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Seis trucos y hábitos para incorporar a tu rutina y lucir una piel más luminosa este otoño

Una mujer

María Sanz

¿Sabes esa cara que uno tiene en vacaciones que parece que brilla sin pretenderlo? Se la ve tersa, tonificada y con luz propia. Se la ve descansada y relajada. Mantenerla con la vuelta a la rutina y ante el cambio de estación llamando a la puerta, desafiando a la pérdida de luminosidad y a la aparición de marcas de cansancio, es tan sencillo como incorporar una serie de hábitos a nuestro día a día, guardarse un par de trucos en la manga y apostar por tratamientos cosméticos pensados especialmente para dotar de brillo a nuestro rostro. 

  1. Duerme lo suficiente, y, sobre todo, duerme bien. No es solo que dormir sea imprescindible para sentirnos bien física, mental y emocionalmente, es que la falta de descanso también se deja notar en la piel. No en vano, la producción de elementos como el colágeno o la elastina se ven afectados por la falta de sueño. Las consecuencias para el cutis van más allá de las consabidas ojeras y bolsas. Y es que, después de una noche de mal dormir, en nuestra piel se dejan notar con más intensidad arrugas e imperfecciones, así como la pérdida de firmeza y elasticidad.
  2. Practica actividad física. Ya sea de manera moderada o algo más intensa, apostando por desplazarte a pie o en bici, por practicar deporte o por opciones como el baile, la actividad física mejora la calidad de vida y ayuda a prevenir enfermedades. Además, también contribuye a que la piel luzca luminosa. ¿Cómo? Por un lado, al hacer ejercicio nuestro cuerpo libera endorfinas, lo que contrarresta el estrés, uno de los elementos que influyen en la falta de brillo del rostro. Por otro lado, se facilita la depuración de toxinas, ya que la actividad física favorece la circulación, ayudando a que el oxígeno llegue mejor a los tejidos.
  3. Cuida lo que comes. Como indica la Organización Mundial de la Salud, seguir una dieta saludable “rica en cereales integrales, verduras, frutas, legumbres y nueces, y baja en sal, azúcares libres y grasas, particularmente grasas saturadas y grasas trans” contribuye a cuidar nuestra salud. Ayuda también a lucir una piel más luminosa si se apuesta por alimentos como los lácteos, las espinacas, los cítricos o los frutos secos, ricos en vitaminas A, C y E, que son antioxidantes y favorecen la producción de colágeno, que ayuda a que la piel luzca radiante. 
  4. Descubre cuáles son los colores que te favorecen a la hora de vestir. Los tonos que mejor le sientan a cada persona van a depender de su color de pelo y de ojos y del tono de su piel. Conocer, a través de la colorimetría, cuáles son las gamas que más nos favorecen es importante si queremos que la ropa sea un elemento más con el que contribuir a aportar luminosidad al rostro.
  5. Escoge bien el maquillaje que vas a utilizar. Para que la piel luzca natural, sedosa, saludable y, sobre todo, luminosa es recomendable optar por productos que se adapten fácilmente a ella. Estamos hablando de aquellos que son fluidos, ligeros y, a ser posible, de textura cremosa. Conviene tenerlo en cuenta para la base de maquillaje, correctores, iluminadores y coloretes.
  6. Por su fluidez, suele ser fácil aplicarlos, por lo que nuestra piel no sufrirá ningún tipo de fricción que la altere. Por su ligereza, el producto cubrirá la piel, pero sin esa sensación de pesadez que generan otros más densos. La textura cremosa, por su parte, será la que otorgue el aspecto sedoso y natural. 
  7. Define la rutina de cuidado facial que mejor te sienta y sé constante. No todas las pieles son iguales ni tienen las mismas necesidades, por ello, el primer paso es definir la rutina facial que mejor se ajuste a cada una. En términos generales, diremos que conviene apostar por productos en los que la hidratación esté muy presente; así como por rutinas que se adapten al ritmo de vida.

Si en el día a día careces de tiempo, limítate a desmaquillar, limpiar e hidratar. Puedes dejar otros pasos, como la exfoliación o la aplicación de mascarilla, para el fin de semana o para esos momentos en los que tu piel necesite un extra de cuidado para lucir más luminosa. Será ahí cuando puedas recurrir a soluciones como Cure Eclat Beauté Eclair, el nuevo tratamiento intensivo de Laboratorios Clarins, que potencia al instante la luminosidad de la piel gracias a su alta concentración en Vitamina C, fundamental por su poder antioxidante y antimanchas y porque elimina el aspecto apagado. Los extractos de plantas incluidos en la formulación ayudan a disminuir el exceso de radicales libres que nuestro cuerpo produce y que derivan en estrés oxidativo. 

Su aplicación es tan sencilla y rápida como depositar tres gotas en las palmas de las manos, calentar el producto y extender sobre rostro y cuello por las mañanas y por las noches, después de limpiar y antes del sérum. ¿Durante cuánto tiempo? Si quieres paliar un momento de estrés o de fatiga o lucir radiante en una ocasión especial, puedes apostar por una ampolla durante siete días. Si, por el contrario, quieres un extra de luminosidad y tu piel te pide estimulación, puedes utilizar hasta cuatro ampollas de manera continuada.

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