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Los presos de ETA renuncian a los homenajes públicos para “fortalecer la convivencia”

Un recibimiento a un preso de ETA a su salida de la cárcel

Rubén Pereda

29 de noviembre de 2021 20:38 h

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Los presos de ETA adscritos al colectivo oficial y mayoritario, el EPPK, han manifestado, a través de un comunicado remitido a los diarios 'Gara' y 'Berria' y que se publicará este martes, su deseo de que el recibimiento a su salida de la cárcel se produzca “de modo privado y discreto” y “entre allegados”. “Hay personas que han expresado honestamente que sienten dolor con los ongi etorris públicos. Son personas damnificadas a consecuencia de las acciones de nuestra militancia del pasado y comprendemos que puedan sentirse dolidas”, manifiestan en el texto.

“Aun aceptando que la persona presa que sale a la calle tras largos años y condiciones durísimas en prisión tiene derecho a recibir el abrazo de sus allegados, [las víctimas] han expresado que los actos públicos de recibimiento les provocan dolor. Decimos con claridad que nuestro deseo es aliviar todo sufrimiento y abrir nuevas opciones, ir sanando heridas y fortalecer la convivencia entre la ciudadanía vasca”, se puede leer en el comunicado adelantado por 'Naiz', en el que se tilda el paso de “aportación” de los presos “a la convivencia, a la paz y al reconocimiento del sufrimiento de los demás”. “Además del nuestro y el de nuestros familiares”, apostillan.

A finales de agosto, la polémica por los 'ongi etorri' se reavivó con el recibimiento en el barrio bilbaíno de Santutxu al expreso de ETA Agustín Almaraz, condenado por el asesinato de cuatro personas, que el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) llegó a calificar de “pasacalles” y “humillación” a las víctimas. Sortu, principal partido de la coalición EH Bildu, defendió estos homenajes y acusó a aquellos que se oponían de querer imponer un “relato de vencedores y vencidos”. Ante estas declaraciones, el lehendakari, Iñigo Urkullu, exigió “una valoración pendiente y un reconocimiento del daño injusto causado”, a la vez que tildaba de “repulsiva” la defensa hecha por Sortu. El 18 de octubre, Arnaldo Otegi, histórico dirigente de la izquierda abertzale, representó la ruptura con ETA, se disculpó con las víctimas y expresó su “pesar y dolor” por ellas. “Sentimos su dolor, y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Debíamos haber logrado llegar antes a Aiete”, expresó entonces precisamente desde ese palacio, en el que en 2011 se celebró una conferencia con mediadores internacionales que precedió al anuncio del cese de la actividad armada de ETA.

Aun así, ya en noviembre, EH Bildu se negó a apoyar un texto del Parlamento Vasco de rechazo a estos recibimientos a los reclusos. “No son actos de homenaje ni enaltecimiento, [sino de] bienvenida a personas que han cumplido sus penas [tras] una apuesta inequívoca por las vías pacíficas. Son actos de reintegración de esas personas en su entorno familiar”, manifestó entonces Arkaitz Rodríguez, líder de Sortu y parlamentario de la coalición abertzale. “La izquierda abertzale hace lo que dice y dice lo que hace. Seguimos. Seguiremos”, ha escrito hoy en Twitter. “Construir puentes y no trincheras es una condición indispensable para la convivencia democrática. La decisión política hecha pública hoy por EPPk es una aportación de indudable significa y valor en esa dirección”, ha señalado, por su parte, Otegi.

Covite, a través de las redes sociales, ha rebajado la categoría de la declaración, que niega que sea una “decisión ética” y que atribuye más bien a “un cálculo estratégico”. “De ese mundo no queremos declaraciones, sino hechos. Que dejen de llamar presos políticos a los asesinos de nuestros familiares. Que dejen de exigir su impunidad. Que cese la legitimación de ETA en forma de pintadas, pancartas, etc. Que dejen de homenajear a etarras muertos”, exige. “Y que nadie espere que ahora les tengamos que dar las gracias por dejar de homenajear públicamente a asesinos y terroristas. Que nos alegremos de esta noticia es una cosa, y otra muy diferente es que tengamos que reconocérselo como un gesto por 'la paz y la convivencia'”, abunda, en un tuit en el que se refiere a otro de Pablo Iglesias en el que habla de “la autoridad y la responsabilidad de la izquierda abertzale a la hora de dar los pasos que les corresponden para la reconciliación” y achaca a una falta de “sentido de Estado” el no reconocerlo. “Al no buscar la venganza ni haberse tomado la justicia por su mano, [las víctimas] han contribuido a romper la espiral de violencia a la que ETA quería arrastrarnos a todos”, concluye Covite. El delegado del Gobierno de España en Euskadi, Denis Itxaso, ha sido uno de los primeros en reaccionar al anuncio, que ha calificado de “cuestión de respeto y empatía hacia las familias de víctimas que nunca volverán a casa”. “Este es un paso en la buena dirección, que esperamos se plasme en hechos cuanto antes y que demuestra que la presión social y política desde firmes valores cívicos y éticos da resultados. Gracias a las asociaciones y fundaciones de víctimas que venís denunciando los ongi etorris”, ha señalado en una serie de mensajes publicados en Twitter en los que ha apelado también a seguir “sanando heridas” y a “seguir construyendo convivencia, desde el respeto, la memoria y la reparación hacia quienes más han sufrido”.

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