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Vivir el embarazo y el parto durante el estado de alarma

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Mercè Palau

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A las preocupaciones e incógnitas normales que suelen tener muchas mujeres durante el embarazo, durante estos días excepcionales que se están viviendo se suman nuevos interrogantes sobre cómo les pueden afectar las medidas que se han tomado para el control y la prevención del SARS-CoV-2. ¿Cómo será el seguimiento médico del embarazo en este estado de confinamiento?, ¿se podrá ir a todas las revisiones con normalidad?, ¿se tiene más riesgo de contraer el virus?, ¿cómo será el parto? Y es que, en estos momentos de distanciamiento físico y de medidas de confinamiento, se han tenido que modificar algunas rutinas de la asistencia médica para dar prioridad a la lucha contra Covid-19. Es lógico que, frente a este escenario, aumenten las dudas.

El control del embarazo y el parto

Aunque se han cancelado las consultas médicas no preferentes, el embarazo es un escenario especial que requiere que se hagan algunas pruebas en un periodo concreto de tiempo que no pueden retrasarse. Por ello, los hospitales han implementado medidas de seguridad que han sido cuidadosamente planificadas para el bienestar de las madres, los bebés, la familia y la protección del personal sanitario. En líneas generales, lo que se ha hecho ha sido reducir las visitas presenciales tanto como se ha podido dentro de la máxima seguridad, pero manteniendo las imprescindibles como son “las analíticas por trimestres, las ecografías de las 12, 20 y 35 semanas y aquellas consultas consideradas de alto riesgo obstétrico materno o fetal”, afirma el doctor Ricardo Savirón, jefe de sección de Obstetricia del Hospital Universitario General de Villalba.

El Ministerio de Sanidad recalca, por su parte, que es importante acudir a todas las consultas de seguimiento del embarazo indicadas por los especialistas porque los hospitales han establecido protocolos para garantizar la seguridad de las pacientes y de los profesionales. Han diseñado, así, circuitos diferenciados en el caso de ingreso en sus instalaciones para minimizar el riesgo de contagio por coronavirus y evitar que un paciente con Covid-19 entre en contacto con uno que no lo es. Las consultas que no son imprescindibles de forma presencial, como la entrega de resultados de analíticas, se han postpuesto lo máximo posible o se han realizado vía telefónica.

Los hospitales también están preparados para que, en el momento del parto, las mujeres puedan dar a luz con todas las garantías. Han reforzado todas las medidas de seguridad para que tanto la madre como el bebé no se contagien frente al coronavirus dentro del hospital. Las gestantes permanecen en zonas aisladas para evitar el contacto con otras zonas en las que hay pacientes ingresados con SARS-CoV-2. Para ello, y con el fin de adaptarse a la situación de pandemia, “se han cambiado algunos circuitos habituales”, admite Sarvirón. También se prioriza el “alta precoz”, de manera que tras un parto vaginal sin complicaciones las pacientes reciben el alta hospitalaria tras las “primeras 24 horas”, minimizando así al máximo la estancia de la madre y el bebé en el hospital, una medida que “ya estaba recogida en nuestros protocolos fuera de la pandemia”, reconoce el experto.

¿Tienen más riesgo las embarazadas de contraer Covid-19?

Aunque la información de la que se dispone hasta el momento no indica que las mujeres embarazadas sean más susceptibles de infectarse por coronavirus, sí es verdad que, debido a los cambios en su cuerpo y su sistema inmune, son más vulnerables a las infecciones respiratorias virales, de ahí que sean consideradas como grupo de riesgo. Según Savirón, la gravedad dependerá, probablemente, de otros “factores de riesgo asociados como obesidad, hipertensión arterial, etc.”

No hay evidencia actualmente de que pueda producirse transmisión vertical, es decir, que la madre pueda pasar la enfermedad al feto durante el embarazo. Es improbable, por tanto, que el virus provoque malformaciones fetales. No hay estudios tampoco que demuestren que pueda producirse una transmisión de la infección durante el parto. Hasta la fecha, el virus no se ha detectado en muestras de líquido amniótico, flujo vaginal o leche materna.

Cómo deben protegerse las mujeres embarazadas

Una mujer embarazada debe seguir las mismas medidas de prevención que la población general, que son, como recuerda el Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de la Salud (OMS), lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante 40-60 segundos; cubrirse la boca al toser o estornudar con el codo; evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos porque estas facilitan la transmisión; usar pañuelos desechables y tirarlos tras su uso.

Además de estas medidas personales, es muy importante en casa ventilar las habitaciones cada día e instaurar rutinas de limpieza de superficies de contacto de manera más frecuente a como se hacía antes. Las personas que conviven con una mujer embarazada también deben extremar la higiene y seguir las mismas medidas de prevención que ellas. En el caso de tener fiebre, tos o dificultad para respirar, debería seguir las recomendaciones dadas por su médico.

Bienestar físico y psicológico, claves durante el embarazo

Es muy importante, sobre todo en una situación excepcional como la que estamos viviendo, que todo el mundo, pero sobre todo las mujeres embarazadas, mantengan unos hábitos saludables, tanto físicos como psicológicos, siguiendo siempre las recomendaciones de los profesionales sanitarios. Este experto destaca la actividad física y una alimentación saludable para “controlar el aumento de peso, un factor de riesgo para complicaciones durante el embarazo y el parto”. Debe evitarse la inmovilidad, a menos que la mujer tenga que guardar reposo por alguna circunstancia, e intentar mantener una vida activa en la medida en la que el confinamiento lo permite, adaptando rutinas y ejercicios a la situación actual.

El ejercicio, además de mejorar el estado físico, lo hace también a nivel psicológico. El bienestar emocional es muy importante, y más aún en este estado de alarma en el que pueden aparecer sentimientos de tristeza, enfado, falta de control o miedo, sobre todo a contraer el SARS-CoV-2. Lo más probable es que estas emociones varíen a lo largo de los días y las semanas, siendo más fuertes en determinadas fases del embarazo. Según Ricardo Savirón, es fundamental “dormir las horas necesarias y aprovechar a dar un paseo a medida que las fases de desescalada lo permiten”, así como mantenerse en contacto con amigos y familiares a través de llamadas y encuentros virtuales.

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