Ramiro González, diputado general de Álava (PNV): “Me preocupa la continua corrupción en estructuras del Estado”
Ramiro González (Burgos, 1962) acaba de cumplir diez años como diputado general de Álava. Con permiso de la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, nombrada en 2012, es el cargo institucional vasco de mayor rango más veterano. También es el más longevo al frente de la Diputación alavesa desde el franquista Lorenzo de Cura y López. Desde luego, lo ha sido en democracia. Sin concretar si 2027 será el final de su camino o no, recibe a este periódico en su despacho en una tarde estival en la que apenas hay nadie en el palacio foral. Se escucha perfectamente cómo las campanas de una iglesia cercana marcan las horas. La conversación, de hecho, empieza puntualísima a la hora convenida a tenor del repique de fondo.
La estancia está decorada con una fotografía del lehendakari, Imanol Pradales, y dos pequeñitas banderas de escritorio, una ikurriña y una alavesa. Pero también con un perfil enmarcado de la etapa segunda del Tour de Francia de 2023, que salió de Vitoria. González no se pierde la carrera desde hace décadas. Aquella etapa terminó en Donostia. Dice el diputado general que ya está todo arreglado con el alcalde de esa ciudad, su compañero en el PNV Eneko Goia. Desde Gipuzkoa le han llegado saetas por las discrepancias manifiestas en cómo unir la 'Y vasca' de alta velocidad con Pamplona. Le han llamado “egoísta”, por ejemplo. Él insiste en que la línea por Vitoria es la mejor. Eso sí, se desespera por la lenta velocidad de la llegada de la alta velocidad a Euskadi en general. Ni siquiera se atreve a poner una fecha para unas obras iniciadas en 2006, hace casi dos décadas.
González cuenta que lo mejor de su decenio es la gestión económica y el “pleno empleo” técnico en Álava. Repasa también la situación generada por los casos de corrupción en España. Ve un problema de “continuidad” en las estructuras del Estado. Eso sí, insiste en que no hay mejor fórmula para la gobernabilidad en Euskadi que las coaliciones del PNV con los socialistas.
Diez años como diputado general. Sé que me va a decir que el pleno empleo es el gran logro. Cuénteme también algún punto negativo.
El punto positivo no sólo es el empleo. Se ha producido durante los últimos años una transformación notable en la economía y en la industria alavesa. Tenemos una economía muy industrializada, pero también muy dependiente del sector del automóvil. Había que fortalecer ese sector y, además, comenzar a diversificar nuestra economía. Creo que lo hemos logrado. Y lo es también, claro, el hecho de que hayamos llegado prácticamente al pleno empleo con un 5,7% de paro, según los datos de la semana pasada.
¿Y lo negativo?
Pensaba que iba a ser posible conseguir algunos objetivos durante estos años. El más evidente, la llegada de la alta velocidad. Es una decepción importante que en diez años no haya llegado a Vitoria-Gasteiz. La necesitamos en un territorio tan industrial. Es la mayor de las decepciones. Una segunda decepción es que tampoco hemos podido avanzar todo lo que hubiéramos querido en la diferenciación de los vinos de Rioja Alavesa. Nos hubiera gustado conseguir tener una denominación Rioja Alavesa dentro de Rioja. Pero no ha sido posible. Los obstáculos son grandísimos. La oposición es muy importante, tanto la del Consejo Regulador como la del Gobierno español.
Un 30% de la población todavía no conoce al diputado general, según el último EiTB Focus. ¿Es la política foral la gran desconocida en Euskadi?
Esa cifra de aproximadamente el 70% de conocimiento es un dato notable para un diputado general.
Es la más alta de los tres territorios, sí.
La Diputación aparece normalmente en un segundo plano dentro de la política vasca. Todo el mundo conoce al lehendakari y todo el mundo reconoce a su alcalde o alcaldesa. Parece que son los que se preocupan de cosas más cotidianas o de las que importan más a la gente. Y nos cuesta. Nos cuesta trasladar la importancia de las actuaciones y de las competencias de la Diputación. Lo hemos intentado en estos años. Creo que, como diputado general, he tenido mucha actividad pública procurando estar en todos aquellos lugares en los que era importante que la Diputación estuviera. Pero sigue siendo un deber el mejorar el conocimiento no sólo de los diputados generales sino el de la propia institución, el de las cosas que hace.
“Nos hubiera gustado conseguir tener una denominación Rioja Alavesa dentro de Rioja. Pero no ha sido posible. Los obstáculos son grandísimos. La oposición es muy importante, tanto la del Consejo Regulador como la del Gobierno español”
¿Se ve Ramiro González encarando una cuarta legislatura?
