UGT alarga su crisis en Euskadi: seis meses gobernada por una gestora cuando sus estatutos marcan cuatro de máximo
UGT de Euskadi alarga su crisis. Seis meses después de que se suspendiera el congreso del sindicato en el que se iba a sustituir a Raúl Arza como secretario general, la central sigue gobernada por una gestora y sin fecha fijada para un nuevo cónclave. Los estatutos del sindicato señalan que las comisiones gestoras que se elijan o se nombren para sustituir transitoriamente a una comisión Eeecutiva “tendrán limitada su actuación a un periodo máximo de cuatro meses, hasta la celebración del congreso extraordinario u ordinario”. Esto significa que el caso de Euskadi es lo suficientemente complejo como para haber superado esa previsión.
Es una posibilidad que se recoge en la normativa. “A criterio de la comisión ejecutiva del ámbito superior cuando las circunstancias lo requieran, de forma fundamentada y de manera excepcional, se podrá prolongar su actuación”. Es decir, un plazo excepcional para situaciones excepcionales, como las que vive el cuarto sindicato vasco, sumido en una crisis sin precedentes.
El próximo martes el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, participará en Ermua en una reunión con delegados del sindicato en Euskadi dentro de los encuentros que está manteniendo el líder del sindicato en diferentes delegaciones como “arranque de curso”. De hecho, desde el sindicato señalan que al día siguiente Álvarez participa en otra asamblea de delegados en La Rioja, y por lo tanto, desligan la visita a Euskadi de la situación excepcional en la que vive la central vasca. Aunque el tema del congreso esté sobre la mesa de las conversaciones entre el líder de UGT y los delegados vascos, fuentes del sindicato señalan que el tema está “muy verde”, y que hoy por hoy “no se dan las condiciones” para celebrar el congreso. Esto hace que, por pronto que se pusieran en marcha la maquinaria, “lo que sería toda una sorpresa”, matizan, será muy difícil ya poder celebrarlo antes de final de año y lo más probable es que se arrastre hasta bien entrado 2026.
Tampoco se ha celebrado el congreso de la FICA, la Federación de Industria, Construcciones y Afines, que está también gobernada por una gestora y sigue hoy por hoy sin fecha congresual. Es precisamente la federación de la que partieron las impugnaciones que llevaron a suspender el congreso que estaba previsto en el mes de marzo pasado para elegir nuevo secretario general. El criterio habitual sería que el congreso de esta federación fuera previo a la cita para elegir al secretario general, aunque no está claro si se realizará así.
El único congreso de una federación que ha llevado a cabo UGT en Euskadi desde que estalló la crisis ha sido el de la Federación de Servicios Públicos, que el pasado 12 de junio reeligió a Arantza Agote como secretaria general en su tercer mandato. Se da la casualidad de que en la ejecutiva elegida tiene la presidencia el exsecretario general del sindicato, Raúl Arza.
UGT suspendió su congreso que estaba previsto para los días 13 y 14 de marzo, apenas unas horas antes de que arrancara, en medio de un absoluto caos interno para consensuar la candidatura de la persona que sustituiría a Raúl Arza. El sindicato llegaba a las puertas de la reunión sin anunciar quién presidiría la candidatura o si habría más de una, y finalmente optó por la cancelación, tras impugnarse el nombramiento de varios delegados.
Aunque en principio Raúl Arza mostró su disposición a seguir al frente del sindicato hasta que se pudiera conseguir un consenso, desde Madrid, Pepe Álvarez cortó esta pretensión colando al frente de la gestora al secretario de Organización confederal de la UGT, Andrés Orta Pérez, y apartando a un lado a Arza. A partir de este momento, empezó a sonar con fuerza el nombre de Xuria Arza, su hermana, entonces secretaria de Igualdad, Políticas Sociales y Diversidad, como posible candidata, pero en el último momento decidió dar un paso atrás y no optar a la elección.
Eso provocó que empezaran a surgir diferentes alternativas, y entre los nombres que se postularon figuraron Juanma González, de la Federación de Servicios Públicos y concejal socialista en Getxo; Pedro Marquina, de FESMC que agrupa los Servicios Privados, la Movilidad y el Consumo; y José María Rojo, de la Federación de Industria, Construcción y Afines.
Tras la suspensión del congreso, Pepe Álvarez puso al frente de la gestora que gobierna el sindicato desde entonces al secretario de Organización confederal de la UGT, Andrés Orta Pérez. Junto a él dirigen el día a día del sindicato José Manuel López Conde 'Tximi', como vicepresidente, y como vocales Esther Merino Ruiz, que se encarga de Administración y servicios; Tomás Rodero Briongos, que se ocupará de Organización, Elecciones sindicales y afiliación; Daniel González Taboada, encargado de Política sindical; Arantxa Niño Núñez en Igualdad, Formación y Territorial de Álava: Ismael Manzanal Recio en Salud Laboral; Alberto Elosua Alvarado en Territorial de Bizkaia e Idoya Arrieta Arregui en la Territorial de Gipuzkoa. Salvo el presidente, el resto de integrantes son miembros de UGT-Euskadi y algunos eran miembros de la ejecutiva saliente como Daniel González, Tomás Rodero, Arantxa Niño o Idoya Arrieta.
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