La inspección de trabajo da la razón a trabajadores de Deutz Zafra caídos en la red de contratas
Estás trabajando en una gran empresa, ésta decide despedirte y pasas a una contrata para ahorrarse dinero, la contrata te cambia el convenio por otro peor en el que ganas la mitad, y cuando le ganas en la inspección de trabajo la gran empresa cambia de contrata y ésta nueva no reconoce tu derecho a seguir trabajando, subrogado. Además te han sustituido por discapacitados cuyo empleo está protegido por la Administración.
Es la historia en los últimos tres años de 14 trabajadores de Deutz Spain que en aquel entonces fueron despedidos. Realizaban trabajos de intralogística, que se encarga de dar suministros para que no paren las líneas de producción de esa fábrica en Zafra de componentes de motores. Consiguieron volver pero dentro de la contrata de Eulen, el problema es que esta última aplicaba otro convenio “y perdimos derechos, entre otras cosas pasamos a ganar la mitad”.
Lo cuenta un trabajador de CCOO, afectado, que recuerda cómo a partir de aquel cambio las horas extraordinarias no se pagaban a convenio, y algunos compañeros precarios recibían por ellas “una miseria”. Del convenio interno de Deutz, Eulen les había pasado al del transporte, en peores condiciones.
Así tres años hasta que el pasado mes de noviembre la inspección de trabajo les ha dado la razón y obliga a Eulen a encuadrarles en el convenio de industria siderometalúrgica, a indemnizarles por lo que han cobrado de menos en el último año, y a recalcular las cuotas por fraude a la Seguridad Social. Según cuenta este trabajador, que prefiere no ser identificado, les deben entre 4.000 y 6.000 euros a cada uno.
“Represalias” por denunciar
A partir de ahí esperaban cobrar y mejorar, pero lo que ha hecho Deutz es romper el contrato con Eulen y buscarse una nueva empresa. “Yo creo es para que su imagen no se vea perjudicada, aparte de que posiblemente no quieran que volvamos, en represalia por haber denunciado”.
Finalmente Eulen les dio la carta de subrogación para entrar en la nueva contrata de Deutz, Sifu, pero ésta “no hizo caso” y ha contratado a otras personas, entre ellos varios discapacitados cuyo empleo está protegido y oficialmente subvencionado. “Nos sustituyen, a pesar de que las leyes obligan a la subrogación, por otros, y además nos enfrentan entre los trabajadores luchando por un empleo”.
Al final Sifu-Brócoli (una unión temporal de empresas) acaba de admitir a siete de ellos, los que tenían contrato indefinido, pero los otros siguen en la calle. La readmisión tampoco es desde el 1 diciembre, entrada de la nueva contrata en Deutz, sino de tres días después.
La lucha de este grupo de trabajadores ejemplo de la precariedad e ingeniería laboral españolas continúa desde CCOO. Siguen en pie las demandas individuales para cobrar los atrasos a través de la inspección de trabajo, y las del Juzgado de lo Social con que conseguir la subrogación con todas las de la ley, o el despido improcedente. “No nos fiamos de las soluciones provisionales, ni de las palabras”.