No toca hablar de eso. No toca hablar de eso. Hablaremos cuando toque.
Si no va a ser Ramiro González, el PNV tendrá que tener tiempo para buscar un sustituto. En las últimas elecciones de 2023, usted logró 9.000 votos más en Vitoria que la candidata municipal de su partido, Beatriz Artolazabal. Parece que es un activo político importante.
Esta cuestión hay que abordarla cuando toque. Hablaremos de esto cuando toque.
Entonces, no es un ‘no’ a continuar.
Es un ‘cuando toque hablaremos’.
¿Cómo ve al PNV de Álava? Su diputado con más presupuesto, Gorka Urtaran, lideró una candidatura alternativa en el último proceso interno.
En los procesos de elección de cargos internos del PNV es habitual que haya más de una candidatura. Es un proceso electoral democrático en el que las bases optaron por Jone Berriozabal como presidenta del ABB y, a partir de ahí, estamos todos trabajando conjuntamente para conseguir fortalecer el partido en Álava. Creo que el partido está fuerte. Creo que el partido está bien. Creo que el partido en Álava, además, está demostrando una fortaleza importante no sólo en Vitoria-Gasteiz, sino en el conjunto del territorio. Está perfectamente preparado para abordar los retos que vienen. Sean cuales sean.
Recordará que Urtaran dijo, entre otras cuestiones, que hacía falta “mayor capacidad de análisis, mayor debate, mayor contraste de ideas, mayor autocrítica y mayor cabida de opiniones divergentes”. ¿Nunca ha pensado en sacarlo del Gobierno? Ha habido muchos cambios en esta legislatura.
Repito, cuando en el Partido Nacionalista Vasco hay un proceso electoral, se habla con libertad. Es un partido plenamente democrático. Estoy muy satisfecho de aquel proceso. Se debatió con absoluta libertad. Cada uno de ellos pudo expresar sus propuestas y sus proyectos en todo el territorio y en todas las organizaciones. El resultado supone un rejuvenecimiento importante, no sólo de la figura de la presidenta del ABB sino del conjunto de la ejecutiva. Y ahora lo que toca es trabajar todos juntos. Por mi parte, en el Gobierno, lo que hago es un análisis de la actuación de los diputados y diputadas forales dentro de su área de competencia.
Una de las grandes competencias forales, precisamente, son las políticas sociales que dirige Urtaran, incluidas las residencias. ¿Está preparada Álava para afrontar el mayor envejecimiento de la población?
Se está preparando. No es una situación fácil de abordar porque se está dando un proceso de envejecimiento que está cambiando ya la pirámide poblacional. Yo pertenezco a la generación del ‘baby boom’. Vamos a envejecer muchos miles de personas en nada. Y hacen falta recursos muy importantes para abordar esta situación. En primer lugar, llevamos años potenciando los cuidados en casa. Es importante facilitar que las personas estén en su casa todo el tiempo que puedan. Si es posible, toda su vida; y, si no es posible, retrasar la necesidad de entrar en una residencia todo lo que se pueda. En segundo lugar, estamos incrementando el número de plazas residenciales y lo estamos haciendo a través de una fórmula que creo que es novedosa en Euskadi, que es pionera. Es una fórmula de colaboración público-social. La Administración colabora con una cooperativa de interés social sin ánimo de lucro para atender a las personas en situación de dependencia en las mejores condiciones. Esto es el proyecto de Arabarren, con una residencia ya abierta en el barrio de Lakua [de Vitoria] y un proyecto en el barrio de Salburua. Y, por último, estamos trabajando en torno a un nuevo modelo de cuidados que tiene en cuenta las necesidades de las personas cuidadoras y de su entorno.
La oposición denuncia que las últimas plazas públicas se crearon en 2008. Luego están las residencias de Lakua y Zadorra, por ejemplo. ¿Se ha pensado en amortizar esos contratos? De lo contrario, hasta 2050 en un caso y hasta de 2052 en otro, se continuaría abonando un canon a empresas, un canon creciente.
Estamos hablando de los contratos con las empresas constructoras, no de la gestión de las residencias. La gestión de esas residencias es directa y es gestión pública. Las personas que trabajan en ellas y que cuidan a las personas que viven en las residencias son personas funcionarias. Hablamos exclusivamente de la fórmula utilizada en su día para poder construir estas residencias. Se acudió a esa fórmula en aquella legislatura de 2007 a 2011 porque estábamos en plena crisis del año 2008 y era imposible abordar un endeudamiento por parte de la Diputación que le permitiera construir dos nuevas residencias. Esa fórmula ha venido funcionando. Lo que hace ahora la Diputación es calcular económicamente qué es más rentable, qué es mejor desde el punto de vista financiero, si mantener los contratos hasta el final de su vigencia o rescatarlos antes. Estamos ahora analizando esa situación y tomaremos decisiones con un criterio del mayor interés público en función de los números.
