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El estado de alarma obliga a aplazar las recargas de combustible de al menos dos centrales nucleares españolas

Central Nuclear de Almaraz.

Antonio M. Vélez

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La emergencia sanitaria del coronavirus va a obligar a aplazar las recargas de combustible en al menos dos centrales nucleares españolas, las de Almaraz (Cáceres) y Ascó (Tarragona) y no se descarta que ocurra lo mismo con una tercera, la de Trillo (Guadalajara).

La primera en hacerlo va a ser Almaraz, que tenía previsto iniciar una parada para recargar combustible en uno de sus dos reactores el 29 de marzo. Su dirección informó el viernes de que ha decidido retrasar el ciclo para llevar a cabo esa operación, la número 27 desde su puesta en marcha, hasta que la situación sanitaria del país lo permita.

Para poder seguir operando, Almaraz va llevar a cabo a partir del 14 de abril (cuando, en principio, ya no estaría vigente el estado de alarma) una parada de menor alcance solo para reponer combustible. Es una operación con una duración menor de lo habitual (unas dos semanas) y con bastantes menos trabajadores adicionales (solo unos 200) que una recarga completa.

Esta última es una compleja operación que las centrales efectúan (dependiendo del tipo de reactor) cada 12, 18 o 24 meses y que obliga a las eléctricas a contratar a más de un millar de personas cada vez que se realiza para, entre otras tareas, sustituir un tercio del combustible del núcleo del reactor, almacenar en piscinas el que se retira, colocar en otras posiciones dentro del núcleo los dos tercios restantes y realizar múltiples trabajos de mantenimiento y revisiones en equipos que no pueden ser inspeccionados en operación manual, así como modificaciones de diseño para optimizar la planta. 

En lugar de desplazar a las instalaciones durante algo más de un mes a un equipo de más de un millar de personas, incluyendo a profesionales de otros países como Estados Unidos, esa reposición de combustible en Almaraz va a requerir el desplazamiento a esa localidad cacereña de unos 200 técnicos procedentes de empresas como Enusa y Tecnatom, cuyas sedes centrales están en Madrid.

“Para realizar estos trabajos se han establecido una serie de medidas adicionales para reforzar la seguridad de los profesionales y de la instalación en función de la situación de alerta del país”, explican fuentes de la central, que confirman que poder ‘estirar’ la duración el combustible existente hasta mediados de abril y en coordinación con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Almaraz va a llevar lo que se denomina un “ampliación del ciclo” (“Stretch-out operation mode”) de su unidad I: una progresiva reducción de potencia que permita seguir operando a la planta.

Todo ello, en un momento en el que la demanda de electricidad en España está cayendo a plomo por el parón de gran parte de la industria y los servicios y con buena parte de la población confinada en sus hogares. Este lunes, según datos recopilados por Europa Press, el descenso ya superaba el 11% con respecto a hace dos semanas, cuando todavía no estaba vigente el estado de alarma. El recorte del consumo equivale a la producción de unas cuatro centrales nucleares (unos 4.000 MW).

El porcentaje de reducción de potencia que va a llevar a cabo Almaraz (que de momento sigue trabajando al 100%) está por concretar. Como explica el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce, esa reducción se ha hecho habitualmente, por ejemplo, cuando coincidían las recargas de dos unidades en el tiempo y se aprovechaba la presencia de las empresas contratistas, para escalonar las tareas. “Lo lógico es hacerlo hasta el 70%, porque hasta ese nivel de potencia prácticamente no cambia nada en la central, no es necesario alterar la configuración”, dice Araluce, que dirigió Almaraz durante 14 años.

El presidente del lobby atómico añade que “como la aportación de la energía nuclear es potencia base, estable, firme, no depende del viento ni del sol sino que sabe lo que puede producir todos los días, entiendo que Red Eléctrica habrá planificado en toda España” esta situación en el actual escenario de caída de la demanda.

También Ascó

La siguiente recarga prevista en el calendario es la del grupo 1 de Ascó, que estaba prevista para el 18 de abril y que, según confirman fuentes de Endesa, su propietaria, se va a retrasar al 28 de abril. Fuentes de la central explican que todavía están evaluando las acciones a tomar y si se opta, como Almaraz, por una recarga simplificada (solo de combustible), teniendo en cuenta que el otro reactor de esta central tarraconense tiene programada su recarga para octubre. Al igual que en Almaraz “la idea es alargar un poco el ciclo” para permitir la operación hasta finales del mes que viene.

La tercera central que podría ver alterados sus planes de recarga por la actual situación de España es la de Trillo (Guadalajara), que tiene prevista una recarga para el próximo mes de mayo.

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