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El Parlamento Vasco baja la persiana hasta septiembre con consenso en cuatro leyes y disenso por la atención primaria

El peneuvista Luis Javier Tellería, sonriente, delante del lehendakari, Iñigo Urkullu

Iker Rioja Andueza

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El Parlamento Vasco la cerrado este jueves el curso político con la celebración de un último pleno hasta finales de septiembre, aunque las sesiones de control acabaron ya hace dos semanas. Ha sido una jornada productiva en el plano legislativo con la aprobación de las leyes del “procedimiento de elaboración de las disposiciones de carácter general”, de “desarrollo rural” y de “profesiones de la actividad física y del deporte”. También ha salido adelante la de “protección de los animales domésticos”, así defendida por el socialista Txarli Prieto: “Los animales son buenos amigos. No critican, no hacen preguntas, son agradecidos, leales, afectivos, buenos comunicadores. Van ligeros de equipaje, no contaminan con el coche ni se hipotecan en los bancos. No contribuyen a la inflación, no están obsesionados con el móvil, no temen ni al infierno ni al cielo. No comen sin hambre ni beben sin sed, ni hablan sin tener nada que decir, como hacemos los humanos”.

Sin embargo, se ha rechazado la creación de una ponencia para diagnosticar los males de la Sanidad pública y, en particular, de la atención primaria, como pretendía EH Bildu. La votación zanja así un mes de declaraciones, debate y hasta de manifestaciones con peticiones de dimisión como consecuencia de unas palabras luego matizadas de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que aludían a la necesidad de un “cambio cultural” con más distancia entre consultorios, por ejemplo, ante la escasez de médicos.

[“No podemos obviar que tanto la especialización de recursos derivada de la innovación en técnicas y tecnologías como la escasez de médicos de familia apuntan a un horizonte de mayor movilidad de la ciudadanía para recibir atención. Euskadi es una comunidad pequeña, con buenas redes y servicios de comunicación. La movilidad no debería ser un problema, pero lo es. Nos enfrentamos al reto de trasladar a la ciudadanía que estamos ante un cambio cultural, de usos y costumbres en nuestra relación con los servicios sanitarios. Habrá que desplazarse con más frecuencia. Habrá consultorios que estén atendidos por servicios de enfermería o incluso que permanecerán cerrados en épocas como las que se avecinan, las vacacionales. Recurriremos a consultas telemáticas, a herramientas de triaje telemático. Esto va a ser así”.]

El clima de consenso reinante con las leyes -en la primera el grueso del texto ha salido sin votos en contra y en el resto el Gobierno de Iñigo Urkullu ha encontrado apoyos parciales en la oposición y en la segunda José Antonio Suso, del PNV, ha bromeado que ha perdido “quince kilos” en busca de consensos: “Si me encargan otra ley en la legislatura, me quedo como un pincel- se ha roto al tocar la situación de Osakidetza. El resultado ha sido la aprobación de un texto genérico con los votos exclusivos de los partidos del Ejecutivo, PNV y PSE-EE, que rechaza crear una ponencia en el Parlamento ya que Salud ya ha iniciado una ”reflexión interna“ y plantea que ”una vez finalizada“ sea ”compartida“ en el Parlamento para que la oposición ”efectúe su contraste“ y ”pueda realizar las aportaciones que considere oportunas“.

“Es tiempo de pasar de las palabras de los hechos, aunque ya vamos muy tarde”, se ha quejado la portavoz sanitaria de EH Bildu, Rebeka Ubera, que ha ironizado que quizás la “reflexión” con “profesionales” sanitarios se está haciendo con gente de “Sabin Etxea”, por la sede del PNV, “como ocurrió en la pandemia”. El resto de fuerzas de la oposición también han secundado las críticas a Sagardui. “El personal lleva una década denunciando los problemas que ahora son evidentes para la opinión pública”, ha enfatizado Jon Hernández, de Elkarrekin Podemos-IU, que ha alertado de la creciente “privatización” del servicio público. “La situación de la atención primaria es muy grave”, ha dicho en euskera Laura Garrido, desde la bancada de PP+Cs, que entiende que el “cambio cultural” de la consejera solamente puede ser interpretado como una avanzadilla de que se avecinan “recortes”. Vox no ha participado en el debate.

Superadas algunas tiranteces sobre las exigencias de euskera en Osakidetza o sobre las propias declaraciones de Sagardui, los socialistas han vuelto a ejercer de socios del PNV sin fisuras. Ekain Rico ha recordado que esta ponencia ya se debatió y rechazó a raíz de otra propuesta de diciembre de 2020, también de EH Bildu. “Plantear hoy la misma iniciativa es querer desconocer que en este tiempo se han tomado medidas y existen diagnósticos realizados”, ha despachado de saque en su intervención. Más duro ha sido el PNV de la mano de Luis Javier Tellería. “Me tiene usted preocupado. La veo un pelín estancada. Si hace solo un año presentó lo mismo y le dijimos que no y seguimos siendo los mismos… ¡pues va a ser que no!”, ha clamado el portavoz peneuvista. 

Tellería no se ha quedado ahí y ha acusado a la oposición y, en particular, a EH Bildu de “malinterpretar” las palabras de la consejera y de “hiperbolizar” cuando Sagardui “jamás” habló de recortes. No es la primera vez que lo hace. El presupuesto es ahora más alto que hace dos años y los profesionales son más, ha recalcado para negar que haya recortes. “Es todo por asustar”, ha asegurado. Y ha ironizado en respuesta a las quejas de que las decisiones se toman en Sabin Etxea: “Iban a ir a una ‘herriko taberna’ [sedes de Sortu] y había tanto ruido que se volvieron a Osakidetza a hacer la reflexión”. “Osakidetza no es del PNV ni de EH Bildu, es todo el pueblo. ¿Les molesta que EH Bildu traiga a esta casa los problemas del pueblo?”, ha replicado Ubera tras escuchar a Tellería. El portavoz del PNV ha señalado que espera que a la vuelta del verano esté listo el trabajo de análisis del Gobierno, contrastado “con 40 profesionales” y no con “liberados sindicales”.

Mientras se producía el debate, Osakidetza ha enviado un comunicado sobre su incomunicación con los sindicatos. El Ejecutivo dice “seguir apostando por el diálogo” y ha criticado la inasistencia“ de las centrales a la mesa de negociación. ”Osakidetza seguirá trabajando y proponiendo todos aquellos asuntos que redunden en la mejora de las condiciones de su plantilla“, se podía leer en la nota del Servicio Vasco de Salud.

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