O sea, no descarta rescatarlas.
Ni descartamos ni optamos por ello. Analizaremos la situación en función de lo que económicamente sea mejor para la Administración.
Euskadi, en principio, no va a acoger a ninguno de los menores de Canarias. ¿Cómo está la situación en el caso de Álava?
Los menores no acompañados sólo son una parte de los menores que atiende la Diputación. Una parte minoritaria, además. La Diputación atiende a muchos menores de origen alavés que están pasando por una situación complicada. Lo mismo hacemos con los menores no acompañados que vienen de África. Intentamos darles no sólo una atención digna sino un horizonte de futuro. Ahora mismo los recursos asistenciales están al límite. Les atendemos bien. Podemos atenderles bien. Pero estamos al límite de la capacidad que tienen nuestros recursos sociales en cuanto a plazas para atenderles en buenas condiciones. Hay que tener en cuenta que los tres territorios vascos estamos atendiendo a muchos más menores que todos los territorios del entorno. Si comparamos la situación de Álava, con 80 menores no acompañados de origen extranjero, con La Rioja, que tiene una población similar, la diferencia es abismal.
¿Y no debería ser motivo de orgullo?
Es motivo de orgullo. Estoy poniendo de manifiesto que lo estamos haciendo bien. Estamos queriendo dar a estos menores un futuro en nuestro territorio y un futuro en condiciones de dignidad. Lo que ocurre es que para hacerlo bien son necesarios medios. Y esos medios no son sólo medios presupuestarios. Es la capacidad para construir una infraestructura, para dotarla de personal, para hacer un proyecto formativo. Todo esto no se hace de la noche a la mañana. Y todo esto no puede depender de un flujo de menores que hoy llegan y mañana no llegan. Necesitamos cierta situación de estabilidad y ésta es una cuestión que creo que hay que resolver desde el Gobierno de Madrid.
El PNV y la Diputación se están oponiendo también al centro de refugiados proyectado por el Estado en la antigua Clínica Arana, de 350 plazas. ¿Cuáles son los motivos?
Creemos que un centro de 350 plazas no permite una atención individualizada y personalizada a las personas demandantes de la condición de refugiados. No es el modelo en el que creemos. Creemos en un modelo de recursos más pequeños que permitan una atención más individualizada y más personalizada.
¿Y esa atención individualizada y personalizada se da en los servicios que presta la Diputación, por ejemplo, con los menores?
Sin ninguna duda. No tenemos ningún recurso ni de 350, ni de 200 ni de 150 menores. Procuramos recursos más pequeños, con un personal que forme a esos menores y les atienda y les acompañe en su vida. Creo que ése es el modelo.
El titular de la última entrevista que hizo con este periódico era que Vox gobernaba ya en una parte de Álava, en referencia a las elecciones de Castilla y León y a Treviño. Ahora ya están también en las Juntas Generales y han puesto al diputado general en la diana, con campañas en las redes sociales.
Lo que hemos visto desde entonces ha sido cómo el Partido Popular ha ido comprando parte de la agenda de Vox. Me parece muy peligroso lo que está haciendo el Partido Popular, también en Álava. Normaliza esas políticas, esos discursos, esos relatos, esos marcos. Es muy peligroso. Es peligroso para la democracia, es peligroso para el conjunto de la sociedad y creo que también es peligroso para el Partido Popular. No es consciente del peligro que está corriendo. Tenemos ejemplos en toda Europa. En toda Europa ha habido partidos conservadores que se han visto claramente superados y sobrepasados por partidos de extrema derecha o de derecha populista. Lo hemos visto en Italia. Lo hemos visto en Francia. Y hablo específicamente del Partido Popular de Álava, que es el que mejor conozco, porque compra el marco discursivo de Vox cuando entra en sus debates y cuando presenta iniciativas coincidentes.
“El Partido Popular ha ido comprando parte de la agenda de Vox. Me parece muy peligroso lo que está haciendo también en Álava. Normaliza esas políticas, esos discursos, esos relatos, esos marcos. Es muy peligroso”
El PP está recogiendo firmas precisamente contra la Clínica Arana, a la que usted se opone.
Está recogiendo firmas desde una perspectiva que no puedo compartir en absoluto. Si nosotros nos oponemos a este proyecto, o [EH] Bildu, no es con la misma motivación del Partido Popular o de Vox. Es porque creemos que las personas que aspiran a obtener el estatus de refugiadas deben ser atendidas de otra manera.
