesto que el Gobierno quiere imponer a la banca y a las energéticas para recaudar unos 7.000 millones de euros en dos años, aunque ha defendido que la eléctrica “no obtiene beneficios extraordinarios en esta coyuntura, cumpliendo con la legislación aprobada en los últimos meses”.
El directivo también puso en valor el tope al gas para producir electricidad, aunque estimó que “medidas particulares” como la excepción ibérica mitigan la subida de precios. No obstante, consideró que estas iniciativas “no solucionan el problema de fondo: el elevado precio del gas”.
Por otra parte, Bogas señaló que en este primer semestre se ha comprobado “cómo el escenario macro tanto económico como energético han proseguido su senda de deterioro”, tras una invasión de Ucrania por Rusia que “no ha hecho más que exacerbar la senda de fuerte crecimiento del precio del gas, motivo último de la crisis energética europea”.
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