Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Los sindicatos de Ramondin denuncian despidos “arbitrarios” y por “edadismo” y la empresa se aferra a la caída de pedidos

Concentración sindical ante la sede de Ramondin en Laguardia.

Belén Ferreras

Bilbao —

1

La empresa Ramondin ha despedido en los últimos meses a nueve trabajadores de su planta de Laguardia. La compañía, que fabrica las cápsulas que cierran los tapones de las botellas de vino -y de otros licores-, justifica los despidos en la caída de la cartera de pedidos, motivada fundamentalmente por el descenso de ventas en el mercado del vino, muy afectado por la crisis económica iniciada con la pandemia de la COVID-19 y de la guerra de Ucrania. Pero el comité de empresa, que constituyen UGT, CCOO, ELA y un independiente, considera que ese presunto descenso en las ventas no tiene relación con la decisión de la empresa de prescindir de estos trabajadores de “forma arbitraria” y ve detrás motivos de “edadismo”, ya que varios de ellos superan los 56 años y tienen más de 30 años de antigüedad en la empresa.

Según denuncia Pedro Barea, representante de la sección sindical de UGT en la empresa, los despidos se han realizado de forma individual, “sin comunicar absolutamente nada antes al comité de empresa”, con el argumento de que se trata de “trabajadores que no aportan valor a la empresa” y con la justificación de que han caído los pedidos. “No es ni lógico ni justo”, señala. “Algunos de estos trabajadores tienen entre 56 y 59 años, y llevan en la empresa más de 36 años y ahora se les va a despedir con 20 días por año de indemnización”, lamenta.

“Quitan a gente con mucha antigüedad y se está poniendo a otros a hacer sus trabajos”, denuncia. “Esta claro que hay un tema de edadismo detrás”. Señala además que llama la atención el hecho de que la empresa, “mientras está despidiendo gente en la zona de producción,” ha contratado a “dos nuevos trabajadores para las oficinas”. “Si hay una caída de la demanda habrá que recortar en todas partes no sólo en la parte de producción”.

Recuerda que la empresa se ha enfrentado en otros momentos a caídas de demanda y ha contado con la colaboración de los trabajadores. Por ejemplo, en 2010, “cuando la plantilla aceptó una reducción de sueldo proporcional a un recorte de horas de trabajo por la caída de los pedidos y así evitar despidos. Pero ahora ni se nos ha consultado ni se nos ha comunicado”, lamenta.

“Preservar la competitividad”

La dirección de la empresa no ha querido facilitar las cifras exactas sobre las que sostiene los despidos, pero aseguran que son imprescindibles para la “competitividad del proyecto”. “Esta decisión se basa en la reducción de la facturación, disminución de las ventas y la caída de la demanda del mercado, lo que ha requerido la adopción de medidas excepcionales para fortalecer el proyecto y preservar su competitividad”, aseguran. En cualquier caso, recuerdan desde la dirección que los despidos afectan a un 2% del total de la plantilla, y que “la medida se sustentó en un análisis exhaustivo en el que se consideraron y evaluaron minuciosamente todas las posibles alternativas antes de llegar a la decisión final”.

La planta de Laguardia, donde Ramondin tiene su sede, cuenta con 435 trabajadores, aunque la compañía tiene ocho centros productivos repartidos en España, Estados Unidos, Chile, Argentina y Francia. Esta empresa, líder mundial en la fabricación de las cápsulas que cubren los corchos del vino, tuvo una gran repercusión mediática a finales de los años 90, cuando decidió trasladarse de Logroño a la localidad alavesa de Laguardia, a sólo cuatro kilómetros, para beneficiarse de ayudas fiscales que concedían las diputaciones vascas para atraer empresas a Euskadi, las que se conocieron como 'vacaciones fiscales', que eximían a las empresas de pagar el Impuesto de Sociedades durante los primeros años, y que después fueron declaradas ilegales por la Comisión Europea tras denuncias, entre otros, del Gobierno de La Rioja.

Etiquetas
stats