¿Cómo es posible que en 2025 no se conozcan aún en detalle las distinciones franquistas que se mantienen en vigor y que toca retirar por ley?
Es una cuestión que en esta institución tiene su historia. Creo que merece la pena que la gente la conozca. Voy a empezar dejando algo claro: yo nunca he considerado que esta Diputación fuera la misma que se gobernó durante el franquismo. Hubo un salto de legitimidad con la democracia. Nunca he sentido que las distinciones que se otorgaron durante el franquismo estuvieran vigentes. Creo que no lo están. Sinceramente, creo que no lo están. Se otorgaron por una institución no democrática y esta institución es una institución distinta. Pero, además, en el año 2000 hubo un intento de que la Diputación foral de Álava retirase el nombramiento de hijo adoptivo de la provincia a Franco. Gobernaba el PP y entendió que no era competente para hacerlo, que le correspondía a las Juntas Generales. Las Juntas Generales aprobaron en septiembre del año 2000 una moción retirando a Franco la condición de hijo adoptivo y cualquier otra distinción que tuviera.
¿Y qué va a ocurrir?
He entendido siempre que ya no había distinciones, que ya estaban retiradas. Ahora este tema ha vuelto a surgir. La Diputación sabe qué distinciones otorgaron durante el franquismo, pero lo que no tiene es un registro formal. Como las Juntas Generales han considerado ahora que hay que hacer el registro formal de distinciones y que la Diputación sí tiene capacidad para retirarlas, vamos a hacer ese registro. Vamos a encargar un análisis riguroso, científico, para ver de qué manera podemos cumplir la ley de memoria histórica y democrática del Parlamento Vasco. Y vamos a retirar aquellas distinciones que haya que retirar.
¿Cuándo?
En cuanto esté listo este estudio. A la mayor brevedad.
Mencionaba Treviño antes. ¿La última propuesta para la integración en Álava va a ser la definitiva?
En esta cuestión hemos avanzado muy poco. Ésa es la verdad. Recuerdo que en el año 2014 acudí a presenciar en el Congreso de los Diputados el debate sobre la integración propiciado por una iniciativa legislativa del Parlamento Vasco. Y volví a Vitoria francamente decepcionado. Y no sólo por el resultado de la votación y del debate, sino por el poco caso que en el Congreso de los Diputados se hacía a esta cuestión. No había ni cien personas del total de miembros del Congreso. Creo que esta es una cuestión incómoda para los partidos estatales. Para todos. Para el Partido Popular, para el Partido Socialista y también para el mundo de Sumar o de Podemos. ¿Por qué? Porque no es el único enclave que hay en el Estado. Hay otros enclaves. Y entre esas fuerzas políticas del Estado nadie quiere dar el paso de adoptar una decisión definitiva en torno a Treviño porque podría abrir el melón de otros enclaves. Nadie lo quiere hacer. Lo que hemos venido haciendo durante estos años es buscar una fórmula para garantizar la prestación de servicios en el enclave a través de un acuerdo suscrito con la Diputación provincial de Burgos. Pero vengo advirtiendo de que esa fórmula no se puede eternizar. No se puede dar por normal lo que no es normal. No es normal que la Diputación foral de Álava preste los servicios normales habituales que demandan los vecinos y vecinas de Treviño. Lo normal es que Treviño pertenezca a Álava o que los vecinos y vecinas puedan tomar esa decisión y que, entonces sí, la Diputación foral de Álava presta sus servicios con normalidad. En todo caso, yo no soy optimista respecto al futuro. No veo en los partidos estatales, que son los que tienen en su mano la llave para solucionar esta cuestión, una verdadera voluntad de hacerlo.
¿Y Orduña? Hablaba de otros enclaves, ¿Orduña debería ser Álava también?
Ahí no existe esa reivindicación. A mí no me llega esa reivindicación por parte de los vecinos y vecinas de la zona.
¿Y al diputado general le gustaría?
Me gustaría que sea lo que los vecinos y vecinas de Orduña quieran.
“No es normal que la Diputación foral de Álava preste los servicios normales habituales que demandan los vecinos y vecinas de Treviño. Lo normal es que Treviño pertenezca a Álava”
La semana que viene se homenajea a los supervivientes de los pueblos que desaparecieron cuando se inauguraron los embalses. Saldan una deuda pendiente.
Es reconocer que, para muchas familias de los pueblos que desaparecieron o se vieron afectados por el embalse, fue un proceso traumático. No fue una decisión que adoptaron. Se vieron obligadas a soportarla. Todavía hay familias que están sufriendo como consecuencia de aquellos hechos. La Diputación foral de Álava entiende que aquellas familias merecen un reconocimiento y que las instituciones tenemos que recordar lo que ocurrió. Lo hizo el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y ahora lo hace la Diputación foral de Álava.
