“Hemos olvidado para qué existe el periodismo”
El escritor y periodista Manuel Rivas ha participado en el ciclo ‘Diálogos con la literatura’ organizado por la Biblioteca Bidebarrieta de Bilbao, con la escritura solidaria como epicentro de una conferencia en la que el autor ha calificado los males del periodismo actual como “un virus” que afecta a “la identidad y el autoestima de una profesión que ha convertido la información en una simple mercancía”.
“El periodismo vive la crisis de las crisis, las ha concentrado todas por una falta de conciencia, que como ya se ha dicho en más de una ocasión, le lleva al autosuicidio”, ha afirmado Rivas. “El problema es que nos hemos olvidado de que la información, el material con el que trabaja el periodismo, no es una mercancía sino un bien básico común”, apuntaba el escritor. “Ahora que la sociedad está inmersa en encrucijadas por situaciones de problemática social y corrupción es cuando más sentido tiene el periodismo porque la gente necesita información”, ha matizado.
Así, Rivas señalaba que la profesión periodística vive en “un dilema continuo”. “Lo peor es cuando se interioriza la sensación de que no es posible cambiar este panorama. Además de las diversas crisis empresariales, la prensa está pasando por una travesía de cambios tecnológicos que aún no se sabe por dónde tirará. Los periódicos parecen todos iguales porque el problema fundamental ha sido olvidar para qué existe el periodismo”, aseguraba el escritor. “Cuando se confunde la información con mercancía entramos en un círculo que lleva todas las de perder”, ha apuntado.
Sin embargo, el periodista gallego considera que todavía quedan “rayos de esperanza” en los medios convencionales. “Hay que mirar siempre todos los lados porque en los medios tradicionales permanece gente que aún sigue luchando porque se diferencie el trabajo de los profesionales frente a los enredos en los que andan metidas las grandes empresas”, añadía.
A su vez, el escritor ha presentando en Bilbao su último libro “Vicente Ferrer. Rumbo a las estrellas con dificultades” en el que narra el trabajo desarrollado por el cooperante catalán en la India. A través de esta obra, Rivas pretende ofrecer un acercamiento “más profundo” hacia Vicente Ferrer mediante una escritura solidaria con historias que cuentan las personas que le conocieron.
“Toda buena literatura tiene detrás una escritura solidaria, aunque sí es cierto que la literatura propia se resiste a ser etiquetada”, comentaba Rivas. “El oficio del periodista y del literato es acertar con los interrogantes, pero no establecidos como preguntas sino como hechos que nos perturban. La literatura es importante porque no pretende convencer como los discursos políticos. Es decir, la literatura pone en cuestión aquello que otros ofrecen como verdad dogmática”, explica el escritor.
Según Rivas, “la solidaridad verbal tiene que ser el lenguaje que no quiere dominar porque todo aquel que busca dominar establece una violencia”. Por ello, “el escritor debe saber utilizar las palabras que suponen depósitos de esperanza”, asegura. Del mismo modo, Rivas aludía al novelista portugués Miguel Torga para argumentar que “el primer compromiso de un escritor es escribir, pero todo lo que escribe le compromete y al periodista igual”. “No importa de lo que hable, no sólo cuando se trate de marginación, todo lo que escribimos nos compromete, por eso, tenemos que saber contrarrestar con las palabras la producción de odio”, añadía.