La plantilla de FCC Aqualia Loiu pone fin a la huelga tras acordar la equiparación con el resto de las subcontratas de Consorcio de Aguas

La plantilla de FCC Aqualia Loiu ha puesto fin a la huelga que habían arrancado en el mes de junio y que se convirtió en indefinida el pasado 2 de julio, tras llegar a un acuerdo para equipar sus condiciones laborales con el resto de las subcontratas que trabajan para el Consorcio de Aguas de Bilbao-Bizkaia. El preacuerdo con la empresa se cerró el pasado viernes y ha sido aprobado la asamblea de trabajadores.

Según ha informado el sindicato LAB, único con representación en la empresa, se establece una equiparación inmediata en aspectos relevantes como las dietas, los sistemas de guardias y otras prestaciones, mientras que la equiparación salarial completa se llevará a cabo en dos fases: una primera en 2027 y otra en 2028, año en el que se alcanzará la equiparación total de los salarios, “lo que supondrá en algunos casos un incremento salarial del 42%”. “No se trata, por tanto, de un simple acuerdo, sino de un salto cualitativo en las condiciones de vida de las y los trabajadores”, han señalado. “Se pone fin a los desequilibrios de años y se garantizarán las mismas condiciones laborales para todos los trabajadores que realizan el mismo trabajo”, alegan.

Estos trabajadores realizan las labores de mantenimiento subcontratados por el Consorcio de Aguas de Bilbao-Bizkaia, de las posibles incidencias en el abastecimiento de aguas para los municipios de Uribe Kosta, Txorierri y Mungialdea. En total 22 municipios -Bakio, Barrika, Berango, Derio, Erandio, Fruiz, Gamiz-Fika, Gatika, Gorliz, Larrabetzu, Laukiz, Leioa, Lemoiz, Lezama, Loiu, Maruri-Jatabe, Morga, Mungia, Plentzia, Sondika, Sopela, y Urduliz- que se enfrentaban a un futuro incerto en el arranque del verano, porque se trata de poblaciones entre las que hay alguas que duplican su población en época estival, por lo que solucionar problemas en el abastecimiento del agua de forma rápida es esencial. De hecho, fuentes del Consorcio de Aguas mostraron el pasado viernes su “inquietud en relación con el conflicto”, aunque recordaban que “en su condición de poder adjudicador es ajeno respecto de la relación laboral que vincula al contratista con sus trabajadores, y en cuyo seno se ha originado el conflicto laboral, manteniendo únicamente una relación jurídica con la empresa contratista a los efectos de la prestación objeto del contrato”.

El origen de la reivindicación de los trabajadores estaba en que el contrato para estos trabajos se dividió en tres lotes con los que se cubre el servicio para todo Bizkaia. Los trabajadores de los otros dos lotes se rigen por el convenio de la Construcción de este territorio, mientras que los 17 integrantes de la plantilla de FCC Aqualia Loiu rigen sus condiciones laborales por el convenio estatal del ciclo del agua, lo que les supone una brecha en el salario que puede suponer “en el salario base de hasta 10.000 euros anuales pero, también, más diferencias en otras condiciones, como pluses”. La plantilla exigía que a igual trabajo se pagara “igual salario”.

Con la equiparación conseguida ahora, aunque no se materializará por completo hasta 2028, LAB considera que se ha dado un importante avance, aunque ha denunciado que “las actuales políticas de privatización provocan la precarización de quienes garantizan los servicios públicos. No podemos olvidar que la gestión del agua es pública, pero las empresas utilizan la subcontratación para obtener beneficios privados, lo que conlleva una vulneración de los derechos laborales. Esta situación tiene responsables políticos directos, y los trabajadores han dejado claro que seguirán luchando contra esta precarización”.