La reforma fiscal se aprobó hace unos meses. Entiendo que los efectos todavía son muy limitados, pero, ¿qué perspectivas hay? Los primeros informes apuntaban a una caída de 38 millones en la recaudación.
Yo no lo llamaría reforma fiscal. No hemos hecho una reforma fiscal como las que hicimos en su día en el IRPF y en Sociedades. Hemos revisado algunos aspectos de estos impuestos que creíamos que podían ayudarnos a afrontar retos que tiene en este momento la sociedad vasca. Tal y como se ha planteado, sí, esta revisión va a suponer una menor recaudación. ¿Cuál va a ser el importe? Habrá que esperar a la recaudación del año 2026 para conocerlo en detalle. Las medidas que se adoptan son medidas que pretenden ayudar a algunos colectivos o impulsar algunas políticas. Y lo hacen a través de un mejor tratamiento fiscal. Impulsamos una mayor cohesión social, mejorando la tributación de las rentas más bajas. Elevamos hasta 20.000 euros el mínimo para presentar la declaración de la renta. Y esto es menos recaudación. Establecemos políticas de ayuda a la adquisición o alquiler de vivienda, sobre todo por parte de las personas jóvenes. Esto es una menor recaudación también. Facilitamos políticas de conciliación laboral. También es menor recaudación. Mejoramos las políticas que tienen que ver con la lucha contra el cambio climático. Y, sí, también es menor recaudación. Y facilitamos las políticas de inversión por parte de las empresas. Son políticas que abordan retos del territorio, del país. Y todas ellas se hacen a través del incentivo fiscal. Por lo tanto, la recaudación será menor en cuanto a efectos directos. Sin embargo, también esperamos que estas modificaciones tributarias sirvan para que haya más inversión y un impulso a la economía y a la industria. Y, por ese lado, vendrá una mayor recaudación.
¿Qué ha hecho la Hacienda alavesa con los cuadros de Goya, de Arteta y de otros artistas que recibió para cubrir deudas del empresario Juan Celaya?
Lo mismo que hemos hecho con otras obras de arte que se recibieron anteriormente. Los tenemos y los hemos expuesto o los tenemos guardados.
¿Es habitual que la Hacienda alavesa gestione este tipo de entregas?
Es habitual que la Hacienda acepte pagos en especie. Está recogido en la ley. Hemos adquirido terrenos, viviendas, garajes, pabellones y obras de arte. Cuando la Hacienda entiende que ésa es la manera de conseguir garantizar el cobro de la deuda tributaria, se hace de esa manera siempre que se den todas las garantías. Eso quiere decir que tiene que haber una valoración independiente que establezca que el precio por el que se adquiere es un precio real.
“Tal y como se ha planteado, sí, esta revisión va a suponer una menor recaudación. ¿Cuál va a ser el importe? Habrá que esperar a la recaudación del año 2026 para conocerlo en detalle”
El Partido Popular dirigió la Hacienda foral de 2011 a 2015. Son años similares a los que Cristóbal Montoro era ministro de Hacienda. ¿Hay alguna sospecha o duda de que pudo ocurrir algo similar a lo que se está investigando?
No tenemos ningún indicio de que sea así. Creo que la Hacienda alavesa tiene unos técnicos extraordinarios que controlan los procesos y no nos ha llegado absolutamente ningún indicio de que haya ocurrido nada de lo que se está viendo ahora con el exministro Montoro.
Cuando se conoció este caso fue uno de los pocos -quizás el único- en el PNV que ha hablado de este asunto y ha criticado lo que se ha conocido. Es llamativo. [Después de la entrevista, se pronunció Aitor Esteban, presidente del partido]
Cuando se me pregunta, contesto. Si no ha habido otras voces será probablemente porque nadie les ha preguntado.
¿Y qué opinión tiene el diputado general sobre lo que se está conociendo también en el PSOE? Son sus socios de Gobierno.
Respetando la presunción de inocencia y de ser cierto los hechos que se imputan, revela una continuidad muy preocupante en la corrupción en algunas estructuras del Estado. Es muy preocupante porque son procesos de corrupción que se van sucediendo con independencia del partido que gobierna. Hubo casos de corrupción con el Partido Socialista en época de Felipe González, hubo casos de corrupción con el Partido Popular. Ahora hay presuntos casos de corrupción con el Partido Socialista de Pedro Sánchez. Es una continuidad. Esto debería obligar a Pedro Sánchez, de cuya honradez no dudo, a poner encima de la mesa todos los mecanismos posibles para que haya un control efectivo en algunas estructuras del Estado.
