Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

“Ahora que estoy jubilado puedo decirlo: siempre he pescado marisco sin licencia”

Leyre González Grande

Pasaia —

Juan José Osa ha dedicado su vida al mar. Durante más de medio siglo, este arrantzale jubilado de Pasaia, ha vivido los cambios en las artes de pesca, la modernización del sector, su legislación o las nuevas “modas” en las capturas. Echa ahora la vista atrás con un tinte nostálgico, mientras fuerza la memoria para recordar el olor de sus inicios.

Pregunta: ¿Durante cuántos años ha dedicado su vida al mar?

Respuesta: Empecé en agosto de 1957, tenía entonces 14 años y salí al mar durante 15 días en plena temporada de bonito, ¡vaya tiempos!. Después empecé a pescar Langosta, porque me he dedicado los últimos 20 años a pescar marisco, siempre, sin licencia. Eso sí, ahora que estoy jubilado puedo decirlo (se ríe).

P: Imagino que cuando empezó la pesca apenas estaba legislada, ¿Cómo ha vivido ese proceso?

R: Antes salías a la mar y la mar era libre. En mis inicios, en las costas francesas, por ejemplo, tan sólo se reservaban milla y media para ellos mismos, y a partir de las tres millas podías encontrarte ya en agua libre. Poco a poco, nos hemos ido más bien quedando con lo que nos han dejado.

P: ¿Y cómo han cambiado las técnicas de pesca a lo largo de estos años?

R: Es incomparable. Ahora todo está informatizado. Si pulso un botón desde casa puedo controlar donde está un barco, o lo que hace. Incluso los propios barcos, la manera de construir los buques es incomparable, y eso que realmente el progreso aún no ha llegado a la mar. Cuando empezaron a utilizarse los GPS’ yo tuve la suerte de tener el primero que se utilizó por estas aguas, pero lo tuve un año inutizado, porque entonces aún no había cobertura y no me servía para nada.

P: ¿Y la propia pesca? ¿Lo que pescaban entonces es diferente de lo que se pesca ahora? ¿Eso es algo que cambia como las modas que van y vienen?

R: Eso no ha cambiado tanto, se pesca igual. Esto como sabes va por temporadas, la anchoa de marzo a junio, luego el atún y el bonito… lo que se ha perdido totalmente es la merluza y el besugo de pincho-caña. Antes se pescaban muchísimo y de la noche a la mañana dejaron de pescarse. Los que consumimos aquí ahora se pescarán en Marruecos y se comprarán en Tarifa, por ejemplo, pero ya apenas quedan ejemplares capturados en nuestras aguas.

P: ¿Y el mar, también ha cambiado? ¿O su percepción de él?

R: Lo que ha cambiado mucho son las inclemencias del tiempo. Sin ir más lejos, este año, hemos tenido primavera de calendario, pero no de hechos reales. Hasta hace un mes casi andábamos con abrigo y eso en la mar se nota y mucho porque los propios peces, si no encuentran sus temperaturas y corrientes adecuadas no se acercan a la costa, de hecho, la anchoa se ha quedado lejísimos para lo que es habitual.

P: ¿Y qué pasa con la crisis? ¿El sector no se ha librado de ella, verdad?

R: Precisamente aquí el caballo de batalla son los precios. Nuestros costes se han disparado. Cuando yo empecé, el litro de gasoil costaba una peseta y cinco céntimos, no lo teníamos ni en consideración. Ahora además los motores son mayores, y los barcos se desplazan más lejos y el precio del carburante está por las nubes. Mantener un barco supone un coste enorme y quizá, lamentablemente incluso el sector esté abocado a desaparecer o a reducirse muchísimo.

Etiquetas
stats