¿Deberían convocarse elecciones?
Yo no voy a decirle a Pedro Sánchez lo que tiene que hacer. Lo que sí que creo es que los Gobiernos tienen que tener propósito. Aguantar por aguantar no es un propósito. Si Pedro Sánchez tiene el propósito de continuar con la legislatura, que sirva para algo, que sea útil. Tiene que presentar un proyecto de presupuestos. Creo que es imprescindible presentarlo, porque la amalgama que une a las formaciones políticas que le apoyaron en su investidura no debe de ser sólo la oposición a un Gobierno de derechas. Tiene que ser un proyecto político concreto que tiene que visualizarse en unos presupuestos. Es imprescindible que Pedro Sánchez negocie y presente un proyecto de presupuestos y ver si efectivamente hay o no hay mayorías suficientes como para que este Gobierno tenga un propósito.
“Aguantar por aguantar no es un propósito. Si Pedro Sánchez tiene el propósito de continuar con la legislatura, que sirva para algo, que sea útil. Tiene que presentar un proyecto de presupuestos”
¿Está sólida y fuerte la coalición con los socialistas a nivel local?
Es muy sólida. La coalición se basa en un trabajo compartido durante todos estos años de diagnóstico de la realidad del territorio y de la adopción de medidas para transformar el territorio. Hay una buena relación política y personal que se ha ido labrando a lo largo de estos años. No hay otra alternativa seria y solvente de Gobierno para Álava que no sea un Gobierno entre el Partido Nacionalista Vasco y el Partido Socialista de Euskadi.
¿Y cómo está la relación con sus compañeros del PNV de Gipuzkoa? ¿Qué tal le sentó al diputado general que le llamara “egoísta” el alcalde de Donostia, Eneko Goia, por defender la conexión por Vitoria del tren de alta velocidad?
La relación con el Partido Nacionalista Vasco de Gipuzkoa es muy buena. Es una relación fluida, fundamentalmente con la diputada general, aunque respecto a esta cuestión mantenemos posiciones diferentes. Yo he venido defendiendo que la mejor opción para el conjunto de Euskadi es la opción por Vitoria. Creo que hay motivos sobrados para ello. La Diputación foral de Gipuzkoa entiende otra cosa y es una discrepancia normal y natural. Respecto a las palabras de Eneko Goia, ya me dio todas las explicaciones, ya me explicó el sentido de sus palabras. Creo que tampoco aporta nada insistir en esta cuestión.
La presidenta del PNV de Gipuzkoa, María Eugenia Arrizabalaga, dijo también en X que no es de “buenos abertzales” defender la conexión por Vitoria.
Creo que la mejor manera de defender el futuro de Euskadi, para mí, es defender la conexión por Vitoria. También sobre esto tenemos posiciones diferentes.
¿El diputado general de Álava se siente respaldado por el lehendakari y por Aitor Esteban? Han hecho algunas declaraciones que se han interpretado en la línea de que parecían defender más la alternativa de Gipuzkoa.
La posición es la adoptada en la asamblea general, defendiendo que están todas las opciones abiertas y que es necesario realizar los análisis de las posibles opciones que caben para unir la ‘Y vasca’ con Pamplona. Esa resolución a mí me satisface plenamente y supone un respaldo a lo que venía manteniendo. Y es que vayamos a la mejor solución técnica. Yo estoy convencido de que la mejor solución técnica es Vitoria.
Muy al principio de la entrevista hablaba como uno de los puntos negros de los retrasos en la alta velocidad. Últimamente se ha sabido que el soterramiento en Vitoria parece no estar tan garantizado como parecía. La primera piedra de esta obra es del año 2006 y estamos en 2025. Han pasado casi veinte años. ¿En qué fecha va a llegar un tren AVE?
¿Desde Madrid?
Desde cualquier lugar.
En principio, será a través de la conexión de la ‘Y griega’. El secretario de Estado, el señor [José Antonio] Santano, nos dijo que en el año 2030. Ése fue su compromiso. A mí me parece ya una barbaridad con todo el tiempo que llevamos esperando aquí...
¿No es demasiado optimista?
Es la fecha que dio el señor Santano. Si uno mira en qué pasos hay que dar para conseguir que llegue la alta velocidad a Vitoria-Gasteiz, ve que por el norte es necesario resolver la cuestión del nudo de Arkaute. Y estamos ahora con la licitación del proyecto constructivo. Estamos, por lo tanto, empezando el proceso. Hay que elaborar el proyecto, luego hay que licitar la obra y después hay que ejecutar la obra. ¿En qué plazo se va a poder hacer esto? Nos dice que para el año 2030. Yo, sinceramente, no me atrevo a dar una fecha. Lo que sí me atrevo a decir es que esta espera es absolutamente insoportable y que está suponiendo una pérdida de oportunidades para el conjunto de Euskadi. Es muy difícil de cuantificar este perjuicio en lo económico, pero es importantísimo.
¿Y de quién es la culpa de todo esto?
Exclusivamente de los Gobiernos españoles. Exclusivamente. Creo que las instituciones vascas han estado insistiendo en que esto se hiciera cuanto antes. Pero ha habido otros intereses. Ha habido otros lugares a los que la alta velocidad ha llegado antes y con menos motivo. Y eso ha ido retrasando la apuesta económica por la llegada a Euskadi. No hablamos solo de la ‘Y griega’. Hablamos también de la conexión con la meseta. Esta semana pasada se ha dado un paso ya con el primer tramo de Burgos a Vitoria, pero todavía queda mucho tiempo para que eso sea realidad.
“La mejor opción para el conjunto de Euskadi es la conexión en alta velocidad con Navarra por Vitoria. Creo que hay motivos sobrados para ello”
Quería preguntarle también por Foronda. Se han puesto en marcha vuelos a Madrid y Barcelona. Está en vía de renovarse el acuerdo con Ryanair. ¿Es el despegue definitivo del aeropuerto de Vitoria?
Así lo espero. En el año 2015, cuando este Gobierno tomó posesión, Foronda tenía 11.000 pasajeros al año. ¡11.000! No había ningún vuelo de línea regular. ¡Ninguno! Ahora estamos mirando hacia los 500.000 pasajeros. Es el siguiente hito. Tanto la presentación de Ryanair al concurso como la adjudicación a Volotea de la conectividad a través de Vitoria a Madrid y Barcelona van a suponer que tenemos muchas posibilidades de acercarnos a 500.000. Entonces podremos hablar de que el aeropuerto está absolutamente consolidado en pasajeros y será cuando habrá que plantear que necesita unas infraestructuras diferentes a las que tiene. Tenemos unas instalaciones que son las del momento de su inauguración, remozadas y mejoradas a través de los ajustes presupuestarios del Partido Nacionalista Vasco en Madrid, sí, pero a partir de 500.000 pasajeros al año vamos a necesitar otro tipo de instalación, otro tipo de terminal. Estamos en la antesala de esa consolidación definitiva del aeropuerto como aeropuerto de pasajeros.
Loiu, sin embargo, ha adelantado a Foronda y tiene ya un vuelo transoceánico. En 2015 usted prometió un vuelo a Miami.
Estuvimos a punto de conseguirlo. Lo frustró la pandemia. El aeropuerto de Loiu tiene un vuelo [a Estados Unidos] con un avión de pequeño tamaño. Aspiramos a que el aeropuerto de Foronda sea el que acoja de manera habitual y normal los vuelos de larga distancia. Pero esto no es fácil de conseguir. Requiere adoptar algunas medidas. Una la hemos adoptado ahora, que es mejorar la conectividad con el establecimiento de una línea de autobuses entre Foronda y Loiu. Era un elemento imprescindible para poder abordar vuelos de larga distancia porque los vuelos de larga distancia se consiguen con conectividad. Un aeropuerto tiene que ser capaz de acoger vuelos de media distancia y esta unión Loiu-Foronda nos va a ayudar a conseguir esos vuelos. La Diputación y las instituciones vascas no tenemos competencias en materia de aeropuertos. No gestionamos el aeropuerto de Foronda ni el aeropuerto de Loiu. Lo que hacemos es fomentar los vuelos de estos aeropuertos. En mi caso, del aeropuerto de Foronda. Si tuviéramos la capacidad de gestionar el aeropuerto de Foronda sería más sencillo conseguir estos vuelos de larga distancia.
¿Es posible que Foronda funcione sin esas inyecciones de dinero público en promoción de vuelos?
La fórmula que utiliza el aeropuerto de Foronda es la fórmula que han utilizado otros aeropuertos antes, como por ejemplo el de Santander. Los primeros años es necesario el impulso público, un impulso intensivo. Lo que se pretende es que poco a poco las compañías vayan convenciéndose de que el aeropuerto tiene por sí mismo capacidad como para rentabilizar los vuelos. Ahora mismo los grados de ocupación de los vuelos de Ryanair son a muy, muy elevados. Nuestra aspiración es que esa necesidad vaya disminuyendo con el tiempo. Es una estrategia que ya han seguido otros aeropuertos, no sólo aeropuertos del Estado, sino otros aeropuertos europeos. Es una estrategia de éxito. Ahora lo es por el incremento importante del número de pasajeros y espero que en el futuro lo sea también porque el apoyo público sea menos necesario de lo que es ahora.
Mencionaba el tema de la gestión. Precisamente ahora se está negociando una fórmula de coparticipación de las instituciones vascas en la gestión aeroportuaria. ¿Querría participar la Diputación en la gestión del aeropuerto de Foronda?
Quiero ser muy prudente, porque para que la transferencia sea posible es necesario que estas negociaciones se lleven con la mayor discreción y con el mayor rigor técnico dentro de lo que la normativa permite. Es una competencia que está recogida en el Estatuto de Gernika y, como tal, creo que el Gobierno vasco está haciendo todo lo posible para conseguirla. Vamos a ver qué pasos se pueden dar en el futuro y de qué manera se puede ir concretando esa transferencia.
Si se hiciera la transferencia de Foronda conforme al Estatuto de Gernika, perdería la etiqueta de “interés general” y quizás eso tendría consecuencias negativas…
Se trata de conseguir conciliar las dos cuestiones, de buscar una fórmula que concilie la etiqueta de ‘interés general’ y que la gestión pueda hacerse por parte de las instituciones vascas. O que las instituciones vascas puedan tener participación en la gestión.
¿Y ahí querría estar la Diputación?
Vamos a esperar a que este proceso avance.
Los aranceles de Trump, el granizo, el mildiu, … 2025 viene muy malo para el sector del vino, que es económicamente muy relevante para el territorio y para Rioja Alavesa.
Tenemos que esperar al mes de septiembre para conocer realmente cómo va a ser esta campaña. Estos días he hablado mucho con el sector; he hablado mucho con Rioja Alavesa, con las personas del Departamento de Agricultura que están sobre el terreno. Todas me dicen que no vamos a tener unas perspectivas reales de cómo va a acabar la campaña hasta que no esté empezando a entrar la uva en la bodega. Se han juntado varios elementos. En primer lugar, un cambio en los hábitos de consumo del vino que hace que se consuma menos y, sobre todo, menos tinto. Y ha sido un año difícil desde el punto de vista climatológico, muy caluroso y muy húmedo. Esto está provocando un mildiu como hacía mucho tiempo que no teníamos. Unidos todos estos factores hace que el año no vaya a ser fácil.
Decía que el hecho de no haber podido diferenciar los vinos de Rioja Alavesa era otro de los puntos negros de la legislatura. La denominación Viñedos de Álava está ya descartada por los tribunales. ¿Cuál es el camino?
Estamos ahora precisamente en un proceso de reflexión sobre el futuro de la comarca compartido por el Gobierno vasco y la Diputación foral de Álava. Veremos qué políticas es necesario implementar de cara a su futuro. Ahí estamos, escuchando las voces de muchas personas que nos están hablando sobre esta cuestión. Este proceso finalizará después del verano. Recogeremos esas conclusiones y entonces hablaremos de cómo ve la comarca su futuro y qué pasos se pueden dar hacia una mayor diferenciación. Lo que tengo clarísimo es que es absolutamente imprescindible diferenciar los vinos de Rioja Alavesa, porque por mucho esfuerzo que hagamos en mejorar la calidad, en mejorar las campañas de ‘marketing’ y de comercialización, si no se diferencia del resto de vinos de la denominación, esas campañas son mucho menos eficaces.
Del sur al norte. ¿Cómo está Ayala después de los golpes industriales en los últimos años?
En lo que respecta al denominado Plan Aiaraldea, el plan de actuación allí, la Diputación foral de Álava ha ejecutado todas las cantidades comprometidas e incluso una vez finalizado ha ido incorporando nuevas iniciativas. La última, hace apenas unas semanas, ha sido la creación de un ‘hub’ de industria audiovisual en Amurrio. La comarca está en un proceso de transformación. Es una comarca que ha venido viviendo durante los últimos años de unas grandes empresas del sector del tubo y del vidrio fundamentalmente, pero también del sector ferroviario y de otras muchas pequeñas empresas que suministraban a las grandes empresas. Las grandes empresas están en proceso de transformación y ese proceso de transformación es un riesgo y es una oportunidad. Si aprovechamos bien la oportunidad, la comarca va a salir claramente fortalecida. Pero aprovechar la oportunidad supone que las empresas tienen que hacer una apuesta por la comarca y las empresas nos trasladan que la comarca presenta algunas dificultades. Por ejemplo, poco suelo industrial, especialmente en Llodio. Y un nivel de conflictividad que no se produce en otros lugares de Euskadi. En todo caso, tenemos un ejemplo muy reciente y muy positivo, el anuncio por parte de Iberdrola de una inversión de 75 millones de euros en su planta de Llodio. Estamos ayudando a hacer esa inversión.
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